El mandamiento más importante de Jesús

mandamiento Jesús

Dijo Jesús: “Ell Señor nuestro Dios, el Señor es Uno”.

En la época de Jesús había un que hombre era maestro. Enseñaba la Ley de Moisés. Le impresionó ver a Jesús responder las preguntas de hipócritas y herejes con sabiduría:
“Uno de los maestros de la ley vino y les oyó debatir. Notando que Jesús les habían dado una respuesta buena, él le preguntó: ‘De todos los mandamientos, ¿cuál es el más importante?’”
Sentía que era su oportunidad de preguntarle a Jesús, el Gran Maestro, cuál era el mandamiento más importante, cómo podría salvarse, entrar en la vida y el Reino de Dios.
Ahora, nosotros necesitamos dejar de lado todos nuestros prejuicios, todo lo que nosotros hemos aprendido en las escuelas de catequesis, y todas las enseñanzas de hombres mortales. Todos los que aman a Jesús deben permitirle hablar:

“El más importante – dijo Jesús – es: ‘Oye, Oh Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es Uno’. Amen al Señor su Dios con todo su corazón y con toda su alma y con toda su mente y con toda su fuerza.”

Una gran respuesta a una gran pregunta: acepta al Señor nuestro Dios que es Único, ámalo, y ríndele culto sincero sólo a Él.
Jesús no había concluido. Tenía más para enseñar. Obviamente Jesús estaba enseñándole todo lo que él necesitaba para entrar al Reino de Dios. Jesús agregó:
“… El segundo es: ‘ama a tu prójimo como a ti mismo’.”

El Gran Maestro aclaró aún más:
“No hay mandamientos más importantes que éstos.”
El hombre que preguntó a Jesús repitió los mandamientos para asegurarse que los había aprendido bien:
“Bien, maestro”, el hombre contestó. “Tienes razón diciendo que Dios es Uno y no hay ningún otro dios excepto Él…” (Marcos 12:32)
Jesús vio que el hombre había aprendido correctamente el mandamiento más importante y le dio las buenas noticias:

Cuando Jesús escuchó que había contestado sabiamente, le dijo: ‘No estás lejos del reino de Dios.’” (Marcos 12:34)

Hay algunas lecciones significativas en esta historia:
Primero, Jesús enseñó al hombre más de lo que este preguntó, sin embargo, no dijo que él era el hijo de Dios, o el Salvador enviado a redimir a la humanidad de sus pecados. No dijo nada ni remotamente similar a lo que algunas personas dicen al repetir que han ‘nacido de nuevo’ en Cristo: “Usted debe recibirme individualmente, acépteme como el Hijo de Dios, su Señor personal y Salvador que morirá en la cruz por sus pecados y seré resucitado. Permita que el Espíritu santo lo llene…”
Tome usted lo que Jesús dijo y saque lo que las personas que vinieron después han agregado.
Segundo, la salvación depende de este mandamiento. Jesús lo dijo claro cuando otro hombre se le acercó para aprender de él (Marcos 10:17-29). El hombre se hincó ante sus rodillas y dijo:

‘Buen maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?’” Jesús contestó: ‘¿Por qué me llama bueno? Nadie es bueno, excepto Dios (exclusivamente).’” (Marcos 10:17-18)

Y lo más importante de todo es que proclama y aclara que Dios es solo Uno. Que Allah no tiene ni hijos ni asociados, es Único.
El Corán más tarde afirma lo mismo:

“Y VUESTRO DIOS es el Dios Único: no hay deidad sino Él, el Más Misericordioso, el Más Compasivo” (Surat Al Baqarah, 2:163)

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