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Nueva Zelanda en el punto de mira

Nueva Zelanda

En este artículo se condena el ataque terrorista de Nueva Zelanda.

Un inmenso dolor es lo primero me viene a mi mente, siente mi corazón y expresan mis palabras. Mi más sentido pésame por un ataque atroz, brutal, despiadado. Como en todos los ataques de índole terrorista la rabia y la impotencia se apodera como sentimientos imperantes. No cabe explicación lógica ni razonamiento que pueda acompañar el suceso.

Las víctimas han sido personas que se disponían a  disfrutar de su celebración de los viernes como día grande para los musulmanes. Esta mañana se arreglaron y se dirigieron hacia la mezquita sin saber que les esperaba un terrible ataque. Gente que se unía en congregación con el único objetivo de cumplir con el mandato de Allah de asistir a la oración del mediodía.
Las detenciones que se han producido y las desfachatez de emitir prácticamente en directo el acto terrorista hará que empiecen unas investigaciones sobre las personalidades desviadas, radicales y antisociales de los atacantes.  Aparecerá el perfil del individuo solitario que se ha hecho a si mismo en internet y que ha vivido una realidad distorsionada pensando que vivía en un videojuego. Todo esto nos suena bastante pero debemos ir al fondo de la cuestión y aunque la rigurosidad como musulmanes nos impide señalar a nadie, no debemos obviar como nuestra sociedad del estado de derecho ha logrado ligar al terrorismo con los musulmanes y no solo criminalizar, sino poner en el punto de mira a un grupo humano tan relevante en el contexto mundial como es la comunidad musulmana.

Estaremos muy expectantes para ver si aparecen multitud de manifestaciones en las ciudades de todo el mundo con la presencia de lideres mundiales y con lazos de no se qué color puesto en la solapa. Y estaremos muy atentos al seguimiento que los medios hagan del suceso y debemos estar muy atentos a las investigaciones que hagan de los supuestos grupos instigadores o las motivaciones ideológicas.

Seguro que obtendremos un perfil ideológico sobre el que se fundamenta este acto y debemos prestar atención a este tipo de  movimientos que alientan estas ideologías  y que se están extendiendo por Europa y por el mundo como una plaga imparable con el beneplácito y el silencio atronador de gobiernos e instituciones internacionales.

Y sobre todo debemos estar muy atentos a la reacción de la comunidad musulmana que somos gente de orden y de justicia, que somos una comunidad equitativa y que llama al perdón. Esto es un ataque contra el Islam y contra los musulmanes y, una vez que ha llegado este momento, debemos hacer una profundad reflexión sobre la situación de la Umma, analizando las diferencias que los musulmanes hacemos prevalecer sobre la inmensidad de cosas que nos unen.

Los actos de terrorismo son terribles, sea cual sea el grupo, entidad o personas que lo sufren, pero no debemos caer en la provocación. Las reacciones viscerales no son buenas compañeras. Aprovechemos este momento para reflexionar como una comunidad unida, como una comunidad protectora, como una comunidad que quiere el bien para toda la sociedad, como una comunidad que expresa su deseo de aportar, con los mandatos del Islam, soluciones para una sociedad mejor.

Mis condolencias más sentidas para todos los fallecidos, heridos y todas y cada una de las personas que vivieron en la mañana de este Yumu’ah esta nefasta situación en Nueva Zelanda. Mi petición a Allah para que colme de bendiciones a todos ellos, otorgue a los fallecidos un lugar elevado en el Jardín, mi petición a Allah para que facilite una pronta recuperación a los heridos y mi petición a Allah para que llene de sosiego y paciencia a los que han vivido este suceso y a todos los familiares y allegados. Mi petición a Allah para que nos haga una Ummah unida y llena de certeza. Mi petición a Allah para que nos haga una comunidad de reflexión y de discernimiento. Mi petición a  Allah para que nos permita ser gente cuyo ejemplo está en la unión de la palabra y la acción.

El Día del Juicio verás la luz de los creyentes y las creyentes irradiar delante de ellos (según sus obras, y se les dirá): ¡Alegraos hoy con los jardines por donde corren los ríos, en donde viviréis eternamente! ¡Ése es el triunfo grandioso!“ (Surat Al Hadid, 57:12).

Malik A. Ruiz

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