El ayuno debe dejar una marca positiva en el ayunante y aportar efectos beneficiosos.
Allah dice en el Corán:
“A quien haya obrado con rectitud sea varón o hembra, siendo creyente, le haremos vivir una buena vida y le daremos la recompensa que le corresponda por lo mejor que haya hecho”. (Surat An-Nahl, 16:97).
Uno de los signos de que los actos de obediencia y adoración están siendo aceptados es que esos actos tienen un efecto sobre la conducta.
Ibn Ataillah dice: “Quien encuentra el fruto de su acción de inmediato, debe saber que eso es un indicativo de la existencia de la aceptación más tarde”.
El propósito por el cual se hizo obligatorio el ayuno es la taqwa; que es: cumplir con los mandatos y apartarse de lo prohibido. Y la taqwa es una de las condiciones para la aceptación de las acciones.
Dice Allah:
“Realmente Allah acepta de los que tienen taqwa”. (Surat Al-Ma’idah, 27).
Siendo el mes de Ramadán el mes de la taqwa, el musulmán debe preguntarse a sí mismo qué cuantía de taqwa ha dejado el ayuno en él y cuánto ha cambiado su conducta en relación con las criaturas y el Creador.
El mes de Ramadán es el mes del Corán. De manera que el musulmán debe preguntarse cuánto ha influido el Corán en sí mismo, en cuanto a la recitación, la reflexión y la puesta en práctica.
El mes de Ramadán es el mes de la paciencia. Y la paciencia es uno de los pilares más importantes de las nobles cualidades de carácter (Husnul’Juluq). Por lo tanto, el musulmán debe preguntarse cuánto ha influido el ayuno en la mejora de sus cualidades de carácter.
Y el mes de Ramadán es también el mes de la generosidad. Que el musulmán mire cuánto ha dejado el ayuno en él de amor por preferir a los demás y de rechazo a la avaricia. Se ha dicho que “La existencia prospera por medio de la generosidad”.
Y el mes de Ramadán es también el mes de la tauba. Que se pregunte el musulmán si se ha vuelto a Allah con un arrepentimiento sincero. Y en qué medida se ha reconciliado con Allah, y cuánto ha arreglado la relación con su Señor, y si acaso se ha esforzado en despojarse de las enemistades que hubiera entre él y otras criaturas, especialmente sus familiares.
Estos son algunos de los efectos positivos que el ayuno debe dejar en el musulmán. Los efectos deben ser de mejora y avance.
El que vea que su estado ha mejorado y que el ayuno ha afectado en él positivamente que dé gracias a Allah. Y el que vea que su estado se ha quedado igual, después del ayuno que antes del mismo debe hacerse las cuentas y que se vuelva a su Señor antes de que sea demasiado tarde. Y debe saber que el ayuno no es simplemente abstenerse de comer y beber, sino que es necesario obtener los méritos y pulir las nobles cualidades de carácter, así como alejarse de las malas características y cualidades.
El Profeta, que Allah lo bendiga y le dé paz, dijo: “No hay necesidad para el que no abandone las palabras de falsedad y sus acciones en dejar la comida y la bebida” (Hadiz de Bujari narrado por Abu Hurairah).