Por Redacción
El profeta Noé fue uno de los primeros profetas. Los siguientes profetas pertenecían a su estirpe, tras el Gran Diluvio y la consiguiente aniquilación de los incrédulos.
Mientras que tanto el cristianismo como el Islam están de acuerdo en honrar y alabar a este gran profeta, el cristianismo, desgraciadamente, le atribuye tales unas faltas que no se le pueden atribuir a los piadosos de entre los comunes, por no mencionar a los profetas de Dios.
Por lo tanto, el Islam es le tiene más respeto a este noble profeta, pues el Corán corrige la imagen distorsionada reflejada en la Biblia y nos da la verdadera imagen, como veremos a continuación.
El profeta Noé en el cristianismo
El cristianismo alaba al profeta Noé en la Biblia. Nos dice que Dios destruyó a los incrédulos de la faz de la Tierra y libró solamente a Noé y a sus seguidores.
En el Antiguo Testamento leemos: “Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé”. (Génesis 6: 7-9)
En el Nuevo Testamento leemos: ” Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe”. (Hebreos 11: 7)
También leemos: “[…]y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos”. (2 Pedro 2: 5).
A pesar de los honores y alabanzas anteriores, notamos que la Biblia afirma que Noé bebió vino, se embriagó y se desnudó dentro de su tienda. En el Antiguo Testamento, leemos: “Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña; y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda”. (Génesis 9: 20-21)
El profeta Noé en el Islam
Islam honra y alaba a Noé en numerosos pasajes del Corán. Por ejemplo, el Corán nos dice que Noé fue uno de los profetas que Dios escogió y prefirió por encima de los mundos. Leemos:
Allah eligió a Adam, a Nuh, a la familia de Ibrahim y a la familia de Imrán por encima de los mundos. (Aal Imran 3:33)
El Corán también nos dice que Noé fue uno de los profetas a quienes Dios guió y reveló. Leemos:
Es verdad que te hemos inspirado al igual que inspiramos a Nuh y los profetas posteriores a él. Y también le inspiramos a Ibrahim, Ismail, Ishaq, Yaqub, las Tribus, Isa, Ayyub, Yunus , Harún y Sulayman. Y a Daud, al que le dimos los Salmos. (An-Nisaa’ 4: 163)
También leemos:
Y le concedimos a Ishaq y a Yaqub, a los que guiamos, como antes habíamos guiado a Nuh. Y son descendientes suyos: Daud, Sulayman, Ayyub, Yusuf, Musa y Harún. Así es como recompensamos a los que hacen el bien. (Al-Anam 6:84)
Además, el Corán afirma que Noé era un siervo agradecido. Leemos:
A Musa le dimos el Libro y lo hicimos una guía para los hijos de Israel: No toméis aparte de Mí nadie a quien encomendaros. ¡Descendientes de aquellos que llevamos con Nuh realmente Nuh era un siervo agradecido! (Al-Israa’ 17: 2-3)
Además, el Corán alaba al Profeta Noé como siervo justo y creyente de Dios. Leemos:
Y así fue como Nuh nos llamó. ¡Qué excelentes Respondedores! Lo salvamos a él y a su familia de la gran catástrofe. E hicimos que fueran sus descendientes los que quedaran. Y dejamos su memoria para la posteridad. Paz para Nuh en todos los mundos. Así es como recompensamos a los que hacen el bien. Él fue uno de Nuestros siervos creyentes. (As – Saffat 37: 75 – 81)
Por lo tanto, Dios hizo surgir profetas de la estirpe de Noé. Leemos:
Y así fue como enviamos a Nuh y a Ibrahim y pusimos en su descendencia la Profecía y el Libro. Entre ellos los hubo que siguieron la guía pero fueron muchos los que se desviaron. (Al Hadid 57:26)
Comentarios
La imagen cristiana de Noé como un borracho no le beneficia como profeta. La imagen islámica se adapta mejor a un profeta. En el Islam, un profeta no bebe vino, ni se emborracha, ni se desnuda.
No encontramos tales acusaciones en el Islam, especialmente en el Corán. Lo más negativo que encontramos en el Corán contra Noé es la culpa por una oración que hizo por su hijo incrédulo. Leemos:
Y Nuh llamó a su Señor y dijo: ¡Señor mío! Mi hijo es parte de mi familia, Tu promesa es verdadera y Tú eres el más justo de los jueces. Dijo: ¡Nuh! Él no es de tu familia y sus obras no son rectas; no me preguntes por aquello de lo que no tienes conocimiento. Te advierto para que no estés entre los ignorantes. Dijo: ¡Señor mío!, verdaderamente me refugio en Ti de preguntarte aquello de lo que no tengo conocimiento, y si no me perdonas y tienes misericordia de mí estaré entre los perdidos. Se dijo: ¡Nuh!, desembarca a salvo con una seguridad procedente de Nosotros y con bendiciones sobre ti y sobre las comunidades de los que están contigo y las comunidades a las que dejaremos disfrutar; y luego les alcanzará de Nuestra parte un castigo doloroso. (Hud 11: 45-48)
Es irónico que la Biblia misma, incluyendo el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, prohíba beber vino y emborracharse. En el Antiguo Testamento leemos: “Y Jehová habló a Aarón, diciendo: Tú, y tus hijos contigo, no beberéis vino ni sidra cuando entréis en el tabernáculo de reunión, para que no muráis; estatuto perpetuo será para vuestras generaciones, para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio, y para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que Jehová les ha dicho por medio de Moisés”. (Levítico 10: 8-11)
En el Nuevo Testamento, leemos: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”. (Efesios 5:18)
Así como la Biblia prohíbe la embriaguez, ordena la sobriedad y el buen comportamiento. Leemos: “Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro”. (1 Timoteo 3: 2-3)
Si la Biblia prohíbe beber vino y emborracharse, y ordena la sobriedad y la buena conducta, ¿cómo es que un gran profeta como Noé bebía vino, se emborrachaba y desnudaba?
Referencias:
1 El Glorioso Corán
2 La Santa Biblia
3 st-takla.org
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