La libertad de religión en la Biblia y el Corán (2/2)

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El Islam prescribe el diálogo antes del castigo, a diferencia de los dos anteriores mensajes divinos

Muchas personas piensan que el Islam es la única fe que impone la pena de muerte a los apóstatas, y que si no fuera por este castigo, muchos musulmanes habrían abandonado el Islam. Así que vamos a averiguar la verdad sobre estas afirmaciones basándonos en la Biblia y el Corán.

En primer lugar: la Biblia

Innumerables versos en el Antiguo Testamento indican que la sentencia de muerte era el castigo prescrito para quien abandonara el judaísmo o el mensaje del profeta Moisés. Por otra parte, la misma pena se impondría también, o solo al apóstata, sino a quien instara a un judío a renunciar a su religión

La Biblia nos dice que a los judíos se les ordenó matarse unos a otros después de adorar al becerro. En el Antiguo Testamento, leemos: “Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente”. (Éxodo 32:27)

En el Antiguo Testamento, la Biblia a menudo ordena matar a quienes abandonan la religión de los Hijos de Israel. Leemos:

“Cuando se hallare en medio de ti, en alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da, hombre o mujer que haya hecho mal ante los ojos de Jehová tu Dios traspasando su pacto, que hubiere ido y servido a dioses ajenos, y se hubiere inclinado a ellos, ya sea al sol, o a la luna, o a todo el ejército del cielo, lo cual yo he prohibido; y te fuere dado aviso, y después que oyeres y hubieres indagado bien, la cosa pareciere de verdad cierta, que tal abominación ha sido hecha en Israel; entonces sacarás a tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, sea hombre o mujer, y los apedrearás, y así morirán. Por dicho de dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo testigo. La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti”. (Deuteronomio 17: 2-7)

En cuanto al Nuevo Testamento, encontramos que se cita a Jesús ordenando el asesinato de los que no quieren que reine sobre ellos, hubieran o no creído en él. Leemos: “Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos delante de mí”. (Lucas 19:27)

Por lo tanto, se hace bastante evidente que la Biblia, incluyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento, impuso la pena de muerte a los que no creyeron en el mensaje del profeta Moisés o de Jesucristo.

Segundo: el Corán y la Sunnah

Viniendo como una extensión del mensaje de Moisés y de Jesús, el Islam prescribe la misma pena para los apóstatas. Ibn ‘Abbas narró que el Profeta Muhammad dijo: “El que cambia de religión, mátalo”. (Al-Bujari)

Ibn Mas’ud también narró que el Profeta Muhammad dijo: “No está permitido verter la sangre de un musulmán que da testimonio de que no hay más dios que Allah, y de que yo soy el Mensajero de Allah, excepto en uno de estos tres casos: el adúltero casado, vida por vida, y el desertor de su Din (Islam), abandonando la comunidad”. (al-Bujari y Muslim).

Sin embargo, aunque el Islam como mensaje de Muhammad llegó como una extensión al mensaje de Moisés y Jesús, que no impuso pena de muerte inmediata a aquellos que quieren abandonarla, como el judaísmo y el cristianismo, más bien se adopta el diálogo, la comprensión y la persuasión como una aproximación a la apostasía.

Se ha narrado de que cuando profeta Muhammad envió a Mu’az a Yemen, le dijo: “Si un hombre abandona el Islam, llamadle (a volver al Islam). Si regresa, (esto es correcto). De lo contrario, ¡decapitadlo! Si una mujer abandona el Islam, llamadla (a volver al Islam). Si ella regresa, (es correcto). De lo contrario, ¡decapitadla!” (Registrado por Al-Al-Tabarani Mu’jam Al-Kabir)

‘ Urwah naró que Aishah dijo: “Una mujer apostató el día de la batalla de Uhud. Entonces, el Profeta ordenó que se le debería pedir que se arrepintiera. Si se arrepiente, (está bien). De lo contrario, tendría que morir”. (Transmitido por Ad-Daraqutni en As-Sunan)

Yabir narró que una mujer llamada Um Marawan había abandonado el Islam. Así que el Profeta ordenó que se le presentara el Islam debería de nuevo. Si ella regresa, (está bien). De lo contrario, tendría que morir. (Grabado por Ad-Daraqutni en As-Sunan)

Por lo tanto, ya que el Islam es una religión de diálogo, razón, lógica y persuasión, no recurre a la violencia o al castigo como un remedio inmediato para la apostasía. Más bien se establece el diálogo y el entendimiento como una cura para este problema. Si el diálogo y el entendimiento no ayudan, el castigo prescrito por los mensajes divinos anteriores se aplicará a un apóstata.

Después de todo, podemos concluir que todos los mensajes divinos imponen la pena de muerte a los apóstatas, pero el Islam prescribe el diálogo antes del castigo, a diferencia de los anteriores mensajes divinos.

 

La libertad de religión en la Biblia y el Corán (1/2)

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Referencias:

1- El Corán

2- Tafsir Al-Quran Al-Azim, por Ibn Kathir

3- Sahih Al-Bujari

4- Sahih Muslim

5- Sunan Ad-Daraqutni

6- La Santa Biblia (Visita biblegateway.com)

7- Biblehub

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