Originally posted 2019-04-24 10:53:08.
Sobre los atentados del domingo en Sri Lanka
Los terribles atentados acontecidos en Sri Lanka este pasado domingo, 21 de abril de 2019, son una muestra más de la espantosa corriente que está tomando un gran número de descerebrados desarraigados en el mundo de hoy día.
En ese triste día, se sucedieron una serie de ataques a iglesias y hoteles de distintos lugares de Sri Lanka, una isla nación al sureste de India.
Este tipo de ataques son actos inhumanos de barbarie que rechazamos con toda rotundidad, los rechazamos los humanos que tenemos aún cierta naturaleza en el corazón. Los condenamos con fuerza, musulmanes y no musulmanes, porque son ataques cobardes y viles, para asesinar a ciudadanos inocentes sin culpa ninguna, quitando la vida cobardemente a indefensos fieles mientras rezan en sus templos.
La desesperación de colectivos desfavorecidos y exasperados
Se está utilizando la desesperación de muchas personas con graves problemas. Se les está usando con fines políticos o económicos. Hay pequeños pero poderosos círculos que tienen interés en que pobres desalmados sigan realizando este tipo de matanzas. Siempre hay algún beneficiado de estas desgracias y calamidades. Aún con lo duro que es pensar que la muerte injusta de inocentes pueda alegrar a algunos, esto es así.
La manipulación para crear terroristas
La manipulación del ser humano para conseguir sus fines es muy antigua. Es detestable, pero es muy vieja. Y, cuando esa manipulación se une a una falta total de escrúpulos, a una inexistencia absoluta de Taqwa, de consciencia de Dios, de temor a que haya consecuencias – en esta vida quizá, pero en la otra vida con total seguridad – entonces es cuando, desgraciadamente, tenemos que presenciar escenarios tan tristes y desoladores como los de Sri Lanka este domingo pasado.
Las operaciones de manejo y manipulación de determinados grupos de gente desarraigada, llevando a cabo un proceso de radicalización, hasta que ejecutan actos de máxima brutalidad contra sus prójimos humanos, se repiten desde que la historia se conoce y son realizados por diferentes grupos políticos y religiosos.
La enseñanza que podemos obtener
La única enseñanza indudable que nos deja la historia de esta isla nación es que el fanatismo no es exclusivo de ninguna religión o grupo étnico. Todos ellos, con el necesario extravío, pueden llegar a cometerlo.
En Sri Lanka la gran mayoría de la población es budista, alrededor de un 70%, mientras que los hindús, que vendrían en segundo lugar, componen el 12%. Luego vienen los musulmanes que apenas alcanzan el 10% de la población y, por último, los cristianos, que son aproximadamente el 7% de la población de Sri Lanka. Así se dividen las religiones en la isla asiática cuya capital es Colombo.
Desde aquí, llamamos a la paz, la calma, el respeto y la convivencia. Es conocido, y la historia da testimonio de ello, que siempre que minorías religiosas han vivido bajo el la orden de un gobierno musulmán, lo han hecho en paz y protección.
Un claro ejemplo de ello son los judíos y cristianos que vivían en Córdoba en la época de los Omeyas, aunque hay otros muchos ejemplos. Esa es la esencia del Islam y la realidad del mensaje que trajo el Corán.