El Imam An-Nawawi hace una distinción entre el amor religioso y el amor humano en el Islam, distinción que deberíamos de tener en cuenta cuando pensamos sobre el amor.
El amor es un concepto profundo que tiene muchos atributos diferentes, como se puede entender de las muchas palabras que se usan para describir el amor en árabe. En su comentario sobre los Cuarenta Hadith, el Imam An-Nawawi hace una distinción entre el amor religioso (muhabbat ad-diniyyah) y el amor humano (muhabbat al-bashriyyah). En el Islam es importante entender la diferencia entre el amor religioso y el amor humano.
El amor religioso es el concepto de amar para otras personas lo que amamos para nosotros mismos, lo que a veces se llama la regla de oro. Es una intención de hacer el bien, desear el bien para los demás y amar a los demás por el bien de Allah. El Profeta mencionó este tipo de amor en muchas tradiciones.
Anas ibn Malik transmitió que el Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
Ninguno de vosotros creerá hasta que ame para su hermano lo que ama a sí mismo. (Sahih Muslim 45, Grado: Muttafaqun Alayhi)
La verdadera creencia no está completa hasta que tengamos este tipo de amor por la creación. Se aplica a musulmanes y no musulmanes, creyentes y no creyentes, y está estrechamente relacionado con el concepto de buena voluntad (nasihah), que es desear el bien para los demás y ser de beneficio para ellos. Para cumplir este amor, debemos tratar a otras personas de la forma en que nos gustaría que nos trataran.
Abdullah ibn Amr trasnmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
Quien quiera ser liberado del Fuego del Infierno y entrar en el Paraíso, que muera con creencia en Allah y el Último Día, y que trate a la gente de la forma en que le gustaría ser tratado. (Sahih Muslim 1844, Grado: Sahih)
Este tipo de amor es tan importante que el Profeta nos dijo que no entraremos en el Paraíso hasta que nos amemos de esta manera.
Abu Huraira transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
No entréis en el Paraíso hasta que creáis y no creeréis hasta que os améis. ¿Debo mostraros algo que, si lo hicierais, os amarías? Extended la paz entre vosotros. (Sahih Muslim 54, Grado: Sahih)
Nunca debemos odiar a las personas en el sentido de que queremos que sean perjudicadas, sino que debemos odiar los actos pecaminosos mientras seguimos amando el bien que llega al pecador.
Ibn Rajab dijo:
Algunos de los predecesores justos han dicho: Las personas que aman a Allah miran con la luz de Allah, y son compasivas con quienes desobedecen a Allah. Odian sus acciones, pero muestran misericordia con ellos para que a través de sus advertencias puedan abandonar sus acciones. Temen que el Fuego del Infierno consuma sus cuerpos. El creyente no será realmente un creyente hasta que esté complacido con que la gente tenga lo que le agrada para sí mismo. (Jami ’Ulum wal-Hikam 13)
El amor humano es el amor natural que experimentamos por las cosas que nos gustan y que se manifiesta como afecto y apego. Naturalmente, tenemos amor por nuestros padres y familiares, cónyuges y las cosas que disfrutamos en la vida.
Deberíamos tener este tipo de amor y afecto por los demás musulmanes y es un signo del favor de Allah. Allah dice:
“Realmente a los que creen y practican las acciones de rectitud, el Misericordioso les dará amor”. (Corán, 19:96)
En contraste, aquellos que desobedecen a Allah a menudo se ganarán el desprecio y el odio de las personas debido a sus actos malvados y esto es una señal de que Allah está disgustado con ellos.
Abu Huraira transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
Cuando Allah ama a uno de sus siervos, llama a Gabriel y le dice: “En verdad, yo lo amo, así que tú deberías amarlo”. Entonces Gabriel lo ama y hace un anuncio en el cielo diciendo: “Allah lo ama y vosotros debéis amarlo”. Entonces los moradores del cielo lo aman y él es honrado en la tierra. Cuando Allah está enojado con un sirviente, llama a Gabriel y le dice: “Estoy enojado con él, así que deberías estar enojado con él”. Entonces Gabriel se enoja y hace un anuncio a los habitantes del cielo: “En verdad, Allah está enojado con él, así que deberías estar enojado con él”. Así también se enojan con él y lo odian en la tierra. (Sahih Muslim 2637, Grado: Sahih)
Está permitido mostrar afecto a los miembros de la familia y amigos que no son musulmanes, siempre y cuando no luchen contra el Islam o cometan faltas mayores. El Profeta sentía este tipo de amor por su tío Abu Talib, quien lo protegió de los idólatras a pesar de que él mismo nunca abrazó el Islam. Allah dice:
“Ciertamente tú no guías a quien amas sino que Allah guía a quien quiere y Él sabe mejor quiénes pueden seguir la guía”. (Corán, 28:56)
El Profeta ciertamente sentía un amor religioso y un amor humano por su tío, pero Allah le reveló que este amor no puede guiar a aquellos a quienes Allah ha querido desviar.
