Entre los actos desinteresados más nobles que podemos emprender es pedir bendiciones por el Profeta Muhammad, el Mensajero final, que la paz y las bendiciones sean sobre él. Allah ha establecido este noble actos siendo Él mismo el primero en hacerlo ¡qué noble es un acto que Dios, el Compasivo mismo, confirma que hace! Él, exaltado sea, dice:
“Es verdad que Allah y Sus ángeles hacen oración por el Profeta*. ¡Vosotros que creéis! Haced oración por él y saludadlo con un saludo de paz”. *[La oración -o Salat- de Allah es Su gracia y misericordia y la de los ángeles es pedir por él.] (Surat Al-Azhab (Los coligados), 33:56)
Por encima de cualquier otra razón, por lo tanto, debemos pedir bendiciones por el Profeta Muhammad porque Dios nos ha exhortado a hacerlo. Además, en un hadiz rigurosamente autentificado, el Profeta también nos informa de su beneficio:
Ubayy bin Ka’ab dijo: “Una vez le dije al Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él: ‘Oh Mensajero de Allah, hago mucho dhikr (recuerdo de Allah). ¿Qué parte debería ofrecerte saludos? El Profeta respondió: “Tanto cuando desees”. A esto pregunté: “¿Un cuarto?”. Él dijo: “Si lo deseas, pero si aumentaras el número, será mejor para ti”. Luego le pregunté: “¿Un tercio?”. Él dijo: “Si lo deseas, pero si aumentaras el número, será mejor para ti”. Luego le pregunté: “¿La mitad?”. Él dijo: “Si lo deseas, pero si aumentaras el número, será mejor para ti”. Luego dije: “En ese caso, en mi invocación, haré todas mis oraciones por ti”. A esto, el Mensajero de Dios respondió: “Si lo haces, serás liberado de la ansiedad y todos tus males serán perdonados”. [Hadiz transmitido por Tirmidhi]
El mundo de hoy está lleno de corrupción, violencia y calumnia incesante hacia Dios y Sus Profetas; y también del Islam, tanto por los ataques externos como por las transgresiones internas. La ansiedad y la depresión son endémicas, sin mencionar nuestros errores y deficiencias. Por lo tanto, un beneficio inmediato y significativo es que nuestra invocación a Dios Todopoderoso para que derrame paz y las bendiciones sobre Su Amado es un medio de curación, Shifa, sobre nosotros mismos.
En medio de nuestra fechoría, el perdón y la gracia de Dios pueden no llegar sobre nosotros, pero pedir bendiciones por el Profeta Muhammad es un medio de intercesión por nosotros, el muy permisible y divinamente aprobado acto de Tawassul, de que la Misericordia y la Paz de Dios fluya hacia nosotros mismos. El Dios de la misericordia decreta misericordia cuando se invoca misericordiosamente a aquel enviado como misericordia. Como se menciona en una tradición, “todo asunto está entre la aceptación y el rechazo, excepto la invocación de paz sobre el Profeta.
El erudito, Shams al-Din al-Sakhawi, uno de los principales alumnos del erudito de los Hadiz Ibn Hajar al-Asqalani, cita lo siguiente en su libro Al-Qawl al-Badī ‘al-Śalāt’ ala al-Habīb al-Shafī ‘ (La posición elogiable con respecto al envío de bendiciones al amado intercesor), respecto a porqué invocamos a Dios para que bendiga a su Profeta:
“Porque él es puro, sin falta, y nosotros tenemos defectos y faltas. Entonces, ¿cómo puede el que tiene defectos alabar al que no tiene? Por lo tanto, le pedimos a Dios que le envíe bendiciones para que las bendiciones provengan del Puro y Santo Señor sobre el Puro Profeta”.
Este no es un asunto de poca importancia. Para elucidarlo mejor, en otra narración, el Profeta, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, dijo:
“Quienquiera que envíe una bendición sobre mí, Dios enviará diez bendiciones sobre él”. (Muslim)
Pedir paz y bendiciones sobre el Profeta abre las puertas de la paz y las bendiciones sobre nosotros mismos. En un mundo que no tiene paz y está necesitado de bendiciones, no existe una manera más rápida, mejor y más grande para que el Creyente en Dios busque su gracia, protección, favor y bendición.
Si bien hay momentos específicos que se mencionan como los más recomendables para pedir paz y bendiciones de Dios, Exaltado sea, sobre el Profeta, no hay absolutamente ninguna restricción, ya sea solo o en congregación, de hacerlo cualquier otro día o noche. Esto es evidenciado por el mandato coránico de enviar saludos sobre él con toda la abundancia de tal saludo (taslīma). Además, se menciona con autoridad en muchas narraciones, algunas de ellas mencionadas anteriormente arriba, que ni la cantidad ni el tiempo están restringidos. Cualquiera que pretenda que otro no pida por al Profeta como un medio de bondad de Dios, el Compasivo, está privando a otros de los favores de Dios, y solo la justicia de Dios puede responder a esa privación opresiva instituida por simples mortales sobre otros y sus propias almas.
