Allah ha quedado satisfecho con el Din del Islam como camino, modo de vida y forma de adoración.
Dice en el Corán:
“Y he quedado satisfecho con el Islam para vosotros como Din”. (Surat Al Ma’ida, 5:3)
Lo contrario al Islam es el kufr (incredulidad). Allah no está satisfecho con Sus siervos cuando caen en el kufr.
El Islam es el Din después del cual Allah no acepta otro:
“Y quien busca otro Din que no sea el Islam, no se le aceptará y en la próxima vida será de los perdedores”. (Surat Ali Imran, 3:85)
El musulmán se siente orgulloso y afortunado de su Din y está satisfecho con él y no se le ocurre pensar en otra alternativa y no le cabe ninguna duda de que el don del Islam es el mayor de los dones que el hombre puede disfrutar. Y por ello le agradece a Allah y le alaba en todo momento y no se le aparta ni se desvía su mirada a ninguna cosa que niegue y contradiga a Su Din y no se deja seducir por las formas de comportamiento de la gente de kufr, de negación y rechazo. Lo que ellos tienen es disfrute breve.
No se puede considerar disfrute aquello que acaba mal.
No se debe considerar esfuerzo y dificultad aquello cuya conclusión es el Jardín del Paraíso.
El tiene islam debe estar satisfecho y contento.
“No desfallezcáis y no os entristezcáis, pues vosotros sois superiores si sois creyentes”.
(Surat Ali Imran, 3:139)
No debe tener desaliento, ni tristeza, ni temor, excepto quien haya vendido su Din a cambio de su dunia (la vida de este mundo) y haya olvidado la vida después de la muerte –ájira- y se haya hecho esclavo de sus pasiones.
La satisfacción con la misión del Profeta Muhammad, la paz sea con él, se cumple cuando se cree en ella como verdadera y cuando se tiene por él más amor que por cualquier otra cosa: riqueza, hijos, familia, negocio y todo lo demás.
Dijo el Mensajero de Allah, paz y bendiciones de Allah con él:
“No cree uno de vosotros hasta que yo le sea más querido que sus hijos, sus padres y la humanidad entera”.
(Hadiz recogido por Bujari y Muslim, relatado por Anas Ibn Malik, que Allah esté satisfecho con ellos)
Debemos ser constantes en repetir estas palabras y esforzarnos por cumplir con ellas en nuestras vidas privadas y nuestra vida pública hasta que por ellas os reunáis con vuestro Señor satisfechos y Él satisfecho con vosotros.
Rabia Ibn Juzaim escribió al momento de llegarle la muerte en su testamento:
“En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Clemente.
Ésta es la recomendación que hace Rabia Ibn Juzaim, y pongo a Allah por testigo;
y Allah es suficiente como testigo y recompensador de Sus siervos rectos y para pagarles; que yo he quedado con Allah satisfecho como mi Señor y con el Islam como mi Din y con Muhammad, sallallahu alaihi wa sallam, como Profeta y Mensajero.
Y me ordeno a mí mismo y a quien me quiera obedecer que adoremos a Allah como lo hacen los adoradores y que le alabemos como lo hacen los que alaban.
Y que demos buen consejo a la comunidad de los musulmanes en su totalidad”.
Y que Allah bendiga a Su Siervo y Mensajero Muhammad. Y a su familia, y sus nobles compañeros y a todos cuantos les sigan con sinceridad hasta el Último Día.