Por Redacción
Los nombres y atributos de Dios incluyen “el Misericordioso” y “el Clemente”. El hombre tiene la disposición natural de errar y cometer faltas, es, naturalmente, pecador y falible.
El hombre está en necesidad de un Dios que sea el Misericordioso y el Clemente para que muestre misericordia si se equivoca o comete alguna falta, le de esperanza ante el arrepentimiento y la penitencia e inste a la gente a tener y mostrar misericordia los unos con los otros. De esta manera, tanto las vidas en este mundo como las del otro mundo se enderezan, con la gente compartiendo el sentimiento de misericordia en esta vida mundana y Dios mostrando misericordia hacia ellos en el Más Allá.
El más misericordioso en el Islam
En el Islam, Dios (Allah en árabe) es descrito como “Al-Rahman Al-Rahim”, “el Clemente, el Misericordioso”, en referencia a la infinita misericordia de Dios hacia Sus criaturas.
“Al-Rahman Al-Rahim” es también uno de los Al-Sab` Al-Mazani (“Los Siete Versos Repetidos” en español) sin los cuales la oración de un musulmán no es válida. Cada musulmán debe leer “Al-Rahman Al-Rahim” en cada una de las unidades de las cinco oraciones diarias obligatorias. Es decir, un musulmán debe leer “Al-Rahman Al-Rahim” por lo menos diecisiete veces cada día y noche. Esto indica con qué frecuencia un musulmán debe evocar el valor de la misericordia.
En el capítulo inicial del Corán, la Sura Al-Fatihah, leemos los siguientes versos:
Las alabanzas a Allah, Señor de los mundos. El Misericordioso, el Compasivo. (Al-Fatihah 1: 2-3)
Las descripciones de “el más Clemente” y “el más Misericordioso” se repiten a menudo en el Corán. Por ejemplo, leemos:
Vuestro dios es un Dios Único, no hay dios sino Él, el Misericordioso, el Compasivo. (Al-Baqarah 2: 163)
También leemos:
Y a Allah pertenece cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra. Perdona a quien quiere y castiga a quien quiere.
Allah es Perdonador y Compasivo. (Aal Imran 3: 129)
En el Islam, la misericordia infinita de Dios se refleja principalmente en el llamado “pecado original”, la historia de Adán y Eva y de cuando comieron del árbol prohibido. Observamos que Adán no necesitó nada después de la desobediencia a Dios excepto el arrepentimiento sincero. Cuando se volvió hacia Dios en sincero arrepentimiento, Él aceptó su arrepentimiento y le mostró infinita misericordia. En el Corán, leemos:
Luego Adam, recibió palabras inspiradas por su Señor, que se volvió a él; es verdad que Él es el que se vuelve en favor de Sus siervos, el Compasivo. (Al-Baqarah 2:37)
En el Islam, no vemos ninguna consecuencia por la falta cometida por Adán y Eva después de su arrepentimiento. Si un musulmán desobedece a su Señor, tan solo debe darse prisa para dirigirse a Dios en sincero arrepentimiento y buscar su perdón con sinceridad. Dios prometió perdonar todos las faltas y fechorías y aceptar el arrepentimiento sincero. En el Corán, leemos:
Salid al llano por donde lo hacen todos y pedid perdón a Allah, Allah es Perdonador y Compasivo. (Al-Baqarah 2: 199)
También leemos:
Y no hemos enviado a ningún mensajero sino para que fuera obedecido con el permiso de Allah.* [Si después de haber sido injustos consigo mismos hubieran venido a ti, hubieran pedido perdón a Allah y hubiera pedido el Mensajero perdón por ellos, habrían encontrado a Allah Favorable hacia ellos, Compasivo.] (An-Nisaa ‘4:64)
Leemos además:
Quien haga un mal o sea injusto consigo mismo y luego pida perdón a Allah, encontrará a Allah Perdonador y Compasivo. (An-Nisaa ‘4: 110)
Acerca de la aceptación del arrepentimiento, leemos:
Excepto los que se vuelvan atrás antes de que os hayáis apoderado de ellos.
