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Sat, 23 Nov 2024

El Corán como cura

Por Aisha Stacey.

Corán cura

El Corán es una cura para el cuerpo y para el alma.

El Islam toma un enfoque holístico de la salud. Así como la vida religiosa es inseparable de la vida secular, la salud física, emocional y espiritual no pueden separarse, son tres partes que hacen a una persona completamente sana. Cuando una parte está lesionada o enferma, las otras partes sufren. Si una persona está enferma o lesionada psicológicamente, le será difícil concentrarse en algo que no sea el dolor. Si una persona no está bien emocionalmente, no será capaz de cuidar de sí misma apropiadamente o tendrá su mente distraída de las realidades de la vida.

Cuando hablaba a sus compañeros, el Profeta Muhammad decía que “el creyente fuerte es mejor que el creyente débil” ante los ojos de Allah. La palabra fuerte aquí puede significar fortaleza en la fe o en el carácter, pero también puede significar salud. Nuestros cuerpos son un préstamo que nos hace Dios y somos responsables por cómo cuidamos de nuestra salud. Si bien la salud física y emocional son importantes, la salud espiritual necesita ser la primera prioridad en nuestras vidas. Si una persona está en dificultades espirituales, entonces su vida puede comenzar a desmoronarse y pueden presentársele problemas en todas las áreas.

Las lesiones y las enfermedades pueden ocurrir por muchas razones; sin embargo, es importante reconocer y aceptar que nada ocurre en este mundo excepto con el permiso de Dios.

“Él posee las llaves de lo oculto y nadie más que Él las conoce. Sabe lo que hay en la tierra y en el mar. No hay hoja que caiga que Él no lo sepa, ni grano en el seno de la tierra o algo que esté verde o seco sin que se encuentre registrado en un libro evidente”. (Corán, Surat Al An’am, 6:59)

Este mundo no es más que un lugar transitorio, embellecido para nosotros por las cosas que codiciamos: esposas, hijos, riquezas y lujos. Sin embargo, estos son placeres pasajeros y alegrías temporales en comparación con la felicidad y la belleza extrema que es el el Yannah (el Paraíso). Para ayudarnos a asegurar un lugar en el Yannah, Allah ha puesto pruebas y obstáculos en nuestro camino. Él prueba nuestra paciencia y gratitud y nos brinda muchas formas de superar los obstáculos. Dios también es Misericordioso y Justo, de modo que podemos estar seguros que cualquiera que sean las pruebas con las que nos vemos, Dios las diseña para ayudarnos a asegurar un lugar de felicidad eterna. Las lesiones y los problemas de salud son pruebas que debemos afrontar con paciencia, tolerancia y, sobre todo, aceptación.

Aceptar una prueba no significa que no hagamos nada ante ella, por supuesto que tratamos de superarla y aprender de ella. Aceptar significa enfrentarse a la prueba pacientemente, armados con las herramientas que Allah nos ha brindado. La mayor de esas herramientas es el Corán, un libro de guía, lleno de misericordia y sanación. El Corán no es un libro de texto o un libro de medicina, pero contiene guía que promueve la buena salud y la sanación.

“¡Hombres! Os ha llegado el Mensaje de vuestro Señor [el Corán] que es un motivo de reflexión, cura de toda duda que hubiere en vuestros corazones”. (Corán, Surat Yunus, 10:57)

“Y revelamos el Corán como cura para los corazones y misericordia para los creyentes…”. (Corán, Surat Al Isra, 17:82)

No hay duda de que las palabras y los versículos del Corán contienen una cura para los males y enfermedades de la humanidad.
Ha sido narrado en un hadiz del Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, que algunos versículos y capítulos, por voluntad de Dios, pueden lograr la curación de enfermedades y angustias. Lentamente, a lo largo de los años, hemos comenzado a confiar más en los medicamentos y remedios físicos que en los remedios espirituales prescritos por el Islam. Si la fe es fuerte y constante, el efecto de los remedios espirituales puede ser rápido y eficiente.

De las tradiciones del Profeta Muhammad proviene la historia del hombre a quien el Profeta envió en una misión. Él acampó cerca de algunas personas que no le mostraron ninguna hospitalidad. Cuando el líder del campamento cercano fue mordido por una serpiente, ellos acudieron al compañero del Profeta Muhammad en busca de ayuda. Él recitó el primer capítulo del Corán sobre el hombre afectado y este se levantó “como liberado de una cadena” .

Es importante buscar cura en el Corán en la forma prescrita por el Profeta Muhammad, pero es igualmente importante entender que está permitido, y en ocasiones es obligatorio, buscar ayuda de los profesionales de la medicina. Nuestros cuerpos no nos pertenecen, sino que Dios nos los ha dado como una gracia de Su parte, la cual debemos cuidar, respetar y mantener en la mejor forma. De acuerdo con el enfoque holístico que el Islam da a la salud, no hay contradicción en buscar una cura tanto en la ciencia médica como en los medios espirituales permitidos.

El Profeta dijo: “No hay enfermedad que Allah Todopoderoso haya creado, sin que Él haya creado también su cura”.
También dijo: “Hay un remedio para cada mal, y cuando el remedio es aplicado a la enfermedad, esta es curada con el permiso de Allah Todopoderoso” .

El Corán es una cura para el cuerpo y para el alma. Siempre que la vida se hace muy difícil o está acosada por lesiones, enfermedades o infelicidad, el Corán iluminará nuestro camino y aligerará nuestras cargas. Es una fuente de consuelo y tranquilidad. En el mundo actual mucha gente tiene riquezas y lujos incalculables, pero poca felicidad. Nosotros en Occidente tenemos acceso a doctores y medicamentos, a medicina tradicional, a avances médicos y curas alternativas, pero muchas vidas están llenas de dolor emocional y apatía. Lo que falta es la creencia, la fe en Dios.

En las últimas décadas, se ha hecho ampliamente aceptado que la creencia y las prácticas religiosas tienen un impacto significativo en la salud tanto física como emocional. Las investigaciones médicas y científicas han demostrado que el compromiso religioso ayuda en la prevención y tratamiento de desórdenes emocionales, enfermedades y lesiones, y mejora la recuperación. La creencia y la sumisión a la voluntad de Dios es la parte más esencial del buen cuidado de la salud.

Las palabras y la recitación del Corán pueden curar corazones y mentes, tanto como superar la enfermedad y las lesiones; sin embargo, la confianza en Dios no niega los efectos sanadores de la ciencia médica siempre y cuando los utilicemos sólo de forma legal. En efecto, Dios tiene poder sobre todas las cosas, por lo tanto, tenemos que poner nuestra confianza en Él, desarrollar una relación duradera con Su Libro de guía, el Corán, siguiendo las enseñanzas auténticas del Profeta Muhammad, y buscar una cura, en toda circunstancia.

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