Uzmán – Su emigración a Abisinia

Abisinia

Debido a las dificultades que estaban sufriendo los musulmanes en Meca en la primera etapa del Islam, Uzmán se decidió a emigrar a Abisinia junto con su esposa, Ruqayyah.

En el artículo de ayer hablamos de la juventud de Uzmán y de cómo se hizo musulmán.

Debido a las dificultades que estaban sufriendo los musulmanes en Meca en la primera etapa del Islam, Uzmán se decidió a emigrar a Abisinia junto con su esposa, Ruqayyah, y un reducido grupo de musulmanes en el quinto año de la profecía. Anas dijo: “El primero que emigró con su familia a Abisinia fue ‘Uzmán ibn ‘Affan. El Profeta, a quien Allah bendiga y conceda paz, dijo: ‘Que Allah acompañe a ambos. Desde tiempos de Lut, ‘Uzmán es el primero que emigra con su familia en el nombre de Allah’”.

Estando en Abisinia, les llegó a los musulmanes la noticia de que los Quraish habían aceptado el Islam y se habían postrado todos ante Allah. Esa información era en parte correcta, pero no del todo. Lo que ocurrió fue lo siguiente: En Ramadán de ese mismo año (el quinto de la profecía) el Mensajero se dirigió hacia la Ka’bah, donde se encontraban un gran número de Quraish, incluidos los ancianos y los más notables de ellos.

El Mensajero comenzó a recitar la Surat An-Najm, el sura del astro. Las palabras de Allah impactaron profundamente en los presentes. Esta fue la primera vez que realmente escucharon el Corán y se vieron influenciados por él. Se había tomado la costumbre entre los Quraish de no escuchar el Corán, no sólo no escucharlo si no que cuando veían que alguien lo recitaba se ponían a hablar en voz alta e insolente, gritando y burlándose del que recitaba, para impedir que, si alguien estaba interesado en escucharlo, pudiera hacerlo.

Allah relata esto que hacían cuando dice:

“Y dicen los que se niegan a creer: no escuchéis esta Recitación, intentad desviar de ella la atención y puede que venzáis“. (Surat Fussilat, 41:26).

Pero en esta ocasión sí escucharon las palabras de Allah, y, al hacerlo, las palabras les llegaron directamente a los corazones y se sintieron completamente fascinados y encantados con ellas, olvidaron el mundo material que les rodeaba, olvidaron donde estaban y que eran enemigos del Mensajero y entraron en un estado de total atención a las palabras de Allah y cuando el Mensajero recitó: “¡Postraos ante Allah y adoradlo!” (Surat An Najm, 53, 62). Los Quraish, inconscientes y con total sumisión se postraron ante Allah sin dudarlo; fue un momento en el que Allah permitió que entrara la verdad en sus vergonzosas y habitualmente arrogantes almas.

El regreso de Abisinia

Cuando estas noticias llegaron a los musulmanes que se encontraban en Abisinia, se decidieron a volver ya que interpretaron que los Quraish habían aceptado el Islam; aunque cuando volvieron se dieron cuenta de que la situación estaba incluso peor, así que volvieron a Abisinia, un grupo aún mayor de musulmanes, pero entre ellos no se encontraban esta vez Uzmán y Ruqayyah que se quedaron en la ciudad de Meca.

Pasado un tiempo el Mensajero ordenó a sus compañeros que emigraran a Medina, Uzmán lo hizo junto con esposa Ruqayya; el Mensajero lo hermanó con Abu Talha Ibn Thabit de los Banu Najjár. Tras un corto espacio de tiempo en su casa, Uzmán se compró una casa propia ya que todas las operaciones comerciales que realizó al llegar a Medina fueron fructíferas.

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