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EL ZAKAT DE LA RIQUEZA MONETARIA

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Desde hace aproximadamente un par de siglos se nos ha presentado un nuevo fenómeno de riqueza, el papel moneda.

El reciente cambio en la consideración de la riqueza

En un artículo reciente, hablábamos sobre el Zakat de la Riqueza (Zakat al Mál), que constituye uno de los cinco pilares del Islam. En dicho artículo mencionamos algunas de las normas generales a conocer sobre el zakat, cómo debe calcularse la cantidad a extraer, cómo pagarlo, cuánto pagar, según el tipo de grano, mercancía, terreno o ganado. Estos últimos son los tipos principales de riqueza que ha poseido el ser humano desde prácticamente el comienzo de la humanidad. No obstante, desde hace aproximadamente un par de siglos se nos ha presentado un nuevo fenómeno, el papel moneda.

Para aclarar este engorroso asunto, citaremos un extracto del libro “Islam, creencias y prácticas básicas“, escrito por Shayj Abdulhaqq Bewley, en el que ofrece unas aclaraciones fenomenales. El extracto se expone a continuación.

 

El problema del papel moneda

Los dos últimos siglos han sido testigos de un cambio radical en la forma de considerar la riqueza. En vez de estar basada en la propiedad de la tierra y manifestarse principalmente en términos de productos agrícolas y cabezas de ganado, la riqueza de hoy en día parece expresarse únicamente en términos monetarios. Desde el punto de vista del zakat, la cuestión se complica todavía más porque la misma maturaleza del dinero ha experimentado una transformación total; el oro y la plata han sido sustituidos por monedas de papel e impulsos electrónicos. Como está claro que el zakat de la riqueza monetaria sólo puede pagarse con oro y plata, la cuestión es cómo hacerlo.

Para empezar, debemos comprender que, hablando en términos económicos, la situación actual de los musulmanes de todo el mundo les ha introducido en el ámbito de lo prohibido bajo la ley Islámica; el motivo es la intrincada relación con el sistema económico usurero a nivel global y la naturaleza del papel moneda en sí. Esto significa que todo musulmán debería intentar hacer todo lo posible para cambiar o desconectarse de este sistema, porque sólo entonces será posible restablecer el pilar del zakat en su forma más completa y pagarlo correctamente.

No obstante, es necesario partir de la situación en la que estamos. El cambio ocurrido en la naturaleza del dinero debe ser confrontado, además de encontrar un camino que permita pagar el zakat basándonos en las diversas clases de monedas que circulan en la actualidad. Cuando apareció por primera vez se le preguntó al gran erudito egipcio Shayj ‘Illish sobre el pago del zakat del papel moneda. El Shayj emitió un fatwa declarando que no tenía que pagarse zakat puesto que lo consideraba meros símbolos numéricos cuyo único valor era el del papel en el que estaban impresos. Otros eruditos de reconocida valía han llegado a la misma conclusión. Sin embargo, es de sobra conocido que el papel moneda representaba originalmente cantidades determinadas de oro y plata y, si nos ceñimos a esta postura, los billetes de banco son en realidad el reconocimiento de una deuda que el banco ha contraído con el portador del billete.

Si adoptamos esta postura hay dos dificultades desde el punto de vista del zakat. La primera es que, a pesar de que esta equivalencia específica entre el billete y el oro/plata era la intención original del papel moneda, es obvio que ya no es este el caso puesto que las monedas de papel han abandonado hace tiempo la pretensión de estar vinculadas al oro o la plata.
La segunda dificultad es que, a pesar de ser cierto que los acreedores tienen que pagar el zakat de lo que se les debe, no están obligados a hacerlo hasta que lo cobran ya que, aunque son los propietarios del dinero, no pueden disponer del mismo hasta que no se les reintegra. Pero en el caso del papel moneda no existe tal restricción, porque los poseedores de los billetes pueden utilizar, como medio de intercambio en el país en que residen, el valor que representan, aunque en realidad no lo tengan.
En consecuencia, y en lo que respecta al zakat, lo mejor es considerar que los billetes de papel son una especie de bonos de inversión cuyo valor está garantizado por el gobierno. Esto no legitimiza su uso como medio de intercambio entre los musulmanes –ya que bajo las leyes del Islam no es aceptable en absoluto que esos instrumentos financieros puedan sustituir al oro y la plata como dinero– pero nos sirve para comprender su utilización y hace posible evaluarlos para establecer el zakat. Aunque prohibidos por la ley Islámica, han sido impuestos a la fuerza como el único medio de intercambio con el que realizar las transacciones económicas necesarias en la vida cotidiana. Esto hace que se aplique el principio legal de la darura (necesidad ineludible); según este principio, lo prohibido se convierte en permitido de forma temporal si es una cuestión de vida o muerte. Basándose en este hecho, el uso del papel moneda ha obtenido una permisibilidad temporal, aunque con una extrema reticencia, en el seno de la comunidad musulmana.

A pesar de que el papel moneda puede ser utilizado y evaluado en lo que respecta al zakat, esto no hace que sea permitido pagar el zakat en ninguna otra forma que no sea el oro y la plata exigidos por la ley Islámica. En primer lugar, porque no existe prueba alguna de que se haya permitido legalmente y, en segundo lugar, porque no es difícil obtener el oro y la plata necesarios para cumplir con esta obligación, especialmente ahora que los dinares de oro y los dirhams de plata ratificados proféticamente son cada vez más fáciles de conseguir en el mundo entero.

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