Ramadán es el mes durante el cual los musulmanes ayunan desde el amanecer hasta la puesta del sol, todos los días durante todo el mes.
Los musulmanes en todo el mundo se encuentran actualmente a las puertas de Ramadán.
Pero, ¿qué es, exactamente, el Ramadán?
Ramadán es mundialmente conocido como el famoso ayuno de un mes de duración del Islam. Pero Ramadán es en realidad también el nombre propio de un determinado mes del calendario islámico. Al igual que septiembre es el nombre del noveno mes del calendario occidental, Ramadán es el nombre del noveno mes del calendario islámico.
Y sí, el mes de Ramadán es el mes durante el cual los musulmanes ayunan desde el amanecer hasta la puesta del sol durante todos el mes. Esto no se considera opcional, pues es considerado como un deber religioso obligatorio (que es uno de los llamados “cinco pilares del Islam”, cada uno de los cuales corresponde a todos los musulmanes respetar).
En el Corán, Dios dice:
“¡Creyentes! Se os ha prescrito el ayuno al igual que se les prescribió a los que os precedieron. ¡Ojalá tengáis temor (de Allah)!” (Al-Baqarah 2: 183)
El profeta Muhammad dijo: “El Islam se basa en cinco cosas: adorar a Dios, no creer en lo que es adorado fuera de Él, observar la oración, dar caridad, realizar el Hajj (peregrinación) hasta la casa de Allah, y ayunar durante el mes de Ramadán”. (Al-Bujari y Muslim)
El mes de septiembre siempre dura 30 días. Sin embargo, el mes de Ramadán, como todos los meses en el calendario islámico, puede tener ya sean 29 o 30 días. Islam sigue un calendario lunar, según el cual cada nuevo mes técnicamente no comienza hasta el primer avistamiento de la luna creciente, justo después de la puesta del sol, en el último día del mes anterior; el nuevo mes, entonces tiene una duración de 29 o 30 días, dependiendo del momento en que se observe la siguiente luna creciente (que a su vez marca el comienzo del siguiente mes en el calendario).
Esto introduce una breve variable de incertidumbre que hace imposible predecir con exactitud, de antemano, exactamente cuando un mes determinado va a terminar o comenzar; sino que también significa que el comienzo y final de los meses pueden variar ligeramente de un lugar a otro (de un país musulmán a otro país musulmán).
Este método de cálculo de meses también significa que el año islámico termina siendo diez u once días más corto que un año del calendario solar. En contraste con el calendario solar gregoriano seguido por el Oeste, con sus 12 meses y 365 días por año, el calendario lunar del Islam tiene 12 meses y sólo 354 o 355 días al año.
Esto significa que sus meses no están sincronizados con las estaciones del año, sino que avanzan diez u once días cada año con respecto al anterior; los meses van avanzando en las estaciones, hasta llegar a la misma al cabo de los años.
A diferencia del mes de septiembre, por lo tanto, el mes de Ramadán no siempre cae en el inicio del otoño. Algunos años puede ser y que sea una experiencia comparativamente más agradable o manejable de ayuno; en otros años, sin embargo, el Ramadán puede caer en pleno verano, con días largos y calurosos que hacen el ayuno diario particularmente desafiante.
Este es uno de esos años, con el Ramadán ubicado actualmente durante el mes de verano del calendario occidental de junio. En 2011, el Ramadán cayó en agosto; en 2012, el Ramadán comenzó al atardecer del viernes 20 de julio o el sábado, 21 de julio, dependiendo de dónde se estaba (como se describió anteriormente, el comienzo de cada mes puede variar, ya que depende de cuando la luna creciente se detectó por primera vez en el cielo en un lugar determinado, o un país musulmán en particular). Y comenzó al atardecer porque en el Islam, como en el judaísmo, se refiere a la puesta del sol (no la salida del sol, y no la medianoche) como marca del “inicio oficial” de cada nuevo día.
¿Qué hay de especial en el mes de Ramadán? Es considerado por los musulmanes como el mes más sagrado de todo el calendario islámico. Fue durante el mes de Ramadán cuando el profeta Muhammad comenzó a recibir las revelaciones divinas que luego continuaron por las restantes 23 años de su vida, y que posteriormente fueron compilados por sus seguidores como el glorioso Corán (o el Corán), que los musulmanes reverencian como la palabra real y literal de Dios.
En el Corán, Dios dice:
“En el mes de Ramadán se hizo descender el Corán, dirección para los hombres y pruebas claras de la Guía y del Discernimiento”. (Al-Baqarah 2: 185)
El ayuno durante el Ramadán significa no comer, no beber (ni siquiera agua), y no tener relaciones sexuales desde el amanecer hasta el anochecer. El ayuno no es obligatorio para los niños hasta la pubertad, y las excepciones, basadas en la salud, en el mes de ayuno son la enfermedad, la vejez, el embarazo, y las circunstancias atenuantes similares reconocidas (aunque en algunos de estos casos, se deben recuperar los días de ayuno más tarde, cuando sea posible).
En el Corán, Dios dice:
“Por un determinado número de días, fijados para ello.
Pero el que esté enfermo o de viaje, podrá hacerlo, en igual número, otros días.
Y los que pudiendo ayunar (no lo hagan o interrumpan su ayuno) que alimenten, como exención, a unos pobres.
Pero quien haga el bien espontáneamente será mejor para él.
Y que ayunéis es mejor para vosotros, si sabéis. (Al-Baqarah 2: 184)
… quien de vosotros vea el mes, que ayune, y el que esté enfermo o de viaje que lo haga en otro momento, por el mismo número de días.
Allah quiere para vosotros lo fácil y no lo difícil, pero quiere que completéis el número (de días) y que proclaméis la grandeza de Allah por haberos guiado.
¡Ojalá seáis agradecidos!” (Al-Baqarah 2: 185)
“… Y comed y bebed hasta que, del hilo negro (de la noche), distingáis con claridad el hilo blanco de la aurora; luego completad el ayuno hasta la noche. Pero si hacéis retiro en las mezquitas, no vayáis a cohabitar con ellas mientras éste dure”. (Al-Baqarah 2: 187)
Además de ayuno, el Ramadán es también un mes de incremento de la adoración y la oración, la lectura y la recitación del Corán, la devoción religiosa y la reflexión espiritual, el autoexamen y la caridad a los pobres. Se dice que las recompensas espirituales cosechadas para tales esfuerzos adicionales intensivos durante el Ramadán se multiplican en gran manera.
El ayuno diario se rompe al atardecer con una cena conocida como iftar. A menudo, una comida comunitaria. El iftar es con frecuencia una oportunidad para la reunión social y religiosa durante Ramadán.