La virgen Maria
Sun, 24 Nov 2024

Amor y tolerancia

tolerancia diálogo

Podemos ayudar a difundir las ideas de moralidad, diálogo y tolerancia a través de medios que quizá nos parezcan menos convencionales, como el deporte.

Valores de importancia

Es un hecho demostrable que conceptos tales como democracia, paz, diálogo y tolerancia se han propagado por doquier y ahora se toman en consideración gracias a la expansión de las redes de comunicación que abarcan el mundo entero. Para que estos conceptos se propaguen aún más y para que todo el mundo se beneficie, la gente debe asumir una serie de responsabilidades tanto a nivel individual como social.

Con relación a este tema, una fuente importante de poder y un medio de comunicación que puede influenciar a la sociedad es sin duda alguna el deporte. Todo tipo de programas deportivos y, en realidad, todo aquello que tiene que ver con los deportes, es instantáneamente transmitido de un lado al otro del globo. No cabe duda de que hay otras maneras más convencionales de propagar las ideas, pero si utilizamos este medio podemos ayudar a difundir las ideas de moralidad, diálogo y tolerancia; ideas que en nuestra opinión es esencial que conozca todo el mundo y que puedan ser divulgadas de esta manera en nombre del bienestar de nuestra propia gente y de toda la humanidad.

Tomemos como ejemplo el buen uso que se puede hacer de los 90 minutos que se pasan en el campo de juego durante un partido de fútbol. El juego en sí será un disfrute para los espectadores del estadio y, al mismo tiempo y sin ningún tipo de objeciones, podrían mostrarse fácilmente toda una serie de virtudes humanas. Es importante utilizar los 90 minutos de esta manera. Por ejemplo, y tal y como se hacía antes en las competiciones deportivas, los ganadores y los perdedores podrían juntarse, abrazarse, estrecharse las manos e irradiar el espíritu deportivo a todo su alrededor. Esta conducta se vería reflejada con el paso del tiempo por los mismos espectadores en sus asientos. Sería una lección muy importante para esos individuos que, en ocasiones, tienen tendencia a quemar los asientos, insultarse entre sí e incluso atacarse con armas; para ellos sería muy beneficioso ver y mostrar la profesión deportiva bajo una luz que irradie buenas emociones y opiniones. Y aunque los espectadores de hoy en día no aprecien que los jugadores se estrechen la mano antes de abandonar el estadio, con el paso del tiempo esta conducta de los jugadores romperá el ciclo de odio y venganza o, al menos, lo contrarrestará. Y en nuestra época esto es lo que el mundo necesita de forma acuciante.

Hay personas que, tanto interna como externamente, desean el conflicto y han sido criadas en un entorno conflictivo, razón de que no quieran el diálogo o una mejora de las relaciones humanas. Esto nos obliga a actuar con mucha precaución. En toda misión que se emprende es necesario tener un cierto sentido, deben buscarse la sinceridad y la razón, y el buen discernimiento debe ser algo prioritario. Debe también hacerse justicia a cada profesión y actuar en consecuencia. Un imán hace uso de su voz en la mezquita, pero una estrella de cine, un actor o un autor no se comportan de la misma manera. El actor da preferencia al lenguaje corporal y a la capacidad de representar un papel mientras que el autor se la da al estilo y a la expresión de las ideas en el lenguaje literario. Así es como debería ser; de no ser así, el impacto del mensaje y sus efectos se verían disminuidos y no tendría provecho alguno. Lo mismo ocurre con los deportes. Un atleta debe mostrar sus capacidades mediante el éxito, la buena conducta y una forma de vida ejemplar.

Es una desgracia que hoy en día no se perciba la importancia que tienen algunos valores como la tolerancia o la indulgencia. La gente necesita más la religión que el pan y el agua, necesitan la paz y la seguridad que proporciona la religión, además de asegurarse el éxito en el Más Allá; yo estoy convencido de que, cuando estos hechos se expliquen de manera adecuada, no habrá dudas al respecto. Hay mucha gente en el mundo que quiere hacer algo en nombre del Islam. Pero cuando este tema tan importante se aborda de una manera burda, lo que se evoca es el odio en vez del amor y entre las personas surgen abismos irreconciliables. Y sin embargo, lo que se espera y se necesita es que el Islam sea un puente y un camino entre las personas, además de ser ese factor que permite cruzar abismos.

Si no damos una respuesta a todos aquellos que están extendiendo sus manos para expresar su amor y su respeto, nadie nos querrá. Lo cierto es que provocaremos la aparición de acontecimientos negativos e indeseables. En resumen; podemos decir que los deportes pueden utilizarse como un factor importante a la hora de implementar la tolerancia y el diálogo social, siempre y cuando se haga de una manera bien pensada y planeada.

 

Escrito por Fethullah Gülen.

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