La virgen Maria

¿Era el Profeta Muhammad iletrado? ¿Por qué?

luna, Muhammad

Allah (glorificado sea) reveló a Muhammad el Corán; un libro milagroso que asombró a la gente por su estilo inigualable y su perfección.

Allah Todopoderoso creó a los seres humanos y envió mensajeros para mostrarles Su camino y para advertirles sobre el otro camino. El último Mensajero fue el Profeta Muhammad (la paz sea con él), sobre quien fue revelado el Corán. Antes de la Profecía, Muhammad solía pasar días y semanas en reclusión en la cueva de Hira. Una vez, mientras estaba en esta cueva, la revelación vino a él. Aisha, la esposa del Profeta, nos narró la historia de la primera revelación al profeta. Dijo: “El comienzo de la inspiración divina al Mensajero de Allah tenía forma de buenos sueños, y luego el amor por la reclusión le fue otorgado. Solía permanecer en reclusión en la cueva de Hira, donde solía adorar (a Allah) de forma continua durante muchos días antes de desear ver a su familia. Dijo que el ángel vino a él y le pidió que leyera. El Profeta respondió: “No sé leer”. El Profeta agregó: “El ángel me agarró (violentamente) y me apretó con tanta fuerza que no podía soportarlo más. Entonces me soltó y otra vez me pidió que leyera y yo le respondí: “No sé leer”. Entonces, me agarró de nuevo y me presionó una segunda vez hasta que no pude soportarlo más. Entonces me soltó y otra vez me pidió que leyera, pero de nuevo le respondí: “No sé leer”. Entonces me agarró por tercera vez y me presionó, y luego me soltó y dijo:

¡Lee en el Nombre de tu Señor que ha creado! Ha creado al hombre de un coágulo. ¡Lee, que tu Señor es el más Generoso!
 (Al-‘Alaq 96:1-3) (Al-Bujari)

Entonces, la revelación continuó, y llegaron órdenes al Profeta Muhammad de que proclamase el mensaje y llamase a la gente a la adoración de Allah solo. El Profeta llevó a cabo este deber completamente, y comenzó a invitar a la gente a abandonar la adoración de ídolos y a adorar a Allah, el Altísimo.

Allah (glorificado sea) reveló a Muhammad el Corán; un libro milagroso que asombró a la gente por su estilo inigualable y su perfección. Los habitantes de la península árabe eran reconocidos por su elocuencia y la pureza su lenguaje. El Corán los desafió en lo que estaban bien versados, y los superó. Allah los desafió a llevar algo como el Corán o incluso un capítulo como uno de los capítulos del Corán, pero no pudieron. Se encontraron con que el Corán era inimitable en su estilo y elocuencia. Ibn Hisham relató que Abu Al-Walid Ibn `Utbah era bien conocido por su fluidez y elocuencia. Fue al Profeta (la paz sea con él) y trató de hacerle desistir, ofreciéndole dinero y una posición alta entre la gente. Cuando Abu Al-Walid terminó su discurso, el Profeta le recitó algunos versos del comienzo de la Sura Fussilat. Abu Al-Walid regresó impresionado por el estilo del Corán y dijo a su pueblo: “Por Allah, he oído algunas palabras como las que nunca había oído. Por Allah, no es poesía, ni magia, ni adivinación”.

El Corán también incluyó hechos científicos, históricos y filosóficos que eran desconocidos para los árabes en ese momento. Se habló de la creación de los cielos y la tierra, el principio de la vida y las historias de las naciones pasadas.

Los enemigos del Islam trataron de levantar acusaciones sin fundamento contra el Profeta, afirmando que el Profeta (la paz sea con él) no era analfabeto. Rechazando su profecía, querían probar que Muhammad era capaz de leer y escribir, y que leía las escrituras de las naciones antiguas y componía el Corán a partir de ellas. Trajeron como evidencia que durante el pacto de Al-Hudaybia la gente de Quraish se negó a escribir el título del profeta “Muhammad, el Mensajero de Allah” y pidieron que la quitaran. Entonces, él mandó a Ali sustituirlo por “Muhammad hijo de `Abdullah”, pero Ali se negó a borrarlo. Por lo tanto, el Profeta lo borró con su propia mano. Sostienen que el borrarlo significa que podía identificarlo y que era capaz de escribir y leer. Por otra parte, algunos de ellos dicen que el Profeta era capaz de reconocer su firma grabada en su sello.

En realidad, si revisamos otras narraciones de este suceso, llegaríamos a la verdad y obtendríamos la respuesta. En otra narración de la historia de Hudaybiyah, se transmite de que el Profeta le preguntó a Ali dónde estaba la palabra “el Mensajero de Allah” y Ali se lo dijo. Entonces lo borró.

En cuanto al sello del Profeta, en el que estaba inscrito su nombre, también es absurdo, porque todos aquellos que utilizan un sello para firmar son capaces de identificar su firma, pues es algo grabado en su mente como una imagen, especialmente para una persona inteligente como el profeta Muhammad (la paz sea con él).

Por otra parte, los innumerables milagros del Corán demuestran que es imposible para un ser humano atribuírselo a sí mismo, incluso si fuese la persona con más conocimiento del mundo. El hecho es tan simple como que Muhammad era un mensajero del Creador del universo y que el Corán no era su propia palabra, sino que fue revelado por Allah.

Cabe señalar que el analfabetismo del Profeta no es algo que difame al Profeta Muhammad (la paz sea con él), a quien Dios favoreció por encima de todos los seres humanos. Más bien, esto era por una sabiduría de Allah, Gloria a Él. Esto fue así para que la gente tuviese una fe firme en que el Profeta no compuso este libro por sí mismo, sino que le fue revelado. Dios Todopoderoso dice:

Antes de él ni leías ni escribía tu mano ningún libro. Si hubiera sido así, los que dicen falsedades, habrían tenido dudas. Por el contrario, en los pechos de aquellos a los que se les dio conocimiento, son signos evidentes.
Sólo los injustos niegan Nuestros signos. (Al-Ankabut 29:48-49)

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