Acaba de comenzar el mes de Ramadán, correspondiente al año 1441 del calendario musulmán, es decir después de la hégira. Para todos los musulmanes este mes es considerado un invitado noble, que viene de parte del más Generoso de los generosos, que es merecedor de todos los honores y hospitalidad. Y que exige un tratamiento de bienvenida y de acogida. Ese invitado no es otro que el mes de Ramadán Bendecido, al cual los creyentes están anhelantes de recibir, después de esperar durante todo un año, llenos de paciencia. Pues, cuando llega el mes de Ramadán, vienen con él aperturas del Señor de los mundos y le acompañan, cuando viene, multitud de bendiciones y bienes procedentes de Allah. Y se disipan con su llegada muchos males. Es por ello que los musulmanes se preparan para la llegada de este mes. Intentan recordarse la preferencia, supremacía y eternidad de la Otra Vida por encima de la Vida de Este Mundo.
Las puertas de la misericordia, el perdón y los dones de Allah se abren para Sus criaturas con la llegada del mes de Ramadán.
El mes de Ramadán es un mes de generosidad. De amplitud en el dar y el gastar.
El Mensajero de Allah, paz y bendiciones de Allah con él, era el más generoso de los hombres y era más generoso que nunca cuando llegaba el mes de Ramadán.
El ayuno es educación: física, espiritual y material. Hace sentir al musulmán que no le falta nada normalmente el hambre que sienten los hambrientos. Y para los creyentes que tienen poco, es un alivio. Y siempre Allah, Glorificado y Exaltado, les da con qué romper el ayuno.
Dijo el Mensajero de Allah, paz y bendiciones de Allah con él:
“Quien da de comer a uno que ayuna (para romper el ayuno) tiene la misma recompensa que él, sin quitarle por ello la recompensa al que ayuna”. (Hadiz recopilado por Tirmidhi)
El ayuno también entrena y enseña al creyente a mejorar sus buenas cualidades de carácter, puesto que ha de mantener una buena conducta mientras ayuna.
En un hadiz que narra Abu Huraira, que Allah esté satisfecho con él, y que recogen en sus Sahihain (de autenticidad demostrada) tanto Imam Bujari como Imam Muslim, que Allah esté complacido con ellos, dijo el Mensajero de Allah, paz y bendiciones de Allah con él:
“Quien empiece un día ayunando que no diga palabras groseras, ni discuta, ni caiga en la ignorancia. Y si una persona le insulta o se enfrenta a él, que diga: “Estoy ayunando, estoy ayunando””.
Acabamos de dejar atrás un mes también con mucha bendición y mérito, el mes de Sha’ban. El ayuno en este mes es muy recomendable; y conocemos, por medio de varias transmisiones auténticas que el Mensajero, paz y bendiciones de Allah con él, solía ayunar casi todos los días del mes de Sha’ban. Como relata Aisha, que Allah esté satisfecho con ella.
El noble compañero Anas Ibn Malik, que Allah esté complacido con ambos, relata que se le preguntó al Mensajero de Allah, paz y bendiciones de Allah con él: “¿Qué ayuno es el más meritorio después del ayuno de Ramadán?”. Respondió: “El ayuno de Sha’ban en honor a Ramadán”.