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¿Cómo reaccionaba el Profeta ante el abuso personal? (Parte 3)

profeta Muhammad

El profeta Muhámmad perdonó a `Urwa Ibn Al-Mas`ud Thaqafi y a ‘Abdallah Ibn Abu Al-Sarh

En esta parte, vamos a ver cómo el profeta Muhámmad (la paz sea con él) trató con `Urwa Ibn Al-Mas`ud Thaqafi, quien habló de él de una forma tan poco amable y con tanta dureza, y que incluso tiró de su barba, y con `Abdallah Ibn Abu Al- Sarh quien lo acusó haberse inventado el Corán.

`Urwa Ibn Al-Mas`ud Thaqafi

Cuando el profeta Muhámmad y los musulmanes decidieron hacer una peregrinación menor a Meca, los Quraish (la gente de Meca), enviaron a `Urwa Ibn Al-Mas`ud Thaqafi al profeta Muhámmad para disuadirlo de hacer tal peregrinación menor.

`Urwa Ibn Al-Mas`ud Thaqafi hizo arrodillarse a su camello cerca del profeta Muhámmad y luego se acercó a él y le dijo: “Oh Muhammad, he dejado a tu gente atrás… en los pozos de Hudaybiyah junto con sus mujeres y niños. Han hecho un llamamiento a sus aliados para luchar contra ti, jurando por Dios que no te dejarán entrar al santuario sagrado aunque les invadas. Por lo tanto, si estás dispuesto a luchar con ellos tienes dos opciones: invadir a tu propia gente, aunque nunca hayamos oído de nadie que invada a su propio pueblo, o fallar a la gente que se encuentra contigo. De hecho, solo vemos a la plebe, entre la que no conocemos a ningún notable ni nadie de ilustres antepasados”.

Mientras hablaba con el profeta Muhámmad, Ibn `Urwah Mas`ud Al-Thaqafi tocaba la barba del Profeta, mientras Al-Mughirah estaba de pie con una espada sobre la cabeza del Profeta. Cada vez que `Urwah tocaba la barba del Profeta, Al-Mughirah golpeaba su mano hacia abajo, advirtiéndole: “Deja de tocar la barba del Mensajero de Dios con la mano antes de que esta no vuelva contigo”.

Cuando `Urwah terminó su conversación con el Profeta, regresó con los Quraish y dijo: “Oh gente, he ido a reyes, incluyendo Cosroes, Heraclio y Negus. Por Dios, que nunca he visto un rey que sea obedecido por su séquito igual que Muhámmad por sus compañeros. Por Dios, no lo miran de cerca (por tanta estima hacia él), ni levantan sus voces en su presencia. Es suficiente que él insinúe algo para que se haga. Él no expectora o escupe sin que la flema o esputo caiga en manos de un hombre de ellos que le secará la piel. No realiza la ablución ritual sin que ellos se amontonen con él, esperando ganar una parte de ello. Valoro a esa gente. Sabed con certeza que si queréis luchar, ellos vendrán a luchar. Vi a un pueblo que no se preocupa por lo que pueda ser de ellos, mientras que protejan a su compañero. Vi a gente con él, que de ninguna manera le fallaría…”.

Sin embargo, cuando `Urwa Ibn Al-Mas`ud Thaqafi quiso convertirse al Islam, el Profeta Muhámmad aceptó su conversión. Acto seguido, buscó el permiso del Profeta para volver a su pueblo y llamarlos al Islam. Entonces, el Profeta Muhammad profetizó: “Si haces eso, te matarán”.

`Urwah respondió:” Oh, Mensajero de Dios, me aman más que a su vista”. En realidad,` Urwah fue amado y obedecido por su gente.

Luego, volvió a llamar a su gente al Islam y declaró su conversión al Islam con la esperanza de que no le desobedecerían, dado su estatus entre ellos. Sin embargo, se enojaron con él y le insultaron y maldijeron.

Al amanecer del día siguiente, `Urwah subió al tejado de una habitación de su casa y llamó a la oración. Entonces, Thaqif (su gente) salieron y le dispararon flechas desde todas las direcciones. Una flecha le golpeó y como resultado de ello cayó al suelo. A continuación, los miembros de su familia lo cogieron y metieron en su casa.

Allí, se le dijo a `Urwah:” ¿Cómo ves tu sangre?” Él respondió: “Es un honor con el que Dios me ha honrado y el martirio que Dios me ha conferido. Solo tengo lo que los mártires que fueron asesinados con el Mensajero de Dios tenían. Por lo tanto, enterradme con ellos”. Así lo sepultaron con ellos.

Cuando el profeta Muhámmad supo lo que le pasó a `Urwah, dijo: “La parábola de `Urwah con su pueblo es la del creyente con la gente de Yasin que lo mataron cuando él los llamó a Dios”. (At-Tabarani)

`Abdallah Ibn Abu Al-Sarh

`Abdallah Ibn Abu Al-Sarh se convirtió al Islam, por primera vez, antes del Acuerdo de Paz de Hudaybiyah y emigró a Medina. Sirvió como escriba de la revelación al Profeta. Entonces, apostató y se unió a los politeístas de Meca. Argumentó: “Muhámmad no escribió ninguna revelación (del Corán) con excepción de lo que quise”.