Pero más allá de los beneficios que se obtienen en este mundo (eliminación de la ansiedad, el daño y la anarquía) por la Voluntad de Dios, el Omnisciente, conocedor de nuestros estados y realidades, existen beneficios más allá de este mundo efímero; siendo la realidad del objetivo de estos la Gracia de Dios en el Más Allá. Sería negligente de nosotros no recordarnos estos beneficios. Estas son algunas de las declaraciones del Profeta de Dios al respecto:
“De aquellos de mi comunidad que piden bendiciones por mí, sinceras de corazón, Dios derramará Sus bendiciones sobre él diez veces, elevará su estado por diez, y hará que los ángeles escriban diez buenas obras para él y borrará diez de sus faltas”. (Nasa’i)
Hay dos hechos muy importantes que deben ser resaltados con respecto a esta narración. En primer lugar, la frase original “De aquellos de mi comunidad que pidan bendiciones” es indudablemente en plural. En otras palabras, implica tanto a alguien pidiendo bendiciones ya sea solo o en congregación. En segundo lugar, enviar saludos al Profeta es una cuestión de máxima preocupación: buscar la aprobación de Dios (registrada como buenas obras) y buscar Su perdón (eliminación de faltas). Estos no son asuntos banales para ser desechados erróneamente como innovación. Estos son los objetivos fundamentales de la adoración devocional de nuestro Creador Exaltado.
También dijo el Profeta:
“Sin duda, las súplicas se quedan entre los cielos y la tierra, y no se elevan hasta que quien suplica pide bendiciones sobre el Profeta”. (Tirmidhi)
No hay un solo Creyente que no espere que su súplica no sea respondida por el Contestador de súplicas. Invocar bendiciones sobre el Profeta al pedirle a nuestro Señor, acelera la respuesta de nuestro Señor Misericordioso. La intercesión del Profeta con nuestro Señor es una Misericordia de nuestro Señor.
“Las personas más cercanas a mí en el Día de la Resurrección serán aquellos que pidieron la mayor cantidad de bendiciones sobre mí”. (Tirmidhi)
¡Y quién de entre nosotros no querría estar en compañía del Amado del Señor, a quien se le ha dado la autoridad cuando no exista ninguna otra autoridad para interceder por nosotros, y mucho menos estar cerca de él!
“Ciertamente, vuestro mejor día es el viernes, así que en este día, pedir bendiciones por mí en abundancia, porque vuestros saludos me serán presentados. Dijeron: “¡Oh Mensajero de Dios! ¿Cómo te podemos presentar nuestros saludos después de que tus huesos se hayan convertido en polvo? Él respondió: “En verdad, Dios ha prohibido que la tierra consuma los cuerpos de los Mensajeros””. (Ibn Mayah y otros).
A esta profunda realidad del bendito y amado Profeta de Dios, sobre él sean la paz y las bendiciones, es necesario citar la Palabra de Dios, El Exaltado, relacionada con la narración profética anterior:
“En verdad que os ha llegado un Mensajero salido de vosotros mismos; es penoso para él que sufráis algún mal, está empeñado en vosotros y con los creyentes es benévolo y compasivo”. (Tawba, 9:128)
Lo que es relevante remarcar aquí es que la preocupación del Profeta es continua y no se limita a un tiempo o personas en particular, ¡sino a todos los que son de su comunidad hasta el fin de los tiempos! No hay duda o ambigüedad con respecto a este hecho: la preocupación y el cuidado del Profeta por nosotros permanece hasta el final de los tiempos y hasta el Más Allá. ¡Busca cada reunión y cada momento de tu tiempo libre y voluntario y envía saludos a aquel a quien Dios no rechaza!
“El que pide bendiciones sobre mí, los ángeles le envían bendiciones iguales a las que él invocó, así que que el creyente pida un poco o incremente esto”. (Tirmidhi)
Fijémonos, que el Profeta mismo autoriza no solo uno o diez saludos, sino tantos como se quiera, se permite aumentarlo a lo que cada uno sea capaz de hacer. Si es uno, cien, un millón o mil millones; el derecho de enviar tantas bendiciones como se quieran al Profeta es un derecho otorgado por Dios.
Pero prestemos atención y tengamos cuidado, que cualquiera que vea el pedir bendiciones por el Profeta como un acto inútil o algo sin importancia, por lo que no es digno reunirse, entonces el Profeta también nos ha advertido:
“Quien, cuando soy mencionado delante suya, no pide invocar bendiciones por mí, es un avaro”.
Y:
“Deshonrada sea la persona que, cuando se me menciona delante suya, no pide bendiciones por mí”. (ambos hadices fueron transmitidos por Tirmidhi)
Hemos de comprender el valor irremplazable y aferrarnos a aquellos que nos ayudan a recordar y pedir la Paz y las Bendiciones de Dios con su Profeta. Como él, la paz sea con él, dijo:
“Allah, sin ninguna duda, tiene ángeles que van por la tierra y me transmiten los saludos de mi comunidad”. (Tirmidhi)
Fuente: Nuevos Musulmanes
Editado por: Islamforchristians.es