La virgen Maria
Thu, 21 Nov 2024

«Allah es el Rico y vosotros sois los necesitados»

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Estamos necesitados de Allah, Lo necesitamos en todos nuestros asuntos, en cada respiración, en cada latido de nuestro corazón Lo necesitamos.

Dice Allah, exaltado sea, en Su Libro:

“¡Hombres! Vosotros sois los que necesitáis de Allah mientras que Allah es el Rico, en Sí mismo Alabado” (Surat Fatir, 35, 15).

Esta aleya del Corán es una realidad tremenda que en muchas ocasiones olvidamos y por ello es necesario que volvamos a ella constantemente, pues posee el recuerdo más elevado, el recuerdo de nuestra esencia más real, el recuerdo de una realidad que a pesar de que esta sociedad nos haga querer olvidar constantemente debemos hacer un esfuerzo por no hacerlo.

Pues no hay nada más real en esta existencia que esta aleya. Estamos necesitados de Allah, Le necesitamos en todos nuestros asuntos, en los más encumbrados y en los más sutiles, en los más importantes y en los más insignificantes, en todo instante, momento y situación necesitamos de Él, en cada parpadeo, cada respiración, cada latido de nuestro corazón Le necesitamos.

Allah nos describe en esta aleya como fuqará, como los pobres, los que estamos en necesidad; ¿en necesidad de qué? En necesidad de Él, una necesidad continua, una necesidad que no cesa. Y no nos llama fuqará para desprestigiarnos ni para despreciarnos, todo lo contrario, lo hace para elevarnos, ya que cuando uno reconoce la necesidad ante Su Señor, éste le da todo lo que necesita e incluso más, pues Él es el Ghaní, el rico y nosotros los fuqará, los pobres que necesitamos de Él.

Y por ello dice Allah en otra aleya de un significado similar:

“Allah es el Rico y vosotros sois los necesitados; si os apartáis, os reemplazará por otra gente y no serán como vosotros” (Surat Muhammad, 47, 38)

No existimos, no vivimos, no respiramos si no es por Él. Le necesitamos y Él no necesita de nosotros, pues Él es Aquél que no depende de nada y del cual todo y todos dependemos. Le adoramos y Él no necesita nuestra adoración. Le alabamos y Él no necesita de nuestra alabanza, pues Él es en Sí mismo Alabado. Le amamos y Él no precisa de nuestro amor.

Y por ello uno de los grandes hombres de conocimiento dijo: “Cuando Allah creó al hombre se otorgó a Sí mismo la riqueza y a ellos la pobreza; por consiguiente quien pretenda la riqueza (la no necesidad de Allah) fuera de Allah, será velado de Él y quien sea verídico en su pobreza y necesidad, ella le conducirá a la cercanía a Él”. ¿Y yo os pregunto, podemos aspirar a algo más elevado que la cercanía de Allah?

Pero por si esto no fuera suficiente, sabemos que lo más maravilloso de esta realidad es que cuanto más nos empapamos de ella, cuanto más nos imbuimos de ella, más nos beneficia y más regalos y bendiciones nos aporta. Pues si reconocemos nuestra sinceridad necesidad de Él, nos entregaremos a Él, pondremos nuestra confianza en Él y entonces obtendremos uno de los bienes y regalos más grandes a los que podemos aspirar, obtendremos y alcanzaremos el amor de Allah; ya que Él mismo dice en Su Libro: “Confíate en Allah, es verdad que Allah ama a los que ponen su confianza en Él”. (Surat Al Imran, 3:159)

Allah nos cubre con Su Amor cuando nos entregamos a Él. Allah nos cubre con Sus bendiciones cuando somos agradecidos. Allah nos da y nos da todavía mas cuando le pedimos con sinceridad, pues Él está cerca nuestra, pues Él sabe que estamos necesitados de Él. La pregunta es: ¿Somos nosotros capaces de reconocerlo o somos tan necios que creemos que nos valemos por nosotros mismos?

Pero olvidamos… y nuestro olvido y osadía nos lleva a pensar que somos nosotros los actores principales, que somos nosotros los que hacemos que las cosas ocurran, que todo depende y gira en torno a nosotros, que somos nosotros los ricos y que no necesitamos de nada ni de nadie. ¡Pero no, Allah es el Rico y nosotros somos los necesitados!.

¡Glorificado sea Allah! ¿Acaso hay alguien más digno de alabanza que Allah, el en Sí mismo Alabado? ¿Acaso hay rico más generoso que Allah? ¿Acaso existe señor más misericordioso que Allah? ¿Acaso hay alguien más merecedor de ser amado y adorado que Allah? ¿Acaso hay alguien en quien poner nuestra confianza más digno que Allah?.

Por Allah que no lo hay, por Allah que no lo hay, por Allah que no lo hay. ¿Y sabéis qué es lo que nos dice este Rico que no depende de nada y del cuál todo depende? ¿Sabéis qué nos dice aquel al que necesitamos en cada respiración y cada latido de nuestro corazón? Que si damos un paso hacia Él, Él dará diez hacia nosotros; que si vamos a Él andando, Él vendrá hacia nosotros corriendo, dispuesto a amarnos, a perdonarnos, a darnos todo lo que necesitemos. Allah es Grande.

Hoy en día precisamos de esto, en este mundo de oscuridad que estamos viviendo necesitamos de esta luz, una luz real y resplandeciente, una luz que no trae consigo más que bien, una luz que quien se empapa de ella es capaz de superar todas las pruebas y dificultades, y el origen de esta luz no es otro que reconocer la realidad de esta aleya, que necesitamos a Allah, el Poderoso sobre todas las cosas.

Oh Allah Te pedimos que nos hagas reconocer nuestra incapacidad y dependencia de Ti y Te pedimos oh Allah, Tú que eres el Generoso, el más generoso de entre los generosos, Tú que eres el en Sí mismo Alabado, que nos cubras con Tu misericordia, pues si no fuera por ella, no seríamos nada. Amín.

 

Por: Sheij Ahmed Bermejo

Editado por: Islam for Christians – Español

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