La importancia del mes de Rabi al-Awwal
En el artículo de ayer se habló de la importancia del mes de Rabi al-Awwal y se trataron dos de los tres importantes eventos que tuvieron lugar durante este mes. Hoy se abordará el tercero de ellos.
Tercer evento: La muerte del Profeta Muhammad, que la paz sea con él.
El lunes 12 de Rabi al-Awwal, en el undécimo año de la Hiyra, el Profeta falleció.
Un día o dos antes de su muerte, había entrado en la mezquita y le dijo a la gente desde el púlpito: “Hay un esclavo entre los esclavos de Dios a quien Dios ha ofrecido la opción entre este mundo y lo que está con Él, y el esclavo ha elegido lo que está con Dios”. Había estado enfermo durante unos días, y su familia y amigos más cercanos sabían que pronto sería hora de que volviera a Allah.
Sin embargo, todavía fue un gran shock para los musulmanes cuando murió, tanto que algunos de ellos se negaron a creer que había fallecido. Pocas horas antes de su muerte, el Profeta había entrado en la mezquita y había visto a la gente rezar, y Anas más tarde dijo: “Nunca vi la cara del Profeta más bella de lo que era a esa hora”. Parecía imposible que él iba a dejarles, e incluso Umar, uno de sus Compañeros más cercanos, insistió en que era una mentira.
Abu Bakr, sin embargo, le recordó a la gente que el Profeta, que la paz sea con él, era solo un Mensajero humano, y que no era inmortal. Abu Bakr dijo:
“¡Oh gente! Si era a Muhammad a quien adorabais, entonces debes saber que está muerto. Pero si es Allah a quien adoráis, entonces sabed que Él no muere”.
Luego Abu Bakr recitó:
“Pero Muhammad es sólo un mensajero antes del cual ya hubo otros mensajeros. Si muriese o lo mataran, ¿daríais la espalda?” (Corán, Surat Al Imran, 3:144)
Fue como si la gente no supiera de la revelación de este versículo hasta que Abu Bakr lo recitara ese día. Lo copiaron de él y estaba en todas sus lenguas. Umar dijo después: ‘Cuando escuché a Abu Bakr recitar este versículo, me sorprendió tanto que me caí al suelo. Mis piernas ya no me aguantaba, y supe que el Mensajero de Allah había muerto“.
Allah le había presentado al Profeta la opción de vivir un poco más o de regresar a Él. El Amado de Allah eligió regresar a él. El dolor y la pena que sentían los musulmanes era inmenso, en particular en Medina. Estaban en duelo no solo por el Profeta, a quien amaban más que nadie, sino por el final de la Revelación:
“No lloro por él”, dijo Umm Ayman, que había sido como una madre para el Profeta. “¿Acaso no sé que se ha ido a algo que es mejor para él que este mundo? Lloro por las noticias del cielo que nos han sido cortadas”.
Dado que el Profeta Muhammad es amado por todos los musulmanes, es natural para nosotros llorar la muerte del Profeta y sentir una gran tristeza por su pérdida. Con eso en mente, aquí hay una lección final que podemos extraer del mes de Rabi al-Awwal.
Agradecimiento por el profeta Muhammad, que la paz sea con él.
Es solo a través de los sacrificios, los esfuerzos y el inmenso amor del Profeta que hemos recibido la increíble guía del Corán y la Sunnah. Allah dice en el Corán:
“Realmente Allah ha concedido una gracia a los creyentes al enviarles un Mensajero salido de ellos mismos que les recita Sus signos, los purifica y les enseña el Libro y la Sabiduría; ya que antes estaban en un extravío evidente”. (Corán, Surat Al Imran, 3:164)
Naturalmente, tendemos a recordar al Profeta más en Rabi al-Awwal, pero no debemos aislar este mes para conectarnos con él y seguir su Sunnah. Sino que deberíamos usar este mes como una oportunidad para desarrollar buenos hábitos para poder emularlo durante todo el año.
Sobre todo, Rabi al-Awwal es un momento para agradecerle a Allah por la increíble bendición de enviarnos al Profeta, que la paz sea con él, y guiarnos a Su Luz. Es un momento para redescubrir nuestro propósito una vez más y revivir nuestra conexión con Allah y Su Mensajero al aprender más sobre el Corán y la Sunnah. Esta es la máxima bendición y significado de Rabi al-Awwal.
Fuente: Truth Seeker