La virgen Maria
Thu, 12 Dec 2024

Los lazos de hermandad en el Islam

Hermandad en el Islam

La hermandad entre los creyentes fue establecida por Allah

Como musulmanes, nuestra creencia no es completa, y nuestra adoración no es suficiente, hasta que hemos construido fuertes vínculos de fraternidad entre nosotros. Este artículo discute la importancia de la hermandad en el Islam, con evidencias del Corán, la Sunnah y la Sirah (la biografía del Profeta Muhammad).

El Islam nos enseña un aspecto importante de nuestra fe como es la manera de tratar a los demás. Nosotros, como musulmanes, tenemos que perfeccionar nuestra adoración y nuestros modales para tener éxito y complacer a Allah (Glorificado y Exaltado sea).

Uno de los pilares más importantes de nuestro trato con los demás es el concepto de hermandad en el Islam. Este concepto se enfatiza en el Corán y en la Sunnah, y a través de las acciones que el Profeta Muhammad (la paz sea con él) llevó a la práctica. Esta hermandad establecida por el Islam nos impone ciertos derechos y responsabilidades que debemos cumplir con nuestros hermanos musulmanes. Antes de seguir adelante, debe quedar claro a cualquiera que lea esto que el uso del término “hermandad” en este artículo está destinado a abarcar ambos sexos, e incluir también la hermandad entre las musulmanas.

El primer punto importante es que esta hermandad entre los creyentes fue establecida por Allah (Glorificado y Exaltado sea) en el Corán:

Los creyentes son, en realidad, hermanos. (Al-Hujurat 49:10)

Allah (Glorificado y Exaltado sea) reveló este versículo desde los cielos para establecer este vínculo de hermandad entre los creyentes. Por lo tanto, debe tomarse muy en serio.

Allah (Glorificado y Exaltado sea) también nos dice en el Corán cuán importante es esta hermandad entre los creyentes:

Y aferráos todos juntos a la cuerda de Allah y no os separéis; y recordad el favor que Allah ha tenido con vosotros cuando, habiendo sido enemigos, ha unido vuestros corazones y por Su gracia os habéis convertido en hermanos. Estabais al borde de caer en el Fuego y os salvó de ello. Así os aclara Allah Sus signos. Ojalá os guiéis. (Aal Imran 3: 103)

Este versículo contiene muchas lecciones importantes que son relevantes para este tema. Primero viene el mandamiento de Allah (Glorificado y Exaltado sea Él) para que los creyentes se adhieran estrechamente a la “Cuerda de Allah” juntos y para no estar divididos. Esta “Cuerda de Allah” es la religión del Islam, y el juramento de que Allah (Glorificado y Exaltado sea) ha impuesto a los creyentes es que son hermanos y deben amarse unos a otros. Esta es la hermandad y la unidad entre los creyentes.

Allah (Glorificado y Exaltado sea) les pide a los creyentes que recuerden cómo fueron enemigos, y Él unió sus corazones para que se convirtieran en hermanos. Allah (Glorificado y Exaltado sea) considera esto como una gran bendición y favor que Él ha dado a los creyentes. Esto demuestra lo importante que es esta hermandad. ¡Es tan importante que Allah (Glorificado y Exaltado sea) lo ceunta como una gran bendición que Él ha otorgado a los creyentes!

Allah (Glorificado y Exaltado sea) nos informa que esta unidad y hermandad es lo que los salvó del abismo de caer en el fuego. Por lo tanto, hacer lo contrario, odiarse, dividirse en grupos y carecer del sentido de hermandad entre nosotros, nos llevará al fuego, que Allah (Glorificado y Exaltado sea Él) nos salve a nosotros y a todos los creyentes de él. Allah (Glorificado y Exaltado sea) también dice en el Corán:

Los creyentes y las creyentes son amigos aliados unos de otros, […] (At-Tawba 9:71)

Allah (Glorificado y Exaltado sea Él) nos advierte contra la separación, y de cómo estar divididos y tener disputas entre nosotros nos acarreará fracaso y pérdida:

Y obedeced a Allah y a Su Mensajero y no disputéis, porque entonces os acobardaríais y perderíais vuestro ímpetu. Y tened paciencia, pues ciertamente Allah está con los pacientes. (Al-Anfal 8:46)

Hay muchos otros versículos en el Corán que reiteran el mensaje de lo importante que es para los musulmanes estar unidos, ser hermanos, amigos, aliados y partidarios unos de otros, y evitar la desunión y la división. El énfasis en este concepto en el Corán muestra cuán importante es este asunto para Allah (Glorificado y Exaltado sea).

También hay numerosos hadices de la Sunnah del Profeta Muhammad (la paz sea con él) que enfatizan este concepto. Los siguientes son sólo algunos ejemplos.

El Profeta Mohammad (la paz sea con él) dijo: “No entrareis al Paraíso hasta que creáis, y no creeréis hasta que os améis”. (Sahih Muslim). También dijo: “Ninguno de vosotros será un verdadero creyente hasta que desee para su hermano lo que desea para sí mismo”. (Sahih Al-Bujari).

