El Decreto (Qada) y la Ordenanza (Qadar) – Parte 2

En este artículo se completa la clase impartida por el erudito Saíd Ramadan Al Buti acerca del tema del Decreto y la Ordenanza, según lo hemos traducido, y tan oportuno en estos días de preocupación, miedo y, en algunos casos, histeria colectiva que está viviendo el planeta, a causa de la expansión del famoso coronavirus.

 

Por: Dr. Muhammad Saíd Ramadan Al-Buti
decreto coronavirus qadar

No es posible que una persona use el Decreto como excusa.

¿Cuál es el significado de Qaḍā’ (decreto)?

Qaḍā’ es el conocimiento de Allah, Poderoso y Majestuoso, de todo lo que le sucede a una persona y todo lo que hace, ya sea trate de asuntos que le son obligatorios o de materias en las que tiene elección. El conocimiento de Allah, Poderoso y Majestuoso, de lo que haré y lo que me sucederá a mí, en el pasado y en el futuro, este conocimiento está registrado en un libro al que solo Allah tiene acceso. Esto es lo que se llama Qaḍā’.

¿Cuál es el significado de Qadar (ordenanza)?

(Qadar) es la ocurrencia real de lo que Allah, Poderoso y Majestuoso conoce de acuerdo con Su conocimiento. Entonces, si Allah sabe que voy a morir en tal o cual fecha, en tal y tal día y en tal y tal hora; esto es Decreto. Cuando realmente muero en esa fecha, eso es su ordenanza (Qadar), y este es uno de los asuntos en los que no tengo elección.
Un ejemplo de un asunto en el que tengo elección sería el conocimiento de Allah, Poderoso y Majestuoso, de que iba a dar estas conferencias durante un cierto número de días y de una manera específica; Él sabía eso y lo grabó en el no-visto. Esto es Decreto. Entonces, cuando estas conferencias tienen lugar y las pronuncio, como Allah, Poderoso y Majestuoso, sabía que lo haría, esto es ordenanza (Qadar).

Por lo tanto, declararé de nuevo que el decreto es el conocimiento de Allah de todo lo que sucederá en el universo y cada evento que le sucederá a las personas, ya sea que tengan elección en ello o no.
Entonces, si sabemos que esto es Decreto: ¿cuál es la relación entre el decreto y la compulsión? ¿Tiene un humano el derecho de decir «Allah ha decretado tal y tal cosa para mí y no tengo otra opción. No puedo elegir por mí mismo?».
No, no, no es posible que una persona use el Decreto, y sabemos lo que significa, como una excusa. No es posible que una persona use el Decreto como excusa y diga algo como esto.

Entonces, si queremos explicar esto más a fondo: el decreto (Qaḍā’) es el conocimiento de Allah. Los estudiosos dicen: «El conocimiento es un atributo que revela, no un atributo que influye». En otras palabras, el conocimiento es como los faros de un automóvil. Cuando enciendes las luces delanteras de un coche, esta luz te mostrará el camino tal como es en realidad; te mostrará la recta como recta, lo curvo como curva, lo pavimentado como pavimentado y el camino que está lleno de baches y ondulaciones tal y como es. Los faros te muestran las cosas tal y como son en realidad. El atributo de conocimiento es similar a esta luz. Es un atributo que revela, no un atributo que influye.

Allah, Poderoso y Majestuoso, creó al hombre, le concedió la mente y le otorgó la opción y la capacidad de tomar decisiones. Allah, siendo el verdadero Dios, definitivamente sabe lo que elegiré por medio de mi absoluta libertad de elección, lo que haré; y cuando cometeré un acto prohibido y cuando Le obedeceré, Glorificado y Exaltado. Allah sin duda sabe esto de mí. Por lo tanto, Allah sabe que yo, a mi elección, haré tal o cual cosa. Por lo tanto, ¿cuándo tengo derecho a decir que me he visto obligado a hacer esto? ¿Que Allah sepa lo que elegiré significa que me he convertido en una persona obligada? Este es un tipo de ilusión, o contradicción, o una falta de conocimiento por parte del hombre cuando imagina que el asunto es así.

Veamos un ejemplo que está relacionado con la vida de las personas para aclarar el significado de lo que estoy diciendo. Un profesor, por ejemplo, en una escuela o una universidad, tiene un alumno. Este maestro, porque es un genio y muy erudito e inteligente, piensa en este estudiante y espera que suspenda debido a su pereza y negligencia. El docente registra en su libro que este alumno es flojo y negligente. Con toda probabilidad, no tendrá éxito y no pasará. Más tarde, este estudiante de hecho suspende la clase, tal como el maestro había previsto debido a la pereza del estudiante. ¿Podría entonces este estudiante decirle a su maestro: «Dado que tú sabías que soy un estudiante perezoso y que nunca aprobaría y pasaría, eres así la causa de mi pereza y fracaso; no deberías hacerme responsable por nada porque no tuve elección?».
¿Tiene este estudiante el derecho de decir algo como esto? Por supuesto que no. Si este estudiante dice tales palabras a su maestro, será castigado. El maestro le contestará simplemente: Sabía, basado en mi conocimiento, mi experiencia y por mi discernimiento que elegirías la pereza y la negligencia; y en consecuencia, suspenderías debido a tu negligencia, no porque yo te hubiera obligado a hacerlo.

