La virgen Maria

‘Umar ibn al-Jattab

Umar

Umar era el Faruq, quien distinguía y por medio de él, Allah separó la verdad de la falsedad.

Su nombre

Su nombre completo era ‘Umar ibn al-Jattab ibn Nufail ibn ‘Abdu’l-‘Uzza ibn Riyah ibn Qurt ibn Razah ibn ‘Adi ibn Ka’b ibn Lu’ayy.

Luego fue conocido como el Faruq, apodo que le puso el propio Mensajero de Allah, ya que era quien distinguía y por medio del que Allah separó la verdad de la falsedad. Y Allah le dio fuerza para separar lo correcto de lo incorrecto, tanto con su espada, como con su lengua, como con su cuerpo.

‘Umar nació en la ciudad de Meca 13 años después del suceso del Elefante, con lo cual era 13 años menor que el Mensajero de Allah.
Pertenecía a la nobleza de los Quraish.
Durante su juventud se dedicó a trabajar para su padre, en el cuidado de sus camellos, y la verdad es que su padre era muy exigente con él. Pasados los años ‘Umar solía recordar esos tiempos de trabajo diciendo: “Mi padre, Al-Jattab, era un hombre severo, solía hacerme trabajar duro, si me veía que no trabaja me pegaba, me hacía trabajar hasta la extenuación”. A pesar de este trato que daba a su hijo, hay que decir que el padre de Al Faruq, a diferencia de mucha gente en su tiempo, se empeñó en que su hijo aprendiera a leer y a escribir.

Umar en los tiempos de Ŷahiliyyah

En la época de Ŷahiliyyah gracias a su inteligencia, su talento como orador y su fuerte personalidad, tenía el papel de embajador; cada vez que estallaba la guerra entre ellos, o entre ellos y otros, los Quraysh lo enviaban como embajador, como mensajero, y cuando alguien les pedía un juicio lo enviaban a él como respuesta.

Era un hombre fuerte y aguerrido, destacaba siempre en el combate, y su fuerza, tanto física como de carácter hacía que fueran muy pocos los que se atrevieran a enfrentarse a él. Era primo de Jalid Ibn Al-Walid, el también valeroso y reconocido guerrero que tanto prestigio daría al Islam.
Por el contrario, a ‘Umar, como comerciante, no le fueran bien ninguna de las empresas comerciales que llevó a cabo.

Luchador por naturaleza, firme en sus decisiones, grande y fuerte de complexión, joven y arrojado. Le gustaba la bebida y los deportes físicos, disfrutaba de la compañía y recitación de poemas en las calurosas noches veraniegas de Meca. Era uno de los grandes enemigos de los musulmanes y de los que más daño les había causado; les molestaba, les insultaba, se burlaba de ellos y aprovechaba cualquier oportunidad para hostigarlos.

Detrás de esa fachada, de ese aspecto imponente y de sus rudas maneras, Al Faruq poseía un corazón dulce y sensible. Cuando se enteró de que algunos musulmanes habían emigrado a Abisinia, dejando sus riquezas y posesiones atrás sintió cierto remordimiento, ya que él había sido uno de los grandes enemigos, y supo que algunos de los que habían emigrado habían sido amigos suyos; pero se auto convenció de que todo era culpa de Muhammad, que él era la causa de la división que estaba abriéndose entre los Quraish y se dijo a sí mismo que la única solución posible era acabar con su vida, matar al causante de los males.