Hay dos narraciones diferentes sobre su conversión. Una señala que el profeta Muhámmad una vez le dictó: “(Dios) es todo omnioyente, omnisciente”. Entonces, por error, `Abdullah escribió:” (Dios) es Omnisciente, Sabio”. Cuando lo hizo, profeta Muhámmad le dijo: “Él es así” o “así es él”. El Profeta quería decir que Dios es en realidad quien todo lo oye, todo lo sabe y también Omnisciente y Omnisapiente, por eso todos los atributos se incluyen en los nombres más bellos de Dios. Sin embargo, el Profeta Muhammad se refería a que lo que `Abdullah dijo fuera lo que se reveló.

Sin embargo, ‘Abdullah malentendió al Profeta al aprobar el cambio de las palabras del Corán de ‘Abdullah. Entonces, ‘Abdullah salió fuera del Islam y afirmó: “Muhámmad no sabe lo que dice. Yo le dí por escrito lo que quería. Dios me revela como a Muhámmad”. Después, se escapó de Medina por la noche. Cuando llegó a Meca, declaró su retorno a la idolatría, con el argumento de que podría distorsionar el Corán.

La otra narración dice que cuando el capítulo de Al-Mu’minun fue revelado, el profeta Muhámmad recitó desde el principio del capítulo hasta “A continuación, él se convirtió en otra creación”, antes de recitar (en árabe) el siguiente verso: “Bendito sea Allah, el mejor de los creadores”. (al-Mu’minun 23:14) ‘Abdullah le interrumpió y, lleno de deslumbramiento y asombro por la descripción detallada de la creación del hombre, dijo: “Bendito sea Dios, el mejor de los creadores”. En respuesta, el Profeta dijo: “Se me reveló al igual que has dicho”. Entonces, ‘Abdullah comenzó a dudar se dijo: “Si Muhámmad es veraz, Dios se revela a mí también. Si es falso, aquí estoy diciendo algo así como lo que dice”. Acto seguido, se convirtió del Islam a la idolatría y escapó a Meca.

Sobre ’Abdullah Ibn Abu Al-Sarh, se reveló, entre otros, el siguiente verso:

“¿Y quién es más injusto que quien inventa una mentira sobre Allah o dice: Yo he recibido la inspiración, cuando no se le ha inspirado nada; y dice: [Los eruditos afirman que es a ‘Abdullah a quien se hace referencia en la siguiente parte del versículo] Haré descender algo similar a lo que Allah hace descender?” (Al-An’am 6:93)

Cuando un hombre Ansari, probablemente Abbad Ibn Bishr, se enteró de eso, juró que si Allah le permitiera matar a ‘Abdallah Ibn Abu Al-Sarh, le pasaría por la espada. En el día de la conquista de Meca, ‘Abdullah se volvió a Uzman Ibn Affan, su hermano de leche, para pedir su intercesión.

Entonces, `Uzman lo llevó ante el profeta Muhámmad y dijo: “Oh Mensajero de Dios, este es `Abdallah Ibn Abu Al-Sarh que viene mientras mostrando arrepentimiento y pesar”. Entonces, el profeta Muhámmad se dio la vuelta. Cuando el Ansari se enteró de eso, fue mientras se ceñía la espada. Rodeó a ‘Abdullah mientras miraba al Profeta, a la espera de un guiño. Después de algún tiempo, el profeta Muhámmad extendió su mano y luego ‘Abdullah le juró lealtad.

Después de que ‘Abdullah dejara al Profeta, este le dijo al Ansari, “Por Dios, esperaba a pudieras cumplir tu promesa”. El hombre respondió: “Oh Profeta de Dios, temía tú reacción. ¿Por qué no me guiñaste?” El Profeta respondió: “Un profeta no debería guiñar”.

Aunque ‘Abdallah Ibn Abu Al-Sarh regresó a las filas del Islam después de su arrepentimiento, no podía mostrar su cara al Profeta. Más bien, él trataba de escapar de él. Si él se encontraba con el Profeta, no podía mirarlo directamente a los ojos por vergüenza.

Así ‘Uzman le dijo al profeta Muhámmad: “Por mi padre y por mi madre. Ibn Abi Al-Sarh escapa cada vez que te ve” El Profeta sonrió y dijo: “¿No acepté su promesa de lealtad y le protejo?” ‘Uzman respondió: “Si, oh Mensajero de Dios, pero aún recuerda la grave ofensa que causó al Islam”. El Profeta dijo: “Sin duda Islam destruye lo que le precedió”.

Entonces, ‘Uzman volvió a ‘Abdullah y le habló de eso. A partir de entonces, se atrevió a saludar al profeta Muhámmad si se encontraba con él. Posteriormente, se convirtió en un buen musulmán.

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Referencias:

1- El Corán (Sahih Internacional de la Traducción)

2- Al-Mu`jam Al-Kabir, por At-Tabarani

3- As-Sirah An-Nabawiyah, por Ibn Ishaq

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