Comparación

Año 1440 de la hégira (parte II)

Llegada a Medina

La llegada a Medina supuso una enorme apertura para el establecimiento del Islam

Sobre la hégira

En este artículo seguimos hablando de la hégira. En el último post hablamos de la importancia de la hiyrah. Y mencionamos la situación de dificultad en la que se encontraban los musulmanes, en Meca, justo antes de realizar la emigración.

Era insostenible la situación; algunos de los Sahaba ya habían emigrado a Abisinia, pero en Meca quedaba la mayoría que no se iba porque querían permanecer junto a su amado Profeta, a pesar de que por ello tuvieran que sufrir daños y torturas. Pero no les importaba, porque estaban con el amado y al estar con él, todos los males eran soportables.

Pero no había expansión posible para el Islam, el Islam no crecía en Meca, en cierto modo había llegado a su límite en ese momento, y esta es la razón de la hiŷra. No es la situación personal de los Sahaba, que, por supuesto también influye, y mucho, sino que la razón principal, la intención fundamental era por el Din del Islam. La intención del Mensajero Muhammad, a quien Allah bendiga y conceda paz, y los Sahaba al hacer la hégira es clara y sincera, muy sincera: la hacen por Allah, y por eso Allah les dio éxito. Y recordad aquí el famoso hadiz con el que el Imam al Bujari comienza su colección de hadices sahih.

El secreto de la hégira

Este es el secreto de la hégira del Mensajero Muhammad, a quien Allah bendiga y conceda paz, y sus compañeros de Meca Al Mukarrama, a Medina Al Munawwarah. Es la intención de hacerla por Allah, de ir a un lugar donde poder adorar a Allah con seguridad. Y es en Medina donde el fenómeno del Islam toma fuerza como algo que va más allá, mucho más allá de una religión. Y esto es posible gracias a que en Medina les esperan otros hombres y mujeres que son ejemplares también, hombres y mujeres que reciben con los brazos abiertos al Mensajero y a todos sus Compañeros y se crea entre ellos una hermandad real, que es el verdadero secreto de la fuerza del Islam.

Y cuando eso ocurre todo cambia, la oscuridad es sustituida por luz, el mal por bien, la opresión por libertad; antes era pocos, ahora son muchos, antes eran débiles, ahora son fuertes; antes se tenían que esconder para adorar a Allah, ahora están construyendo su propia mezquita, antes tenían que recitar el Corán en secreto, ahora Bilal e Ibn Umm Maktum se suben a los tejados y llaman a la oración con sus potentes voces, antes se les escupía cuando andaban por las calles, ahora las puertas de las casas por las que pasan se abren para invitarlos a comer, antes sentían odio en los rostros y miradas de la gente, ahora solo ven amor en ellos, antes escuchaban insultos y malas palabras con los que se cruzaban, ahora escuchan saludos de paz y de bienvenida, antes eran odiados por ser musulmanes ahora son amados por ser musulmanes.

Las lecciones de la hégira

Las lecciones que podemos obtener de la hégira, y que podemos aplicar en nuestros días, son muchas y muy importantes, demasiado importantes como para andar fomentando un debate sobre si se puede felicitar el año nuevo o no. No se debe reducir algo tan importante, y de lo que tanto se puede aprender, como es la hiŷra, a ese debate sin sentido.

La hégira es clave en la historia del Islam y la historia de la humanidad, reflexionad sobre ella, aprended de ella, de cómo emigraron los Sahaba, cómo viajó el Profeta, cómo preparó el viaje, lo que ocurrió antes y durante el mismo… Toda la hégira y lo que contiene es una fuente inagotable de conocimiento para nosotros y una muestra de cómo cuando haces las cosas por Allah, Allah te da éxito.

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