El Profeta Muhammad (la paz sea con él) consideró la hermandad entre los musulmanes y el amor por los demás un requisito para ser considerados creyentes. Sin esta hermandad, no entrarían al paraíso, porque no serían verdaderos creyentes. El segundo hadiz va más allá. No solo requiere que amemos a nuestros hermanos musulmanes, sino que debemos querer para ellos lo que queremos para nosotros mismos. Este es el nivel más alto de amor, en el cual te gustaría que tu hermano tuviera todas las cosas buenas que tú tienes.

El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) también nos dijo que Allah (Glorificado y Exaltado sea) en el día del juicio cobijará bajo su sombra a aquellos creyentes que se amaron solo por Allah (Glorificado y Exaltado sea). Dirá en el día del juicio: ‘¿Dónde están los que se aman por Mi gloria? Hoy los cobijaré bajo Mi sombra, en este día en el que no hay otra sombra que la Mía’. (Sahih Muslim).

De hecho, este sentimiento de amor y fraternidad entre los musulmanes también nos trae alegría en nuestra vida. Nos dará un maravilloso sentimiento de la dulzura de la creencia, un sentimiento de verdadero placer y satisfacción. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo: “Quien tiene las siguientes tres (cualidades) encontrará la dulzura de la creencia: Que Dios y su Mensajero sean más amados para él que todo lo demás, que ame a alguien solo por Dios y que odie volver a la incredulidad como odiaría ser lanzado al fuego”. (Sahih Al-Bujari)

Nuestro amor por nuestros hermanos musulmanes debe extenderse más allá de los sentimientos. Debe manifestarse también en nuestras acciones. Esta hermandad debe empujarnos a ayudarnos mutuamente de la manera que podamos, y a esforzarnos por ayudar a nuestros hermanos. Si hacemos esto, Allah (Glorificado y Exaltado sea Él) nos recompensará grandemente, como el Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo:

“Al que asista a la necesidad de su hermano Allah asistirá́ a la suya. Al que alivie la aflicción de un musulmán Allah le aliviará por ello de una de las a aflicciones del Día de la Resurrección. Y al que oculte las faltas de un musulmán Allah ocultará las suyas el Día de la Resurrección”. (Sahih Muslim)

El profeta Muhammad (la paz sea con él) también nos dijo cómo convertirse en la gente más amada por Allah (Glorificado y Exaltado sea). ¿Te gustaría ser uno de ellos? ¿Te gustaría que Allah (Glorificado y Exaltado sea) te amara y te convirtieras en el más amado de Allah? (Glorificado y Exaltado sea) La forma de lograr esto es ayudar a la gente, ofrecerles beneficios y felicidad y aliviarles de sus problemas:

“La gente más amada por Allah (Glorificado y Exaltado sea) es aquella que más ayuda y beneficia a los demás, y las acciones más amadas por Allah (Glorificado y Exaltado sea) son el placer y la felicidad que llevas al corazón de un musulmán, o resolver uno de sus problemas, o pagar su deuda, o evitar que tenga hambre, y esforzarme para ayudar a mi hermano musulmán es más amado para mí que hacer I’tikaf (retiro) en esta mezquita durante un mes, y quien controla su ira, Allah oculta sus faltas, y quien controla sus malos sentimientos, Allah (Glorificado y Exaltado sea) llenará su corazón de alegría en el día del Juicio, y quien se esfuerce por ayudar a satisfacer una necesidad de su hermano musulmán, Allah hará que sus pies estén firmes en el día del Juicio, y las malas maneras arruinan las buenas acciones como el vinagre arruina la miel”. (Sheij Al-Albani dijo que es un hadith sahih)

De hecho, la adhesión a esta hermandad también nos proporciona seguridad, tanto físicamente como en términos de nuestra creencia. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo: “Quédate con el grupo (de los justos musulmanes), porque el lobo se come las ovejas que se alejan del rebaño”. (Ahmad y Al-Tirmidhi)

El profeta Muhammad (la paz sea con él) implementó prácticamente este concepto de hermandad entre los musulmanes. En el momento en que los musulmanes estaban sin perseguidos en Meca y estaban siendo torturados, insultados, humillados y atacados por otra razón que la de ser musulmanes, el Profeta (la paz sea con él) usó los lazos de hermandad para ayudarles a superar estos tiempos difíciles. Muchas de las personas que habían aceptado Islam eran incluso atacadas por sus propias familias y habían perdido el apoyo y respaldo de sus parientes de sangre. Así que el Profeta Muhammad (la paz sea con él) juntó a los musulmanes y los hizo hermanos, para que se cuidaran unos a otros y se ayudaran durante el calvario por el que pasaban.

