Los Atributos Divinos

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A lo largo de los siglos ha habido un gran número de eruditos que han escrito sobre los atributos de Allah.

La comprensión de los Atributos Divinos

 

A lo largo de los siglos ha habido un gran número de eruditos que, basados en el Corán y en el contexto de esta cuestión determinada, la han desarrollado y han proporcionado descripciones rotundas de la Unidad Divina. Una de estas descripciones es la de Abu Bakr al-Kalabadhi:

“Allah es Uno, Único, Solo, Eterno, Imperecedero, Conocedor, Poderoso, Viviente, Oyente, Veedor, Fuerte, Poderoso, Majestuoso, Grande, Generoso, Clemente, Orgulloso, Tremendo, Resistente, Señor, Soberano, Amo, Misericordioso, Compasivo, Dispuesto, Hablante, Creador y Sustentador. Él está calificado con todos los atributos con los que Él se ha calificado y es llamado con todos los nombres con los que Él se ha llamado. Y desde la preeternidad nunca ha dejado tener todos estos nombres y atributos, sin parecerse a la creación en modo alguno. Su Esencia no se parece a la esencia de las cosas creadas ni Sus Atributos a los de éstas últimas. Cualquier término que se aplica a los seres creados indicando su creación en el tiempo, no puede aplicarse a Él. Nunca ha dejado de ser el Primero, el Anterior a todo lo nacido en el tiempo, el Existente antes de todo. No hay nada eterno excepto Él, ni tampoco deidad que no sea Él. Y no es cuerpo, forma, persona, elemento o accidente. Con Él no se da la unión o la separación, el movimiento o la quietud, el incremento o la pérdida. No tiene partes ni partículas ni miembros ni extremidades ni aspectos ni lugares. No tiene defectos, el sueño nunca Le vence, los estados no Le afectan ni puede ser definido mediante alusiones. El espacio no Le contiene y el tiempo no Le afecta. No puede decirse que ha sido tocado, aislado o que viva en lugar alguno. El pensamiento no Le abarca y no puede ser cubierto con un velo ni percibido por el ojo. Sus atributos no cambian y Sus nombres no se alteran. Así ha sido desde siempre y así será para siempre. Él es el Primero y el Último, el Externo y el Interno. Todo lo sabe. No hay nada como Él. Todo lo oye y todo lo ve”.

Hablando del mismo tema, ‘Ali al-Huŷwiri dice:

“Allah es Uno, incapaz de unión o separación y no admite dualidad. Su Unidad no es numérica, en el sentido de obtener dos si se añade otro número. Él no es finito, en el sentido de tener las seis direcciones. Él no tiene espacio ni está en el espacio. No es contingente, en el sentido de necesitar una sustancia, ni tampoco es una sustancia que necesite otra como ella para existir. No es una forma natural que Le haría estar sujeto al movimiento o la quietud. No es un espíritu en el sentido de necesitar un cuerpo. No es un cuerpo físico que está compuesto de miembros. Él no forma parte de las cosas, algo que podría significar que, de alguna manera, fueran similares a Él. No está unido a cosa alguna, puesto que significaría que son parte de Él. Está a salvo de toda imperfección y por encima de cualquier defecto. No hay nada como Él, como si se pudiera sugerir que Él y Sus criaturas hacen dos. No tiene un hijo cuyo nacimiento le transforme en señor. Su esencia y atributos son inalterables. Está dotado de los atributos de perfección que confirman los creyentes y los que afirman Su unidad y que Él ha dicho poseer. Carece de los atributos que le imputan los herejes. Él es el Viviente, Conocedor, Perdonador, Misericordioso, Dispuesto, Poderoso, Oyente, Veedor, Hablante y Sustentador. Su conocimiento no está producido en Él ni Su poder instigado en Él. Su visión y Su oído no son separables de Él. Su lenguaje no está aparte de Él. Él ha existido con Sus atributos desde antes de la eternidad. No hay ser ni cosa creada que esté fuera de Su conocimiento o sea independiente de Su voluntad. Él hace lo que quiere, y es lo que considera oportuno, y no hay criatura que pueda contradecirle. Su decreto es definitivo y Sus amigos no puede hacer más que resignarse. Él es el único Predestinador del bien y del mal, y la única fuente verdadera de miedo y esperanza. Él crea lo que daña y lo que beneficia. Él es el único juez y Su juicio es sabiduría. Nadie puede alcanzarle. Los que moren en el Jardín Le verán. Pero el antropomorfismo no puede aplicársele creyendo que se puede estar frente a Él o verle con los ojos. No obstante, los amigos de Allah pueden contemplarle en este mundo”.

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