La virgen Maria

Reflexionar acerca del significado del Corán

Corán

El Glorioso Corán está repleto de signos, sabiduría, leyes, pruebas, instrucciones y milagros.

Uno de los procedimientos internos a los que uno se debe atener cuando lee el glorioso Corán es reflexionar acerca del significado de las palabras y los versículos coránicos. Cuando uno lee el Corán, se recomienda que piense en el significado y la importancia de lo que lee. Allah, exaltado sea, ha revelado el Corán para que se pueda reflexionar sobre él y se pueda entender. En este sentido, el Corán dice:

Es un Libro bendito que te hemos hecho descender, para que mediten sus signos y para que recuerden los que saben reconocer lo esencial. (Sad 38:29)

Además, Allah, exaltado sea, invita a la gente a reflexionar sobre el glorioso Corán cuando dice:

¿Es que no han reparado en el Corán? Si procediera de otro que Allah, encontrarían en él muchas contradicciones. (An-Nisa 4:82)

¿Acaso no meditan el Corán, o es que tienen cerrojos en el corazón? (Muhammad 47:24)

 En su Jami` Al-`Ilm, Ibn `Abd AI-Barr relató con la autoridad de Ali (que Allah esté complacido con él) que dijo: “No hay bien en adorar sin consciencia, ni en el conocimiento sin entendimiento, ni en recitar sin contemplar”.

Ibn Abbas (que Allah esté complacido con ambos) dijo: “En mi opinión, es mejor leer el glorioso Corán en un mes que leerlo en quince días, y leerlo en quince días es mejor que leerlo en diez días, y leerlo en diez días es mejor que leerlo en siete días, siempre y cuando pueda reflexionar (sobre el significado de los versículos) e invocar (a Allah)”. (Musannaf Ibn Abi Shaybah)

Al parecer, leer el glorioso Corán lentamente sienta las bases de la contemplación, que es el objetivo primario de leer el Corán. El glorioso Corán, de acuerdo con M. S. Ar-Rafi`i, consiste en palabras de luz.

Allah, exaltado sea, dice:

[Este es] un libro cuyos signos se han hecho con perfección y luego han sido clarificados por un Sabio, Conocedor de lo más recóndito. (Hud 11:1)

 El glorioso Corán es descrito más a fondo en un hadiz del profeta de la siguiente manera:

El Profeta (la paz sea con él) dijo: “El Corán consta de innumerables maravillas. Quien hable basándose en él, será verídico; quien juzgue basándose en él, será justo; quien actúe de acuerdo a él, será recompensado (por Allah); y quien llame a él, será guiado al camino recto”. (At-Tirmidhi)

El glorioso Corán está repleto de signos, sabiduría, leyes, pruebas, instrucciones, y milagros. Por ello, pensar profundamente y contemplar cuando se lee el Corán es la única manera de absorber estos contenidos. Si un recitador del glorioso Corán necesita repetir los versículos coránicos para entender y reflexionar acerca de ellos, se recomienda que lo haga. Esta es la práctica del profeta (la paz sea con él), de los compañeros (que Allah esté complacido con todos ellos) y de los primeros musulmanes.

En este contexto, Abu Dharr (que Allah esté complacido con él) relató: “Una noche, el mensajero de Allah (la paz sea con él) nos dirigió en la oración de vigilia, en la cual recitó este versículo durante toda la oración:

Si los castigas… Son tus siervos; y si los perdonas… Tú eres ciertamente el Poderoso, el Sabio. (Al-Maida 5:118)”

De la misma manera, Tamim Ad-Dari hizo oración durante toda la noche repitiendo el siguiente versículo:

¿O es que piensan los que tienen en su haber malas acciones que los consideramos como a los que creyeron y practicaron las acciones de bien, y que su vida y su muerte serán iguales? ¡Malo es lo que juzgan! (Al-Yaazia 45:21)

Ibrahim ibn `Alqamah dijo: “Hice la oración junto a Abdullah (ibn Mas’ud) cuando recitó desde el principio de Surat Taha hasta que repitió el siguiente versículo tres veces:

Y di: ¡Señor! Increméntame en conocimiento. (Taha 20:114)”

Hablando de su madre, `Urwah ibn Az-Zubayr dijo: “Una vez, entré en la presencia de Asma’ bint Abi Bakr cuando estaba rezando y recitaba el versículo coránico que dice:

Y Allah nos ha favorecido y nos ha librado del castigo del fuego extremo. (At-Tur 52:27)

Después me quedé un buen rato, y luego me fui al mercado y volví más tarde mientras ella seguía repitiendo el mismo versículo”. (Ahmad)

`Amir ibn Qays, de manera parecida, una vez comenzó la oración de la noche con Surat Ghafir hasta que llegó al versículo que dice:

Y adviérteles [Oh Muhammad] del día inminente en el que los corazones llegarán a la garganta angustiados. Los injustos no tendrán ningún amigo ferviente ni ningún intercesor que pueda ser obedecido. (Ghafir 40:18-19)

Lo repitió hasta el amanecer”.

Los sucesores rectos como Sa`id ibn Jubayr y Ar-Rabi` ibn Khaytham estaban acostumbrados a esta práctica. Abu Sulayman Ad-Darani dijo: “Yo solía recitar y reflexionar sobre un solo verso coránico en la oración de la noche durante cuatro o cinco días. Aún así, si no paraba de reflexionar sobre ese versículo, no pasaba al siguiente”.

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