No está permitido mostrar afecto a quienes luchan contra el Islam o cometen faltas graves, ya que esto los envalentonaría en su falta y persecución. Allah dice:
“No encontraréis a nadie que creyendo en Allah y en el Último Día sienta afecto por quien se opone a Allah y a Su mensajero, aunque se trate de sus padres, sus hijos, sus hermanos o los de su tribu”. (Corán, 58:22)
Deberíamos tener amor religioso por todas las personas, pero a veces esto significa que debemos retener nuestro afecto. Para aquellos que persiguen a los musulmanes o cometen faltas mayores, nuestro afecto hacia ellos puede interpretarse como un respaldo o indiferencia a sus faltas, en cuyo caso los estaríamos ayudando en ellas. Más bien, en tal caso, debemos mostrar a estas personas «amor duro», que es hacer lo mejor para una persona, incluso si no les gusta.
A veces, el amor religioso implica advertir a las personas sobre sus faltas o darles consejos incómodos, pero si realmente amamos la bondad para las personas, debemos hacer lo mejor para ellos, incluso si no les gusta.
En una ocasión, el Profeta tuvo que dar algunos consejos incómodos a Abu Dharr, pero lo hizo por amor a él y por su deseo de que hiciera lo mejor.
Abu Dharr transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
Oh Abu Dharr, te veo débil y amo para ti lo que amo por mí mismo. No des órdenes incluso a dos personas y no administres la propiedad de un huérfano. (Sahih Muslim 1826, Grado: Sahih)
En este ejemplo, el Profeta advirtió a Abu Dharr que no tomara una posición de liderazgo porque no tenía las habilidades para cumplir adecuadamente con sus deberes. Dado que amaba la bondad para él, el Profeta no quería predisponer a Abu Dharr para un fracaso que sería perjudicial para él en esta vida y en el Más Allá.
El amor religioso es un bien absoluto y, por lo tanto, un amor religioso más fuerte siempre es mejor, pero el amor humano debe ser moderado y controlado dentro de los límites del Islam. El Profeta nos animó a moderar el amor natural y el odio que experimentamos.
Abu Huraira transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
Ama a tu amado moderadamente, porque tal vez te sea odiado algún día. Odia al que odias moderadamente, porque tal vez él se convertirá en tu amado algún día. (Sunan At-Tirmidhi 1997, Grado: Sahih)
No debemos permitir que nuestro amor humano se vuelva tan abrumador que nos enamoremos y nos desviemos del camino correcto, ni debemos permitir que nuestro odio natural se vuelva tan intenso que deseamos dañar a los demás.
Zaid ibn Aslam transmitió que Umar ibn Al-Khattab, que Allah esté complacido con él, dijo:
No dejes que tu amor sea infatuación y no dejes que tu odio sea destrucción.
Se dijo: «¿Cómo es esto?». Umar dijo:
Cuando amas a alguien, te infatúas como un niño. Cuando odias a alguien, amas la destrucción de tu compañero. (Al-Adab Al-Mufrad 1322, Grado: Sahih)
Por lo tanto, debemos aumentar nuestro amor religioso por los demás al tener la intención de beneficiarlos, amar el bien para ellos y tratarlos de la manera que nos gustaría que nos traten. Nuestro amor humano y natural por las cosas que nos gustan siempre debe ser moderado dentro de los límites del Islam, de modo que nuestro amor por algo no nos haga cometer faltas y nuestro odio por algo nos haga transgredir. Debemos entender cuándo es apropiado mostrar afecto a los demás o cuándo es apropiado mostrarles «amor duro» por su propio bien.
Fuente: Abu Amina Elias / Noble Corán / Sunnah / Editado por Islam For Christians Es