La virgen Maria

Owais Al-Karni y la Humildad

Humildad

La humildad es una de las cualidades más valiosas

El Mensajero de Allah, que Allah le dé Su gracia y paz, les dijo a Umar ibn Al Jattab y a Ali ibn Abi Talib: “Cuando veáis a Owais Al-Karni, pedidle que haga dua (por vosotros)”. El dua es la súplica que el musulmán hace a Allah para pedirle lo que necesita o desea. Si usas la lógica: ¿quién era Umar? ¿quién era Ali? y ¿quién era Owais? Umar y Ali son personas que creyeron cuando estaban en Meca, cuando todos estaban abandonando al Profeta Muhammad, que Allah le conceda Su gracia y paz. Ellos son de los que dejaron sus familias y casas, y emigraron a Medina. Ellos son de los que lo abandonaron todo para estar con el Mensajero de Allah. Ellos son muyahidin (luchadores) y muhayirin (emigrantes). Sus familias son familias de shuhada (mártires) Sin embargo, el Mensajero de Allah les dice que le pidan a alguien a quien no conocen que haga dua por ellos.

Owais estaba viviendo en Yemen, y él ni siquiera era técnicamente un sahabi (un compañero del Profeta Muhammad). Un sahabi es alguien que fue contemporáneo al Mensajero de Allah, creyó en él (es decir, se hizo musulmán) y lo vio en persona. El Profeta le dice a Umar ibn Al Jattab y a Ali ibn Abi Talib: “Cuando veáis a Owais Al-Karni, pedidle que haga dua (por vosotros)”. Si ellos hubieran usado la lógica, podrían haber dicho: este hombre no es un sahabi, no estuvo en la Batalla de Badr, no es muyahid ni muhayir, y no ha hecho muchas de las cosas que nosotros hemos hecho. Podrían haber dicho: ¿Por qué iba el Profeta a decirnos que le pidiéramos a este hombre que hiciera dua por nosotros? ¿Por qué no hace dua por nosotros el Profeta directamente?

 

La creencia verdadera, el Iman completo y real es absoluta humildad y absoluto adab. Es creer que Él, exaltado sea, tiene el poder de hacer todas las cosas. Allah le dio a Owais algo que ellos no tenían. Umar ibn Al Jattab y a Ali ibn Abi Talib esperaron a Owais con un absoluto adab, con total cortesía y, cuando le vieron, le pidieron que hiciera dua por ellos.

Esta es la humildad de los Sahaba, de los compañeros del Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y conceda paz.

Ellos son nuestro ejemplo a seguir, después del propio Profeta, porque son como estrellas por cualquiera de las cuales puedes guiarte correctamente, tal y como dijo también el Mensajero de Allah. Y así se comportaban ellos. Dos de los grandes hombres de la humanidad. Dos de aquellos a los que se les había anunciado el Jardín estando en vida.

Y, fijaos, cómo hicieron caso a la indicación del Profeta, la paz sea con él, y cómo acudieron, humildemente, a ver a Owais, para pedirle que suplicara a Allah por ellos.

Ese es el ejemplo y ese es el camino a seguir.

Con gente con comportamientos y conductas así el mundo cambiará e irá a mejor.

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