La aleya del Trono
En el Corán, en el Surat Al Baqarah o el Sura de la Vaca, que es el segundo sura del Corán, encontramos la siguiente aleya, que es conocida como Ayat Al Kursi, o la “Aleya del Trono”. Es una aleya compuesta de nueve frases, se le suele llamar “La aleya del Trono”. Su significado podría traducirse de la siguiente manera:
Allah, no hay dios sino Él, el Viviente, el Sustentador*.
Ni la somnolencia ni el sueño Le afectan.
Suyo es cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra.
¿Quién puede interceder por alguien ante Él, si no es con Su permiso? Sabe lo que hay ante ellos y lo que hay tras ellos*, y no abarcan nada de Su conocimiento a menos que Él quiera.
El escabel de Su trono abarca los cielos y la tierra y no Le causa fatiga mantenerlos.
Él es el Elevado, el Inmenso. (Surat Al Baqarah, 2:255)
*[Que se mantiene a Sí mismo y a Su creación.]
*[Es decir, lo que ha de venir y todo lo que desconocen.]
La primera aleya finaliza con dos nombres de Allah, Al Hay (que Viviente, el siempre Vivo, el Eterno) y Al Qayyum (el Sustentador y Gobernador de toda la creación). Todo lo que está en pie existe y se mantiene debido a Allah.
Lo maravilloso de la primera aleya es la similitud en su forma escrita con la aleya 9, las dos aleyas terminan con dos nombres de Allah. Existe una conexión lingüística.
En la segunda aleya, Allah habla de somnolencia y sueño. Estos síntomas aparecen en el ser humano cuando está cansado y/o aburrido, son síntomas atribuibles al ser humano, aparecen cuando se está cansado y/o agotado, dichos síntomas no los padece nuestro Creador, no los tiene, a pesar de estar presente eternamente custodiando la creación. Son características aplicables a la creación y no al Creador. Ver pues la conexión entre las siguientes aleyas.
En la tercera aleya, Allah menciona la totalidad de Su posesión, que es entre los cielos y la tierra, y entre ellos es Dueño de absolutamente toda creación. En la séptima aleya, cuando Allah habla del Trono, se refiere a Su reino, es decir que, con estas dos aleyas, Allah declara ser Dueño y además Rey. Ambos “títulos” se pueden aplicar al ser humano, pero no ambos a la vez.
En la cuarta aleya, Allah menciona que nadie tiene autoridad a menos que Allah se la brinde, solo Allah puede proporcionar esa excepción. Con respecto a la aleya seis, tenemos una declaración paralela a la aleya cuatro, nadie adquiere conocimiento salvo el que Allah quiere.
Y después de las conexiones lingüísticas entre estas aleyas (la primera con la novena, la segunda con la octava, la tercera con séptima y la cuarta con la sexta. En la quinta, la aleya central de Ayat Al Kursi declara Allah saber el pasado y el futuro, lo manifiesto y lo oculto, lo que se encuentra delante y lo que se encuentra detrás.
Por: Nouman Ali Khan