Historia de cómo entró Umar en Islam

Anas, que Allah esté complacido con él, narra la historia de cómo ‘Umar se hace musulmán, y lo hace de la siguiente manera:
“’Umar salió con su espada en la mano y un hombre de los Bani Zuhrah lo vio y dijo: ‘¿A dónde vas, ‘Umar?’ Dijo: ‘Quiero matar a Muhammad’.
Dijo el otro: ‘¿Y cómo estarás a salvo de los Bani Hashim y los Bani Zuhrah cuando hayas matado a Muhammad?’
Dijo ‘Umar: ‘Me da la impresión de que te has convertido’.
Dijo el otro: “¿Quieres que te informe de algo extraordinario? Tu cuñado y tu hermana se han convertido y han abandonado tu religión”.
‘Umar comenzó a andar y llegó a donde estaban ambos cuando Jabbab estaba con ellos. Cuando oyó los pasos de ‘Umar se escondió en la casa; (‘Umar) entró y dijo: ‘¿Qué es ese murmullo?’ Habían estado recitando la Surat Taha. Dijeron: ‘Nada, estábamos conversando’. Dijo ‘Umar: ‘¿Es posible que os hayáis convertido?’ Su cuñado dijo: ‘’Umar, ¿qué pasaría si la verdad no se encontrara en tu din?’ Al oírlo ‘Umar se abalanzó sobre él y le golpeó con dureza. Su hermana vino para apartarlo de su marido y ‘Umar le golpeó el rostro con la mano haciéndole sangrar. Entonces ella, enfadada, dijo: ‘¿Y si la verdad no estuviese en tu religión?’ Yo atestiguo que no hay más dios que Allah y que Muhammad es Su esclavo y Mensajero’. ‘Umar dijo: ‘Dame el escrito que tenías y lo leeré —puesto que ‘Umar sabía leer’. Su hermana le dijo: ‘Estás sucio y nadie lo lee a no ser que esté purificado (así que levántate y lávate o haz wudu’ que es la ablución)’. ‘Umar se levantó e hizo wudu’, luego cogió el documento y leyó la Sura Ta-ha hasta que llegó a:

إِنَّنِي أَنَا اللَّهُ لَا إِلَهَ إِلَّا أَنَا فَاعْبُدْنِي وَأَقِمِ الصَّلَاةَ لِذِكْرِي 14
‘Yo soy Allah, no hay dios excepto Yo; adórame y establece la oración para recordarme’. (Surat Taha, 20: 14).

‘’Umar dijo: ‘Enséñame el camino hacia Muhammad’. Cuando Jabbab oyó las palabras de ‘Umar salió de su escondite y dijo: ‘¡Alégrate, ‘Umar! Porque yo confío en que eres (la respuesta) a la súplica que el Mensajero de Allah hizo en la noche del jueves: ‘Oh Allah, fortalece el Islam con ‘Umar ibn al-Jattab o con ‘Amr ibn Hisham’.

El Mensajero de Allah, a quien Allah bendiga y conceda paz, estaba en la planta baja de la casa que estaba a los pies de Safa; ‘Umar salió y llegó a la casa en cuya puerta estaban Hamzah, Talha y algunos más. Hamzah dijo: ‘Este es ‘Umar. Si Allah quiere el bien para él, se hará musulmán; y si Él quiere otra cosa, matarlo nos será fácil’. Mientras tanto, el Profeta, a quien Allah bendiga y conceda paz, estaba en el interior de la casa recibiendo la revelación. Salió justo cuando ‘Umar llegaba, y asiendo los pliegues de sus ropas y las correas de su espada, le dijo: ‘’Umar, tú no te darás por vencido hasta que Allah te visite con la desgracia y el castigo como hizo con al-Walid ibn al-Mughirah’. ‘’Umar dijo: ‘Yo atestiguo que no hay más dios que Allah y que tú eres el esclavo de Allah y Su Mensajero’.
Los musulmanes dijeron: ‘¡Allahu Akbar!’ en voz tan alta que se oyó en todos los valles de Meca’”.

En ese momento la vida de los musulmanes cambió, Allah había respondido a la súplica del Mensajero, cuando dijo: ‘Oh Allah, fortalece al Islam con quien más ames de estos dos hombres: ‘Umar ibn al-Jattab o Abu Yahl ibn Hisham’”.
Cuando ‘Umar se hizo musulmán Yibril descendió y le dijo al Mensajero de Allah, los habitantes del cielo se alegran por la aceptación del Islam de ‘Umar.

Se hizo musulmán en el sexto año de la profecía, a los veintisiete años de edad. Antes que él, 40 hombres y 11 mujeres se habían hecho musulmanes, con lo cual el Islam tampoco estaba todavía muy extendido, entre otras razones, por el miedo que tenían los musulmanes a hacerlo público y al enfrentamiento con gente como el propio Ibn Al Jattab. Pero como dijo Abdullah Ibn Mas’ud: “Desde que ‘Umar aceptó el Islam, no dejamos de acrecentar nuestro poder”.

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