Originally posted 2019-02-13 04:25:45.
El Corán estaba en la cabeza y corazón de cientos de Compañeros del Profeta Muhammad, que Allah le dé Su gracia y paz, y solamente escrito en tablas y pieles por separado. Sin embargo, llegó un punto en que se vio apropiado el recogerlo todo en páginas y hacer un libro.
Para ver y comprender cómo se empezó a recopilar el Corán en un libro tenemos que volver al final de la vida de Umar ibn Al Jattab.
Volvamos a Umar ibn Al Jattab.
Tras la muerte del Mensajero de Allah Abu Bakr tomó el Califato y el primero en darle el ba’yah, el juramento de fidelidad, fue ‘Umar al Faruq, ‘Umar Ibn al Jattab.
Al hacerlo, se encontraban la mayoría de los musulmanes reunidos y ‘Umar se levantó y dijo: ‘Allah ha congregado vuestra autoridad en el mejor de todos vosotros, el Compañero del Mensajero de Allah y “el segundo de los dos cuando ambos estaban en la cueva”. (Corán, Surat At Tawba, 9-40). Así pues, levantaos y juradle fidelidad’.
Se mantuvo firme junto a Abu Bakr en todas sus decisiones, siendo un apoyo para él.
Le aconsejaba y ayudaba en todo momento.
Fue quien le recomendó con gran insistencia que recopilara todas las piezas escritas del Corán y lo hiciera un libro, después de la batalla de Al-Yamámah contra Musailima Al-Kadh-dháb y sus seguidores.
Así continuamos con el seguimiento de las páginas del Corán.
Cuando Abu Bakr asumió el califato, aumentaron los renegados y él los combatió con fiereza, con la intención de erradicarlos. Por el peligro que suponían para el Din.
Luchó contra los seguidores de Musailima el Mentiroso en la batalla de Yamáma. Acabó allí con más de veinte mil. Y muchos de los musulmanes también perdieron la vida, de entre ellos 70 huffádh del Corán (los que han memorizado). También se dice que fueron hasta 500 huffádh.
Cuando Umar ibn Al Jattab supo de la pérdida de tantos huffádh, le aconsejó a Abu Bakr que recopilara todas las diferentes piezas escritas del Corán, que se encontraban dispersas entre varios de los Compañeros, y las reuniera en un solo libro.
Abu Bakr en un principio se negó; se mostró reacio a la idea de hacer algo que no había hecho el Profeta, que Allah le bendiga y le dé paz, en vida.
Pero Umar ibn Al Jattab siguió insistiéndole, y más adelante accedió a su recomendación y asignó a Żaid ibn Zábit que era un joven inteligente, que sabía el Corán de memoria, era un ‘alim, tenía una memoria fuerte y era de los que había escrito el Corán delante del Mensajero de Allah.
El Profeta dijo de él: “El que mejor conoce las leyes de la herencia es Żaid ibn Zábit”.
Umar murió en el año 45 de la Hégira. Ibn ‘Abbás dijo el día que murió: “Hoy se ha enterrado una enorme cantidad de conocimiento”.
Żaid ibn Zábit, cuando Abu Bakr y Umar le encomendaron recopilar el Corán, dijo: “Por Allah, si me hubieran encargado mover una montaña de la tierra, no hubiera sido para mí más pesado que lo que me han encargado”.
Estas páginas las guardó Abu Bakr, luego se las pasó a Umar que, a su vez, se las pasó más tarde a su hija Hafsa. Y fue finalmente el tercer califa, Uzmán ibn Affán, quien tomó las páginas y mandó escribir con buena caligrafía varios ejemplares idénticos que sirvieron de modelo y luego se reprodujeron en numerosas copias a lo largo de los territorios islámicos.