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La importancia de cumplir la palabra y los tratos

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El cumplir los tratos y pactos es una de las cualidades más valiosas

El Profeta Muhammad cumplía su palabra.

Se narran, a continuación, dos transmisiones recogidas en la colección de Muslim, en las que se muestra cómo el Profeta Muhammad cumplía su palabra y, en concreto, cómo cumplió su trato con los Quraish de Meca en lo relacionado al pacto firmado en Hudaibiyyah.

Ambos hadices se encuentran en el capítulo de:

La crónica de lo ocurrido en Hudaibiyyah y el pacto del Profeta, que Allah le bendiga y le dé paz, con los Quraish.

Al-Bará ibn ‘Áżib, que Allah esté complacido con ambos[1], transmitió que cuando restringieron al Profeta, que Allah le bendiga y le dé paz, de la entrada a La Casa[2], la gente de Meca hizo un pacto con él para que pudiera entrar y permanecer en ella tres días; con la condición de hacerlo con las armas enfundadas, tanto espadas como similares. También con la condición de no sacar de Meca a nadie de su familia, ni impedirle a nadie de quien llegara con él y deseara quedarse en Meca hacerlo.

(El Profeta, que Allah le bendiga y le dé paz) le dijo a Ali: “Escribe las condiciones que habrá para ellos y nosotros:

En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.

A continuación, se detalla lo que ha determinado/concluido Muhammad, Mensajero de Allah (que Allah le bendiga y le dé paz)”.

Los idólatras, en ese momento, le dijeron: “Si supiéramos que eres el Mensajero de Allah te seguiríamos. De modo que escribe ‘Muhammad, hijo de Abdullah’”.

Le ordenó entonces a Ali que lo borrara.

Ali dijo: “No, por Allah, no seré yo quien lo borre”.

El Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le dé paz, dijo: “Muéstrame dónde está”. Se lo mostró y lo borró él.

Escribió: ‘el hijo de Abdullah’. Luego permaneció el Meca tres días, y cuando estaban en el tercer día le dijeron (los Quraish) a Ali: “Éste el último día de lo que ha acordado tu compañero, así que mándale que salga”.

Ali le informó acerca de esto y dijo: “Es cierto”. Y salió.

El siguiente hadiz:

Anas ibn Malik, que Allah esté complacido con él, relató que cuando estaba la gente (los compañeros del Profeta) regresando de Hudaibiyyah, y estaban sumidos en tristeza y desolación, y había sacrificado (el Profeta) las ofrendas en Hudaibiyyah (sin haber podido hacerlo en Meca) se reveló (al Mensajero de Allah): «Te hemos dado una clara apertura. Para que Allah te perdonara» y hasta las palabras de Allah: «…un gran triunfo»[3], entonces dijo: “Se me ha revelado una aleya que es para mí más amada el que este mundo entero”.


 

[1] Es decir con Al-Bará y con su padre ‘Áżib.

[2] La Casa Inviolable de Allah (La Ka’bah) y la ciudad de Meca en general.

[3] Se trata del principio del sura de Victoria (Al Fath) y dice así: «Te hemos dado una clara apertura. Para que Allah te perdonara tus faltas pasadas y las que pudieran venir, completara Su gracia contigo y te guiara a un camino recto. Y para que Allah te auxiliara con un auxilio definitivo. Él es Quien hizo descender el sosiego a los corazones de los creyentes para afianzar su creencia. Ya a Allah pertenecen los ejércitos de los cielos y de la tierra. Allah es Conocedor, Sabio. Para hacer entrar a los creyentes y a las creyentes en jardines por cuyo suelo corren los ríos, donde serán inmortales. Y cubrir sus malas acciones. Eso es ante Allah un gran triunfo

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