La vida del Profeta Muhammad, que Allah le bendiga y le conceda la paz, es el mejor ejemplo
La vida del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda la paz, es el mejor ejemplo para todos y cada uno de los seres humanos. Para el líder religioso, como para el jefe de estado. Es la guía para los que deseen entrar en el jardín del amor Divino. Es el ejemplo más elevado de gratitud y humildad para los que deseen disfrutar de los regalos Divinos. Es ejemplo de paciencia y sumisión en los momentos y lugares de mayor reto. Es el mejor ejemplo de generosidad y desapego hacia lo material. Es ejemplo inigualable de misericordia hacia los débiles, los abandonados y esclavos; ejemplar a la hora de perdonar las injurias y agravios.
Si eres rico, considera la humildad y generosidad del Profeta Muhammad, que Allah le bendiga y le conceda la paz, quien se ganó los corazones de los que dominaban Arabia.
Si eres débil, adopta el ejemplo del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda la paz, durante la época de Meca gobernada por los opresores y usurpadores politeístas.
Si eres un brillante conquistador, imita el ejemplo de la vida del valiente Profeta, que Allah le bendiga y le conceda la paz, quien derrotó a sus enemigos en Badr y Hunayn.
Si pierdes una batalla, que Allah no lo quiera, recuerda el ejemplo del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda la paz, quien después de la batalla de Uhud inspeccionaba el campo donde yacían sus Compañeros martirizados o heridos con dignidad, coraje y confianza en Allah.
Si eres maestro, contempla el ejemplo del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda la paz, quien enseñaba los mandamientos de Allah con dulzura y sensibilidad a la Gente del Banco (Ashab al-Suffa) en la escuela de su Mezquita.
Si eres estudiante, guarda en la mente el ejemplo del Profeta Muhammad, que Allah le bendiga y le conceda la paz, quien arrodillado escuchaba al Arcángel Gabriel, el Digno de Confianza (Jibril al-Amin).
Si eres un predicador o un sincero guía espiritual (murshid), escucha la palabra del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda la paz, quien transmitió el conocimiento a sus Compañeros.
Si te propones defender la verdad, transmitirla a los demás y elevarla, pero no tienes a nadie que te ayude en ello, entonces mira hacia el Profeta Muhammad, que Allah le bendiga y le conceda la paz, quien proclamaba la verdad en Meca contra los opresores y a la vez les invitaba a ella.
Si has vencido a los enemigos, roto su resistencia y triunfado sobre ellos, destruido sus supersticiones y declarado la verdad, entonces imagínate al Profeta, que Allah le bendiga y le conceda la paz, el día de la conquista de Meca. Entró en esta sagrada ciudad como un triunfador, pero con gran humildad, sentado en el camello como si estuviera en sajdah, es decir, en postración, para expresar su agradecimiento a Allah.