La vida de este mundo no es estable y fija, contienen numerosas pruebas.

Bashir Castiñeira

Nos encontramos hoy en día con mucha gente que se queja de su situación, de las dificultades que han de soportar, de las tribulaciones de la vida.

La realidad es que esta existencia está llena de pruebas que tenemos que ir superando. El Creador ha querido que en esta vida tengamos que pasar estos exámenes.

Los profetas y mensajeros fueron los que más y mayores pruebas tuvieron que sufrir.

El Profeta Muhammad, la paz sea con él, dijo:

“Los que tienen las pruebas más duras son los profetas”.

Y si nos fijamos en las vidas de muchos de los profetas, vemos que, efectivamente, tuvieron que soportar grandes y duras pruebas. Desde Moisés y sus historias con los hijos de Israel, hasta Jesús, y el último de los mensajeros, Muhammad, la paz sea con todos ellos.

En el Corán, en las aleyas 155 y 156 de la Sura de la Vaca, encontramos:

Os pondremos a prueba con algo de temor, hambre, poca riqueza, vida y frutos. Da la buena noticia a los que tengan paciencia, aquellos que, cuando les ocurre una desgracia dice: Somos de Allah y a Él hemos de volver. (Al Baqarah 155-156)

Pero, la Misericordia de Allah es inmensa. Fijaos como sigue la aleya: وبشر الصابرين

Da buenas noticias a los que tienen paciencia / los perseverantes.

De manera que Allah nos informa de que el éxito y el triunfo serán para los pacientes ( صابرون), los firmes, los perseverantes, para aquellos que en el momento de la dificultad y en los tiempos difíciles, tienen esperanza en la Misericordia de Allah y tienen paciencia.

Al principio de la Sura de la Soberanía, encontramos:

“Bendito sea Aquel en cuyas manos está la Soberanía y es Poderoso sobre todas las cosas. Quien creó la muerte y la vida para probaros y ver cuál de vosotros sería mejor en obras. Y es el lrresistible, el Perdonador”. (Sura de la Soberanía 67:1-2)

Está claro, por lo tanto, que el Creador nos pone pruebas en nuestro paso por este mundo.

Sin embargo, no todo es dificultad y sufrimiento. La vida de este mundo no es estable y fija. Está sujeta a cambios continuos. Está en alternación constante, entre la dificultad y la facilidad.

En el Sura del Sharh, encontramos:

Porque es cierto que junto a la dificultad hay facilidad. Sí, junto a la dificultad hay facilidad.

Imam al Qurtubi (رحمه الله), el famoso comentarista andalusí del Corán, en su tafsir dice, explicando esta aleya: “Esto significa que después de la adversidad (o dificultad) habrá expansión y riqueza. Y luego, repite la oración nuevamente para darle mayor afirmación, fuerza y énfasis”.

El ser humano está expuesto a las pruebas de los dones algunas veces y a las pruebas de las desgracias y las cosas que no van según sus planes, en otras ocasiones. Y todo esto se debe a una sabiduría que pertenece al Señor de los Mundos y que solo Él conoce.

Y no es necesariamente un signo de preferencia y aceptación el hecho de que Dios dé facilidad, provisión y dones en esta vida a alguien; así como no es necesariamente un signo de castigo o maldición el hecho de que uno esté sometido a dificultades, adversidad y dificultad.

Puede ser que Dios le dé al incrédulo y transgresor tranquilidad y consuelo en esta vida, sin embargo, Él le haya preparado un duro castigo en la próxima.

Y puede ser que el creyente, correcto y bienhechor, esté expuesto a grandes pruebas y en situaciones difíciles y penurias en este mundo, sin embargo, en la otra vida, se le haya preparado la recompensa del Paraíso, y que todo lo que haga al tener paciencia antes de esas pruebas sea en aumento de su recompensa. De hecho, los profetas y mensajeros son una prueba clara, como hemos dicho anteriormente. Ellos fueron sometidos a las pruebas más difíciles. Y esto lo confirma el Profeta Muhammad, la paz sea con él, en su dicho, citado antes.

Narraron Abu Sa’id Al-Khudri y Abu Hurairah que el Profeta dijo:

“No hay fatiga, ni enfermedad, ni dolor, ni tristeza, ni dolor, ni angustia que aflija a un musulmán, incluso el pinchazo que recibe de una espina, sin que Allah expíe algunas de sus faltas por ello. ” (Al Bujari, Hadiz: 7.545)

La posición del creyente sincero y que tiene confianza plena en su Creador y Sustentador, ante las situaciones de dificultad, debe ser una de paciencia y aceptación. Uno debe contentarse con el decreto que Dios ha escrito para él y tratar de mantenerse en dichas situaciones con entereza y firmeza, así como agradecido a Dios por los innumerables dones que Él nos da continuamente.

En el Corán encontramos la siguiente aleya:

“Si tratáis de enumerar los dones de Allah no podréis contarlos, es cierto que Allah es Perdonador, Compasivo”. (Sura de la Abeja  16:18).

Y en el Sura de Abraham, en la aleya 7, leemos:

“Y cuando os anunció vuestro Señor: Si sois agradecidos, os daré aún más, pero si sois desagradecidos…Es cierto que Mi castigo es intenso”. (Sura Abraham 14:7)

Por lo tanto, la gratitud solo trae incremento y abundancia. El agradecimiento al Creador puede llegar a hacerse difícil en los momentos de pruebas y tribulaciones, pero si el siervo es capaz de superarlos con aguante y paciencia, entonces conseguirá alcanzar esa elevada estación de la paciencia y el agradecimiento reales.

Recordemos el conocido dicho del Profeta Muhammad, la paz sea con él, en el que dijo:

“Qué extraordinario es el caso del creyente, todos sus asuntos salen bien, y eso no le pasa más que al creyente. Si le toca algo bueno lo agradece y en eso hay bien para él. Y si le aflige alguna dificultad, tiene paciencia y eso es bueno para él”. (Hadiz recogido por Muslim).

Esta es la realidad de la vida de este mundo. Está llena de regalos y también de pruebas, que debemos superar con paciencia, tal y como hicieron nuestros ejemplos y modelos, los profetas que nos han enseñado la manera de actuar: Noé, Abraham, Moisés… y acabando con los dos últimos: Jesús y Muhammad, que la paz sea con todos ellos.