¿Es Jesús el camino?
En el Nuevo Testamento, Jesús es descrito como el “Camino”. Leemos: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14: 6) De hecho, no hay nada malo en esta descripción de Jesús si se pone en el contexto adecuado en el que se lee en el Nuevo Testamento y como fue dicho el por mismo Jesús.
El Nuevo Testamento nos enseña el significado de la descripción de Jesús como el “Camino”. Esto significa que Jesús era el maestro que enseñó a la gente el camino a Dios. Esta descripción se repite, con ese significado, más de una vez en el Nuevo Testamento.
Leemos: “Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra. Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres”. (Mateo 22:15-16).
También leemos: “Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?”
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14:5-6)
También leemos: “Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; Porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos; Para dar conocimiento de salvación a su pueblo, Para perdón de sus pecados”. (Lucas 1:76-77)
De hecho, todos los profetas y mensajeros de Dios, así como las santas escrituras reveladas a ellos, pueden ser descritos como el “camino” que guía a las personas en el camino a Dios. En el Corán, Dios describe el Corán como “guía a la verdad y al camino recto”.
En el Corán , leemos :
Y cuando te enviamos a un pequeño grupo de genios para que escucharan el Corán y al llegar ante él se dijeron: ¡Callad! Y cuando acabó, se volvieron a su gente para advertirles.
Dijeron: ¡Pueblo nuestro! Hemos oído un Libro que ha descendido después de Musa, que confirma lo que había antes de él y guía a la verdad y a un camino recto.(Al-Ahqaf 46:29-30)
¿Es Jesús la verdad?
En el Nuevo Testamento, Jesús es descrito como la “verdad”. Leemos: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14: 6)
Solo Dios puede ser la “verdad”. La “verdad” y la “veracidad” son atributos de Dios que no se pueden dar a ninguna persona, excepto en sentido metafórico.
En el Antiguo Testamento, leemos: “En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de la verdad”. (Salmo 31:5)
También leemos: “Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él”. (Isaías30:18)
Jesús mismo dejó claro que Dios es el que es “verdadero” y que él es un mensajero de Dios el “Verdadero”. Leemos: “Jesús entonces, enseñando en el templo, alzó la voz y dijo: A mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; y no he venido de mí mismo, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis”. (Juan 7:28)
También leemos: “Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo”. (Juan 8:26).
Jesús también indicó que él vino para dar testimonio de Dios y de su Unidad. Leemos: “Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz”. (Juan 18:37)
Por lo tanto, Jesús no es la “verdad”, literalmente, sino metafóricamente. Su descripción como la “verdad” significa que él fue el maestro que enseñó a la gente el camino a Dios con la verdad.
Leemos: “Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra. Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres”. (Mateo 22:15-16).
La descripción de Jesús como la “verdad” en el Nuevo Testamento también significa que solo dijo la verdad cuando vino para confirmar los mandamientos que le fueron revelados a Moisés. Llamó a la unidad y el amor a Dios. Los Rabinos judíos aprobaron tales enseñanzas. Leemos:
Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ‘¿Cuál es el primer mandamiento de todos?’
Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.
Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle. ¿De quién es hijo el Cristo? (Marcos 12: 28-34)
Cuando los Judíos quisieron matar a Jesús, él dijo que solo era un ser humano que decía la verdad que había oído de Dios. Dijo: “Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham”. (Juan 8:40)