Sabed que Allah es Perdonador y Compasivo. (Al-Ma’idah 5:34)
También leemos:
Quien se retracte después de la injusticia que cometió y rectifique, Allah volverá a él. Es cierto que Allah es Perdonador y Compasivo. (Al-Ma’idah 5:39)
Aunque el politeísmo es la falta más grave que se puede cometer ante Dios, Él perdona esta grave falta y muestra misericordia a quien la comete si éste se vuelve a Dios en arrepentimiento. Leemos:
Y han caído en incredulidad los que dicen: Allah es el tercero de tres, cuando no hay sino un Único Dios. Si no dejan de decir lo que dicen, ésos que han caído en la incredulidad tendrán un castigo doloroso. ¿Es que no van a volverse hacia Allah y Le van a pedir perdón? Allah es Perdonador y Compasivo. (Al-Ma’idah 5: 73-74)
Otra falta grave es el ocultamiento de las revelaciones de Dios a la humanidad. Esto solían hacerlo los rabinos judíos y los sacerdotes cristianos. Distorsionaban, corrompían, alteraban, y revelaban solo una parte de las escrituras, ocultando el resto. A pesar de la gravedad de su ofensa y la seriedad de sus faltas, Dios promete perdonarles y mostrarles misericordia en caso de que se vuelvan hacia Él en arrepentimiento y revelen las palabras que ocultaron de Dios. Leemos:
A los que oculten las evidencias y la guía que hemos hecho descender, después de haberlas hecho claras para los hombres en el Libro, Allah los maldecirá y los maldecirán todos los maldecidores. Salvo los que se vuelvan atrás, rectifiquen y lo pongan en claro (lo que ocultaron y tergiversaron); a ésos les devolveré Mi favor, pues Yo soy el que se vuelve sobre el siervo, el Compasivo. (Al-Baqarah 2: 159-160)
Incluso observamos que si un musulmán comete una falta en contra de su voluntad, Dios le muestra su misericordia, le perdona y acepta su arrepentimiento. En el Corán, Dios dice:
[…] no obstante quien se vea obligado a hacerlo en contra de su voluntad y sin buscar en ello un acto de desobediencia, no incurrirá en falta. Es cierto que Allah es Perdonador y Compasivo. (Al-Baqarah 2: 173)
También leemos:
El que se vea obligado (a quebrantar estas prohibiciones) por hambre, sin ánimo de transgredir… Ciertamente Allah es Perdonador y Compasivo. (Al-Ma’idah 5: 3)
El más misericordioso en el cristianismo
En la Biblia, especialmente en el Nuevo Testamento, Dios es descrito como “Misericordioso”. Leemos: “Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre, Y su misericordia es de generación en generación A los que le temen”. (Lucas 1: 46-50).
El Nuevo Testamento a menudo pide misericordia. Leemos: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”. (Mateo 5: 7). También leemos: “Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso”. (Lucas 6:36).
Aunque la Biblia exhorta a la misericordia, observamos que la concepción bíblica de Dios está muy lejos de cualquier misericordia. Vemos que en la Biblia, especialmente en el Antiguo Testamento, cuando Adán desobedeció a su Señor, Dios no le perdonó, sino que le amenazó y maldijo la Tierra por su culpa.
En la Biblia leemos: “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”. (Génesis 3: 17-19)
También, en el Nuevo Testamento, observamos que la Biblia califica la desobediencia de Adán como una falta imperdonable. La Biblia proporcionó la salvación de tal falta a través de un semidiós, dada la imposibilidad del perdón de dicha falta. Por lo tanto, este ser tenía que ser asesinado para redimir a la humanidad y Dios podría aceptar el arrepentimiento de su creación pecadora.
En el Nuevo Testamento, leemos los siguientes versículos:
“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas”. (Juan 3: 14-19)
Es bastante evidente que la concepción islámica de Dios es más aceptable y agradable porque tiene en cuenta la naturaleza falible de la humanidad. Puesto que el hombre está naturalmente dispuesto a cometer faltas, Dios le facilita una salida a través del arrepentimiento y la expiación.
En el Islam, Dios no hizo del pecado de Adán y Eva una carga para a heredar generación tras generación, sino que Él les mostró misericordia, aceptó su arrepentimiento y prometió perdonar las faltas de su descendencia y aceptar su arrepentimiento si se volvían a Él en arrepentimiento sincero. Así, Dios mostró misericordia a Adán y Eva, así como a su descendencia y les instó a mostrar misericordia el uno al otro. Consecuentemente, Adán y Eva, así como su descendencia, consiguieron lo mejor de este mundo y el que vendrá, con misericordia recíproca en este mundo y perdón y bienaventuranza en el Más Allá.
En cuanto a la concepción cristiana de Dios, es inaceptable, porque Dios, según la Biblia, no tomó en consideración la naturaleza falible de la humanidad. ¿Cómo es que Dios no es misericordioso y no perdona los pecados de Adán y Eva, así como su descendencia, a pesar de haberlos creado como seres pecadores? ¿Qué se puede esperar de un ser pecador, excepto el pecado? ¿Es justo negarse a mostrarles misericordia cuando cometen una falta a la que están naturalmente dispuestos? Si Dios no puede mostrar misericordia a Sus siervos y solo puede incitar al rencor entre ellos, ¿cómo puede Dios esperar que hagan buenas obras y tengan misericordia si Él no puede mostrarla?
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Referencias:
1- El Corán Glorioso
2- La Santa Biblia