Esta hermandad entre los musulmanes trasciende todas las barreras raciales y tribales, y es sostenida por su crrenic común en Allah (Glorificado y Exaltado sea Él), haciéndola más fuerte que cualquier otro tipo de relación, incluso las relaciones de sangre. Cuando miramos a la comunidad musulmana de Meca vemos un hermoso ejemplo de hermandad, que abarca muchas razas, tribus e idiomas. Hamza, el tío del Profeta Muhammad (la paz sea con él), era árabe. Salman Al-Farisi era persa. Bilal era un africano de Etiopía. Sohaib era de origen europeo. Todas estas personas eran de diferentes razas, idiomas e incluso continentes. ¡Sin embargo, estaban unidos como hermanos por el Islam! Tal armonía nunca ha sido alcanzada por ninguna otra religión, ley o nación.

Incluso en nuestro mundo moderno de hoy, comúnmente escuchamos hablar de racismo y de la discriminación basada en la etnia, color de piel y lenguaje. Sin embargo, el Islam superó todo esto poniendo en práctica el concepto de hermandad en el Islam.

Cuando los musulmanes emigraron a Medina, el Profeta (la paz sea con él) implementó otra hermandad, esta vez entre los Muhayirin (los inmigrantes de La Meca) y los Ansar (los que vivían en Medina). Los Muhayirin habían dejado Meca con pocas posesiones, tuvieron que dejar atrás todas sus riquezas y pertenencias. Estaban necesitados de ayuda para comenzar sus vidas de nuevo desde cero. Así que establecer la hermandad entre ellos y los Ansar fue una de las primeras cosas que el Profeta Muhammad (la paz sea con él) hizo en Medina, junto con la construcción de la mezquita, y fue una de las piedras angulares de la construcción de una comunidad musulmana sana, fuerte y exitosa.

Una de las historias sorprendentes de esta hermandad es la de Abdul Rahman ibn Awf, uno de los Muhayirin. El profeta Muhammad (la paz sea con él) le hermanó con Sa’ad ibn Al-Rabi, que era una de las personas más ricas entre los Ansar. Al escuchar que Abdul Rahman se le había asignado como su hermano, Saad le dijo: “La mitad de mi riqueza es tuya”. Adbul Rahman respondió: “Que Allah (Glorificado y Exaltado sea) bendiga tus riquezas. ¿Hay un mercado donde se comercie?” Sa’ad lo llevó al mercado donde inmediatamente comenzó a trabajar. Después de algún tiempo, Abdul Rahman había construido su propia riqueza y se casó y comenzó su vida otra vez. Nunca tomó nada de Sa’ad.

Esta historia nos muestra la seriedad con que tomaron su hermandad y lo dispuestos que estaban para realmente ponerse en dificultades para ayudar a sus hermanos. Sa’ad estaba dispuesto a entregar la mitad de su riqueza para ayudar a su hermano. De hecho, Sa’ad es un ejemplo de generosidad del que necesitamos aprender.

Al mismo tiempo, Abdul Rahman no se aprovechó de la generosidad de su hermano. No se limitó a tomar la riqueza y vivir feliz para siempre. Apreciaba la generosidad de su hermano, pero quería construir sus propias riquezas con sus propias manos. Tenía una ética de trabajo tan excelente que no podía simplemente tomar el dinero sin realizar ningún trabajo. Abdul Rahman era un buen hombre de negocios, y era capaz de comerciar y mantenerse a sí mismo. Así que prefería ese camino. Abdul Rahman seguía la guía del Profeta (la paz sea con él), que desaconsejó a los musulmanes mendigar y tomar el dinero de otros, a menos que uno estuviera desesperado. Esto es porque el Profeta Muhammad (la paz sea con él) quería que los musulmanes fueran trabajadores y productivos, y la pereza era una de las cosas que más temía para su nación.

Así que pongamos en práctica este concepto de hermandad en nuestras vidas. Es parte de nuestra religión y es parte de nuestra historia. Es nuestra identidad, lo que nos define como musulmanes y como seguidores del Profeta Muhammad (la paz sea con él). Busquemos oportunidades para ayudar a nuestros hermanos musulmanes. Cuando escuchamos que uno de nuestros hermanos necesita ayuda o se enfrenta a un problema, apartemos nuestro ego y desviémonos de nuestro camino para ayudar. No solo económicamente, porque a veces es fácil dar algo de dinero y olvidarse del problema. Debemos estar dispuestos a salir y caminar con nuestro hermano para ayudarle a arreglar sus problemas, ayudarle físicamente y estar allí con él.

Vamos a implementar el ejemplo de la tribu de Al-Ashariin, que el Profeta Muhammad (la paz sea con él) elogió diciendo: “Si pasan por dificultades y si la comida no es suficiente para sus hijos, juntan todo lo que tienen en un lugar, y luego lo dividien entre ellos en partes iguales. ¡Son parte de mí, y yo soy de ellos!

El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estaba tan complacido con sus acciones y la forma en que se reunían para ayudarse mutuamente durante los tiempos difíciles, que dijo que ellos eran de él y él de ellos. ¿Por qué no nos unimos a ellos también y seguimos su ejemplo?

Que Allah (Glorificado y Exaltado sea Él) nos guíe a todos a implementar el concepto de hermandad en nuestra comunidad y entre nosotros, y a seguir los pasos de los compañeros y los primeros musulmanes, que la pusieron en práctica en sus vidas.


Fuente: al-islami.com.

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