En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo
“Dijo: arrojad vosotros, y al hacerlo hechizaron los ojos de la gente y los llenaron de miedo y produjeron una magia prodigiosa”.
(Surat Al Furqan, Ayat 115)
Y así es como metieron el miedo en la gente a través de un excremento celular que nadie puede ver, oír ni tocar. Y al igual que en una película de ciencia ficción en la que la tierra es atacada por in
vasores alienígenas; de igual forma, todos los países han declarado el estado de alarma mundial de forma conjunta. El seguimiento mediático y la inclusión social al problema no tiene precedentes. Esto es solo comparable a un estado de guerra. Contra el enemigo perfecto, omnipresente e inapreciable.
Y este enemigo no podía ser más afín a los intereses de las élites financiero-‐mediáticas. A la maquinaria corporativa armamentística de USA le hubiese gustado más una guerra militar de toda la vida, pero parece que después de la guerra contra el terror y las cazas a ciegas de armas de destrucción masiva se han quedado sin excusas baratas para seguir inventando guerras. Pero no nos equivoquemos, el objetivo de esta guerra no es la de conquistar o, mejor dicho, desestabilizar ningún país o gobierno. Sino el de inyectar el miedo en la gente para mantener viva la ilusión. La ilusión entre otras cosas de que el dinero tiene valor alguno o que la clase política tiene algo que gobernar.
Y el truco no es otro que la usada y abusada técnica: Problema, reacción, solución, que vienen usando los estados para darse a sí mismos una razón de ser y existir. Básicamente se crea un problema: independentismo, terrorismo, machismo, Ébola, Covid19, etc. Se define cuál debe ser la reacción a través de los medios de comunicación: alarma, tolerancia, reivindicación, miedo y confinamiento, etc. y el Estado procederá a dar sentido a su existencia, buscando una solución que inevitablemente conllevará a la subyugación de las masas aún más. Y por supuesto, sin atajar nunca el origen o causa del problema. Que, en muchas ocasiones, ni siquiera existe, existía o existirá para la mayoría de los ciudadanos.
En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo
“Pero inspiramos a Musa: ¡Arroja tu vara Y se tragó lo que habían falseado! Así prevaleció la verdad y se desvaneció lo que habían hecho”.
(Surat Al Furqan, 116-117)
Así pues, que no nos engañen, y sabed que ¨no hay poder sino por Allah¨. No os permitáis caer en esta ilusión creada para los no creyentes. Ya que esta no es la realidad de los creyentes. De hecho, en los países musulmanes no solo apenas están siendo afectados, sino que, además, la actitud ante los acontecimientos está siendo muy diferente a la pandemia del miedo que estamos experimentando en Occidente. Y su reflexión desde el punto de vista de la fitra, está siendo reconocimiento de lo dice Allah en Su libro majestuoso:
En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo
“Donde quiera que estéis incluso si estáis en torres fortificadas os alcanzará la muerte. Si les ocurre algo bueno dicen: Esto viene de Allah, pero si les ocurre algo malo, dicen: Esto viene de ti (Muhammad).
Di: todo viene de Allah. ¿qué le ocurre a esta gente que apenas comprende lo que se les dice? Lo bueno que te ocurre viene de Allah y lo malo de ti mismo. Te hemos enviado a los hombres como Mensajero y Allah basta como testigo”.
(Surat an Nisaa. Ayat 77 y 78)
Por tanto, estemos agradecidos a Allah de todo lo bueno que nos ha dado y hagamos buen uso del conocimiento recibido por Su gracia y misericordia. Aprovechemos estos días de confinamiento para reflexionar y reconocer todo lo bueno que nos rodea. Desde lo más profundo de nuestro interior, espíritu, cuerpo, familia, comunidad, riqueza etc. y hacia fuera. Y seamos pacientes y benevolentes con los que y lo que nos rodea. Demos gracias a Allah por la inmensurable misericordia con la que hemos sido bendecidos por el regalo del Din del islam. Así como lo afortunados que somos por tener la guía del Corán y Sunna de nuestro Profeta, que la paz y las bendiciones sean con él. Y todo esto sin que nosotros tuviésemos que dar nada a cambio. Allhamdu lillah.
¨Una hora de reflexión vale más que setenta años de adoración¨ y como es de sobra sabido en el lenguaje de los sabios, la reflexión, fikr, siempre viene acompañada o mejor dicho precedida del recuerdo, dhikr, y su resultado es el aumento en el anhelo, himma. Oh Allah, auméntanos en dhikr, fikr y himma.
Aprovechemos el tiempo en estos días que nos vemos apartados de la vida mundanal por fuerza mayor y aumentemos nuestro dhikr, fikr y que Allah nos recompense con una gran himma. Pues lo necesitaremos en tiempos venideros.
En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo
“¡Hombres ¡Os ha llegado una exhortación de vuestro señor, una cura para lo que hay en los pechos y una guía y una misericordia para los creyentes.
Di: Que con el favor de Allah y con Su misericordia se regocijen, ello es mejor que cuanto acumulan”.
(Surat Yunus. Ayat 57 y 58)