Uno de los nombres y atributos de Dios es el “Remitente”, es decir, el Señor que envió a los profetas y mensajeros a la humanidad para guiarlas a Su camino recta.
El remitente en el Islam
El Corán a menudo señala que es Dios (llamado “Allah” en árabe) quien envió profetas y mensajeros a la gente. Leemos:
Los hombres eran una única comunidad y Allah envió a los profetas como portadores de buenas nuevas y advertidores. E hizo descender el Libro con la verdad, para que fuera un juicio entre los hombres sobre aquello en lo que discrepaban.
Pero no fue sino después de tener las pruebas claras, cuando aquéllos que lo habían recibido, discreparon sobre él por envidias de unos con otros… Y Allah guió a los que creían a la verdad de la que discrepaban, con Su permiso.
Allah guía a quien quiere al camino recto. (Al-Baqarah 2: 213)
También leemos:
Exigimos la alianza a los hijos de Israel y les enviamos mensajeros. Cada vez que les llegaba un mensajero que traía lo que sus almas no deseaban, lo negaban o lo mataban. (Al-Ma’idah 5:70)
El remitente en el cristianismo
Aunque Jesús es tomado como Dios en el cristianismo, la Biblia a menudo cita a Jesús indicando que él era un profeta enviado por Dios a los hijos de Israel. Por ejemplo, leemos:
El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. (Mateo 10: 40-41)
También leemos: Pero él dijo: ” Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado”. (Lucas 4:43).
Leemos más adelante: “Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel”. (Mateo 15: 21-24)
Puesto que Jesús es un profeta enviado por Dios a los hijos de Israel, no puede ser Dios. El verdadero Dios es el Remitente, que envió a Jesús y a otros profetas a los hijos de Israel.
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Referencias:
1- El Corán Glorioso (Sahih International Translation)
2- La Santa Biblia (Visita biblegateway.com)