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La purificación del corazón 2

Corazón puro

La lucha por purificar el corazón debe estar presente en toda persona.

Segunda parte de este artículo sobre la purificación del corazón.

Seguimos con el tema de la purificación del corazón.

Los poseedores de corazones limpios y de pechos sanos no buscan ni investigan lo que se contiene en el pecho de los demás, y no se dedican a procurar conocer los secretos ajenos, sino que piensan bien de los siervos de Allah y se esfuerzan por pasar por alto y por buscar disculpas a los demás, y piensan bien mientras no se demuestre lo contrario. Dijo Al Fudail Ibn Ayad, que Allah tenga misericordia con él: “No alcanza su meta el que ha llegado por haber hecho muchas oraciones y mucho ayuno, sino que lo ha alcanzado gracias a la generosidad interior de su alma y por tener un corazón sano y por su buena disposición y buen consejo a la comunidad”. En las dos colecciones de hadices sahih más reconocidas se contiene el relato de Yarir Ibn Abdullah, que Allah esté complacido con él, que dijo: “Le di mi promesa de lealtad (bai´a) al Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, de que cumpliría con la oración, pagaría el Zakat y que tendría lealtad y buen consejo para todos los musulmanes”.

Le preguntaron al Profeta, paz y bendiciones de Allah sean sobre él: “¿Cuál es el mejor de los hombres?. Dijo: “Quien tiene un corazón puro y una lengua veraz”. Le dijeron: “Sabemos lo que quiere decir la verdad con la lengua, pero ¿cómo es el corazón puro?”. Dijo: “El corazón que tiene conciencia y está limpio, no contiene maldad y no contiene rencor, ni envidia, ni odio”. (Hadiz de Ibn Maya y Baihaqi).

El musulmán debe preocuparse de que su corazón este sano y su pecho esté limpio de crueldades más de lo que se preocupa por la salud de su cuerpo. Pues la buena salud del cuerpo le puede ser de utilidad en esta vida, pero la buena salud de su corazón será la causa de su felicidad en esta vida y en la próxima. Uno debe esforzarse en la purificación del corazón.

Así pues, que luche en su alma y se oponga a su ego para rechazar los peligros que conducen a la envidia y que haga de tener buena opinión de los demás su rasgo dominante de carácter, y que se habitúe a la benevolencia, la indulgencia hacia los demás y a responder al mal con bondad.

Dijo Allah en el Corán:

“Y los que contienen su ira y perdonan a los hombres. Allah ama a los que hacen el bien”. (Surat Ali Imran, 3:134).

Una de las cosas que entristecen y causa dolor al corazón es ver a los musulmanes alcanzando el colmo de la ignorancia y la mala intención de unos contra otros, violando la inviolabilidad (hurma) de su hermano y hablando de él lo que sabe y lo que no sabe y que esto lo haga por competición para ganar alguna ganancia de este mundo pasajero, y no sabe que la santidad del creyente es más sagrada para Allah que la santidad de la Ka´abah. Y el asunto llega más allá de los límites cuando unos musulmanes se atreven a declarar incrédulos (Kafir) a otros. Y estas son realidades y actos criminales a los que nos tienen acostumbradas las noticias. Estas acciones no sirven para el beneficio de los musulmanes, ni son de ningún provecho para el Islam.

Los musulmanes deben tomar conciencia y retornar a la práctica correcta de su Din, que consiste en la misericordia y la justicia y en abstenerse de causar daño y de transgredir los derechos de los demás.

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