Día uno de Muharram

Desierto total

El Profeta Muahammad y sus compañeros emigraron de Meca a Medina

Se inicia el año 1440 Hiyri.

Algunas reflexiones sobre la Hégira y resumen de la historia.

Hoy ha comenzado el mes de Muharram. El mes que abre el año lunar del calendario musulmán. Hemos entrado, concretamente, en el año 1440 de la hégira.

Y con eso, volvemos al gran evento de la hégira. Han pasado 1440 años desde que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, emigró desde su ciudad natal, Meca, a la ciudad de Medina.

Con este importante acontecimiento se marcaba el punto en la historia que iba a cambiar el curso de la humanidad. Este gran evento es la Hiyrah, en árabe. La palabra que se ha adoptado en el idioma español es “hégira”.

En estos días no podemos evitar pensar en tan notable viaje. Pensamos y recordamos la emigración del Profeta Muhammad, que Allah le dé Su gracia y paz, y sus compañeros.

El suceso de la hégira marcó un antes y un después.

Fue el punto de inflexión que puso en claro la diferencia entre el paganismo de los incrédulos que querían acabar con la religión y la adoración al Creador Único y la sinceridad de los creyentes que querían establecer el último mensaje divino revelado por Allah.

Los musulmanes estaban siendo extremadamente oprimidos, atacados, perseguidos y torturados. Habían sufrido un largo boicot de tres años. Habían sido objeto de innumerables injurias, insultos, daños, agravios, ofensas y humillaciones.

La situación había pasado a ser insostenible. Los idólatras de Quraish habían pasado de perseguir a los musulmanes con intención de atormentarlos y atosigarlos a ir a por ellos decididos a acabar con ellos por completo. Habían decidido ya ir a por el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le dé paz. Los notables de la ciudad de Meca habían resuelto que iban a intentar el asesinato de Muhammad. Nada más alejado de la realidad, puesto que Allah iba a proteger y guardar a Su último mensajero, por encima de los planes y maquinaciones de los idólatras de Quraish.

En el Corán leemos:

Quieren apagar la luz de Allah con sus bocas. Pero Allah completará Su luz, aunque lo detesten los incrédulos”. (Surat as-Saff, 61:8).

El Profeta y sus compañeros se vieron forzados a emigrar, para poder practicar el Islam y para poder establecerlo en una tierra donde nos les perseguían con intención de matarlos.

Llegaron a la ciudad de Yazrib, que el Profeta Muhammad renombró con el nombre de “Medina”, cuyo significado es precisamente “ciudad”. Concretamente, el nombre completo, fue “Al Madina al Munawwarah”, que viene a significar: La ciudad iluminada.

Iluminada con la luz del Islam, con la luz de la guía del último mensaje revelado y la adoración pura al Creador.

En Medina, el Profeta y los musulmanes pudieron realmente establecer el Islam y formar, por primera vez, una sociedad justa, limpia, sincera… en definitiva una sociedad donde el Islam estaba verdaderamente implementado.

Esto pudo hacerse una realidad gracias a la hégira, al emigrar del Profeta y, a continuación, del resto de sus compañeros.

La Hiyrah sigue siendo necesaria en estos tiempos, sobre todo en el sentido figurado, uno debe emigrar de lo malo a bueno, de lo sucio a lo puro, de la oscuridad a la dificultad, del extravío a la guía.

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