Equipo editorial
La poligamia es objeto de una amarga controversia entre musulmanes y no musulmanes, especialmente los cristianos que alegan que su mensaje divino permite el matrimonio con una sola esposa. Discutamos este tema y adentrémonos más en lo que el Islam y el Cristianismo realmente dicen al respecto.
Poligamia
Los cristianos a menudo afirman que su mensaje divino ordena el matrimonio con una sola esposa y prohíbe la poligamia. En apoyo de su postura, citan algunos versículos del Nuevo Testamento. Por ejemplo, podemos leer:
“Un obispo debe ser irreprensible, esposo de una sola esposa, vigilante, sobrio, de buen comportamiento, dado a la hospitalidad, apto para enseñar”. (1 Timoteo 3: 2).
También leemos:
“Un diácono debe ser esposo de una sola mujer y debe administrar bien a sus hijos y a su familia”. (1 Timoteo 3:12).
Además, leemos:
“Si alguno está por encima de todo reproche, el marido de una sola esposa, y sus hijos son creyentes y no están expuestos al cargo de libertinaje o insubordinación. Para un supervisor, como servidor de Dios, debe estar por encima del reproche. No debe ser arrogante ni de mal genio, ni borracho, ni violento ni codicioso”. (Tito 1: 6-7).
Sin embargo, en los versículos anteriores, observamos que el matrimonio con una sola esposa es algo que Pablo impuso en sus epístolas sobre obispos y diáconos en lugar de cristianos comunes. Además, Jesucristo nunca especificó el número de esposas, ni encontramos un versículo explícito en el Nuevo Testamento que obligue a los cristianos comunes a casarse con una sola esposa o les prohíba casarse con más de una esposa.
Es bastante curioso que las enseñanzas anteriores de Pablo son contradictorias e inaplicables dentro de los propios círculos clericales. Aunque los versículos anteriores pueden ser vistos como alentadores de la monogamia, observamos que, en otros versículos, Pablo desalentó el matrimonio, en principio, incluso con una sola esposa. Y recomendó, en cambio, el celibato.
En el Nuevo Testamento, leemos los siguientes versículos:
“Ahora, con respecto a los asuntos sobre los cuales escribió: Es bueno para un hombre no tener relaciones sexuales con una mujer”. (1 Corintios 7: 1)
“A las solteras y las viudas les digo que es bueno que permanezcan solteras como yo” (1 Corintios 7: 8).
“Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer. Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. Esto lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor”. (1 Corintios 7: 32-35)
No hace falta ni decir que los monjes y las monjas tienen la obligación de permanecer célibes para que el “voto de celibato” no se rompa, siguiendo los pasos de María y su hijo, Jesucristo.
Ahora, ¿un monje no debería casarse o debería casarse con una sola mujer según Pablo? ¿Qué hay del hombre cristiano común? ¿Deberían prevalecer los versos en los cuales se cita a Pablo recomendando la monogamia sobre los otros versículos que recomiendan el celibato o viceversa o qué?
Los monjes y las monjas supuestamente permanecen célibes, es decir que no ponen en práctica las enseñanzas de Pablo sobre la monogamia. ¿Cómo pueden los versículos que lo citan recomendar la monogamia ser aplicables a los cristianos comunes si no son aplicados por monjes y monjas?
No hace falta decir que los cristianos siguen la Ley mosaica, que, según el Antiguo Testamento, incluso en su forma actual, permite la poligamia. En el Antiguo Testamento, leemos:
“Lamec se casó con dos mujeres, una llamada Ada y la otra Zilah”. (Génesis 4:19).
Acerca del profeta Salomón, el Antiguo Testamento dice:
“Sin embargo, Salomón se aferró a ellas con amor. Y tuvo setecientas esposas reinas y trescientas concubinas”. (1 Reyes 11: 2-3)
Acerca del profeta David, el Antiguo Testamento dice:
“Y David tomó otras concubinas y mujeres de Jerusalén, después de llegar de Hebrón; y aún le nacieron hijos e hijas a David”. (2 Samuel 5:13)
El Antiguo Testamento nos dice que el Profeta Jacob tuvo varias esposas y concubinas, entre ellas: Lea (Génesis 29:23), Raquel (Génesis 29:30), Bilha (Génesis 30: 4) y Zilpa (Génesis 30: 9).
El Antiguo Testamento también nos dice que el Profeta Abraham tuvo varias esposas, concretamente: Sara (Génesis 17: 15-16), Agar (Génesis 16: 1-3) y Cetura (Génesis 25: 1)
Entonces, ¿cuál es la evidencia concluyente de la prohibición de la poligamia en la Biblia? Se ha visto muy claro ahora que la poligamia está permitida según el Antiguo Testamento. En cuanto al Nuevo Testamento, Jesucristo no prohibió la poligamia en términos explícitos.
Dado que el Islam es la extensión final de los mensajes divinos previos, también permite la poligamia dados los beneficios que ofrece a la humanidad, pero no lo hace obligatorio ni tampoco lo recomienda. Por el contrario, lo desalienta y lo restringe de tal manera que se considere el mejor interés de la mujer en primer lugar, limitando el número de esposas a cuatro esposas solamente, estipulando tanto la capacidad física y financiera como la justicia y equidad tanto cuanto sea posible, y recomendando el matrimonio con una sola mujer en virtud de textos explícitos e inequívocos incluidos en el Corán. Por ejemplo, en el Corán, leemos:
Y si teméis no ser justos con las huérfanas… Casaos entonces, de entre las mujeres que sean buenas (y lícitas) para vosotros, con dos, tres o cuatro; pero si os teméis no ser equitativos… entonces con una sola o las que posea vuestra diestra. Esto se acerca más a que no os apartéis de la equidad. (An-Nisaa’ 4: 3)
También podemos leer:
No podréis ser equitativos con las mujeres, aunque lo intentéis, pero no os inclinéis del todo dejando a la otra como si estuviera suspensa en el aire. Si rectificáis y sois temerosos… Es verdad que Allah es Perdonador y Compasivo. (An-Nisaa’ 4: 129)
Se ha transmitido que el Profeta Muhammad le dijo a Ghailan, cuando se hizo musulmán y tenía diez mujeres: “Quédate con cuatro y divorcia a las demás”.
(Ahmad, At-Tirmidhi e Ibn Mayah)
También se ha trasmitido, de Abu Hurairah, que el Profeta Muhammad, dijo: “Quienquiera que tuviera dos esposas y estuviera más inclinado hacia una de ellas, llegará al Día del Levantamiento con la mitad de su cuerpo inclinado hacia un lado”. (Abu Dawud, At-Tirmidhi, An-Nasa`i e Ibn Majah)
Ahora, se ha hecho evidente que los mensajes divinos previos, o sea del judaísmo y cristianismo, permitían la poligamia, pero no limitaban el número de esposas ni estipulaban justicia ni equidad, a diferencia del Islam.
No encontramos ninguna evidencia concluyente que no sea contradictoria con otras pruebas en la Biblia que recomienden la monogamia para personas comunes, no solo para obispos o diáconos.
Fuentes:
1- El Noble Corán (Traducción de Abdulghani Melara)
2- Sunan de At-Tirmidhi
3- Sunan de Ibn Mayah
4- La Biblia