Si esto es algo que las personas pueden entender lógicamente en sus relaciones, es similar a las cuestiones relacionadas con el Conocimiento de Allah. Él me creó en este universo y me dio poderes y habilidades. Él me dio libre elección y capacidad para tomar decisiones. Allah sabía lo que yo elegiría, por lo que registró esto en Su conocimiento eterno. Esto se llama decreto (Qaḍā’). En cuanto a la ordenanza (Qadar), es la ejecución real de estos eventos, de acuerdo con el conocimiento de Allah, Glorificado y Exaltado.
Hay cosas que, definitivamente, están incluidas en el decreto de Allah, Poderoso y Majestuoso, sobre las que no tengo elección. Por ejemplo, Allah sabía de antemano que estaría enfermo en un día específico, que me caería y sufriría una cierta aflicción, que moriré en un día específico, o dormiré o me despertaré en una hora específica; todas estas cosas están en el conocimiento de Allah, Poderoso y Majestuoso. Sin embargo, estas cosas no están dentro del alcance de nuestras elecciones, por lo que Allah no nos hará responsables de ellas, porque Allah no responsabiliza al hombre, excepto por lo que está en la esfera de sus habilidades y los asuntos en los que tiene elección. Este es el significado del decreto y la ordenación.
Sin embargo, siempre hay una cadena de preguntas en la mente de las personas, así que vamos a responderlas una a una.
Alguien puede decir: Esto suena bien, pero la acción que llevo a cabo, como realizar la oración (ṣalāt), o beber vino, ¿quién ha creado esta acción en sí misma? ¿No es Allah el Creador de todo?
La respuesta es: sí, Allah es el Creador de todo. Por lo tanto, si Allah es el Creador de todo, creó la acción de mi oración, también creó la acción de mi consumo de alcohol; buscamos el refugio en Allah de esto. Entonces, mi caminar hacia la Mezquita y mi caminar a lugares de desobediencia fueron creados por Allah. Por lo tanto, volvemos al mismo problema: ¿cómo Allah me hace responsable de las obras que Él ha creado?

Leamos la respuesta a esto cuidadosamente:

Allah es de hecho el Creador de todo y nuestras obras son creadas por Él, pero ¿en qué sentido? Cuando pretendo escribir algo, quien me da el poder para sostener la pluma es Allah. El que me da el poder de mover mi mano para escribir es Allah. El que hace que la sangre fluya en mis venas para permitir que mi mano también se mueva es Allah. En consecuencia, debo decir que Allah creó la escritura real. Del mismo modo, el que me da el poder de levantarme y realizar los movimientos de la oración es Allah, Poderoso y Majestuoso. Por lo tanto, Allah es el Creador de mi obra.

Sin embargo, decir que Allah es realmente el Creador de las acciones del hombre no es lo mismo que decir que lo es de la originación de la acción. No es lo mismo que la acción que emerge de la no existencia a la existencia. Debe haber un motivo para esta acción que ha sido creada por Allah. ¿Cuál es este motivo? Es mi inclinación a hacer la oración o escribir algo. Es mi decisión que tomo la responsabilidad de ir a hacer la oración en la mezquita. Esta decisión interna y determinación provienen de mí y han sido regaladas por Allah, Poderoso y Majestuoso. Allah legó en mi entidad un secreto que se llama el secreto de la motivación, la intención y la determinación. Disfruto de estas cosas. Por lo tanto, cuando Allah está velando sobre mí, ve los corazones y sus secretos. Cuando Allah ve que tenía la intención de ponerme de pie y orar; Allah ve este tipo de intención que se ha completado en mi corazón y mi mente y, por lo tanto, Allah creará el poder en mí. Me permitirá ponerme de pie y mover los nervios y la sangre correrá por mis venas para crear el acto apropiado que esté en concierto y sea compatible con mi intención de haber elegido libremente.
Por lo tanto, la recompensa en el Día del Juicio no es por el hecho material creado por Allah, sino que la recompensa es por la determinación que se originó en mí (la intención y la determinación de hacer la oración). Esta intención y resolución es la razón por la cual hay recompensa por actos de obediencia y la razón de que hay castigo por malas acciones.

 

Fuente: http://www.naseemalsham.com/ Traducido por NewMuslim.net y editado editado por Islam For Christians Es.

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