La virgen Maria
Wed, 16 Oct 2024

Islam como conducente a los hábitos más saludables

salud

Una de las principales pruebas por las que el Islam es la religión verdadera es que garantiza la salud física y mental de sus seguidores.

No hace falta decir que una de las principales razones por las que el hombre tiene necesidad de la religión es tener una guía para su salud física y mental en la vida.

El hombre necesita saber cómo comportarse para estar, en última instancia, saludable en términos tanto de cuerpo como de mente.

No es de extrañar, todos los profetas de Dios, incluyendo al Profeta Muhammad, fueran enviados para hacer lícitas solo cosas buenas beneficiosas para la gente, y prohibir cosas malas y perjudiciales. En el Corán leemos:

Les hace lícitas las cosas buenas e ilícitas las malas. (Al’Araf 7:157)

De acuerdo con ello, una determinada religión puede juzgarse como verdadera o falsa por las condiciones físicas y mentales de los seguidores que la ponen en práctica estrictamente. Si resultan saludables física y mentalmente, esta religión puede ser juzgada como la verdadera. De lo contrario, lo más probable es que se trate de una falsa.

Una de las principales pruebas por las que el Islam es la religión verdadera es que garantiza la salud física y mental de sus seguidores. Como musulmán que se adhiere estrictamente al Islam, se espera que esté sano física y mentalmente y es poco probable que contraiga alguna enfermedad común como, por ejemplo, el SIDA.

Para garantizar la salud física y mental de sus seguidores, el Islam prescribe un conjunto de prácticas y comportamientos saludables, al mismo tiempo que impone restricciones a las prácticas y comportamientos que son más propensos a dañar la salud mental y física.

Los siguientes son algunos de los mandamientos y prohibiciones del Islam destinados a mantener la salud de los musulmanes.

Varios versos en el Islam promueven el consumo de comida saludable. Por ejemplo, Dios dice en el Corán:

Comed de las cosas buenas que os proveemos. (Al-Baqara 2:172)

Comed lo lícito y bueno que hay en la Tierra. (Al-Baqara 2:168)

Como sabemos, comer excesivamente provoca daño en nuestro organismo. Muchas enfermedades, tales como diabetes, enfermedades vasculares, derrames cerebrales,

ataques al corazón, etc. están relacionadas con hábitos alimenticios no controlados. Se ha dicho que el estómago “es el hogar de la salud” y suele ser este, en cierta manera, responsable de la mala salud.

El Islam nos enseña a comer moderadamente:

Comed de las cosas buenas que os damos como provisión y no abuséis de ello. (Ta Ha 20:81)

Sobre el exceso en la comida se advierte en el siguiente Hadiz del Profeta Muhammad:

“El ser humano jamás ha llenado un recipiente peor que su propio vientre. Para el hijo de Adam son suficientes algunos bocados con los que mantener su espalda erguida; pero si no pudiera evitarse, debería llenarlo con un tercio de comida, un tercio de bebida y dejar vacío el tercio restante” (Ibn Mayah).

Mientras tanto, hay otros versos en el Corán que prohíbe ciertos tipos de comida y bebida, los cuales la ciencia moderna ha demostrado recientemente que no son saludables o higiénicos. En el Corán leemos los siguientes versos:

¡Vosotros que creéis! ¡Cumplid los contratos! Os están permitidos los animales de rebaño con las excepciones que se os enuncian… Se os prohíbe la carne del animal muerto por causa natural, la sangre, la carne de cerdo, la del animal que haya sido sacrificado en nombre de otro que Allah, la del que haya muerto por asfixia, golpe, caída, cornada o devorado por una fiera, a menos que lo degolléis. Y la del que haya sido sacrificado sobre altares… (Al-Maida 5:1-3)

Para los musulmanes, para mantener su higiene personal, el Islam ordena la ablución frecuente y el baño regular.

Lavaos la cara y las manos llegando hasta los codos y pasaos las manos (mojadas) por la cabeza y (lavaos) los pies hasta los tobillos. Y si estáis impuros, purificaos. (Al-Maida 5:6)

Para proteger a los musulmanes de enfermedades de transmisión sexual, como el SIDA,

el Islam prohíbe las relaciones fuera del matrimonio. No solo prohíbe cometer fornicación o adulterio, sino que también prohíbe acercarse a ellos. En términos solemnes, el Corán dice:

Y no os acerquéis a la fornicación pues ello es una indecencia y un mal camino. (Al-Isra 17:32)

Por otra parte, el Islam permite el matrimonio solo con esposas castas, y prohíbe casarse con cónyuges impuros. Para casarse con ellos, deben comunicar sus enfermedades infecciosas a sus cónyuges musulmanes. En el Corán leemos los siguientes versos:

Hoy se os hacen lícitas las cosas buenas. Y es lícito para vosotros el alimento de los que recibieron el Libro, así como el vuestro lo es para ellos. Y (son lícitas para vosotros) las mujeres libres y honestas que sean creyentes, así como las mujeres libres y honestas de los que recibieron el Libro antes que vosotros, si les dais sus dotes como casados, no como fornicadores ni como los que toman amantes… (Al-Maida 5:5)

El Corán advierte claramente sobre casarse con cónyuges inmorales, e indica que una persona musulmana solo debe casarse con alguien de la misma condición:

Las malas para los malos y los malos para las malas. Y las buenas para los buenos y los buenos para las buenas. (An-Nur 24:26)

Un hombre que haya fornicado sólo habrá podido hacerlo con una fornicadora o con una asociadora y una mujer que haya fornicado sólo habrá podido hacerlo con un fornicador o un asociador. Y esto es ilícito para los creyentes. (An-Nur 24:3)

Para preservar la salud reproductiva y proteger a las parejas casadas de las enfermedades que puedan sufrir como resultado de las relaciones sexuales durante el ciclo menstrual, el Islam prohíbe a los maridos musulmanes no solo tener relaciones sexuales con sus esposas durante sus ciclos menstruales, sino también los juegos previos, para que no tengan relaciones sexuales como resultado. En el Corán leemos el siguiente verso:

Te preguntan sobre la menstruación. Di: Es una impureza. Así pues, absteneos de las mujeres mientras dure y no vayáis a ellas hasta que no estén puras. Y una vez que se hayan purificado, id a ellas por donde Allah os manda. Es cierto que Allah ama a los que se vuelven a Él y a los que se purifican. (Al-Baqara 2:222).

Por otra parte, para mantener la salud reproductiva de los musulmanes, el Islam prohíbe cualquier forma de gratificación sexual fuera del matrimonio. En el Corán, Dios dice:

Di a los creyentes que bajen la mirada y guarden sus partes privadas, eso es más puro para ellos.

Es cierto que Allah sabe perfectamente lo que hacen. Y di a las creyentes que bajen la mirada y guarden sus partes privadas… (An-Nur 24:30-31)

Por último, una de las medidas más eficaces adoptadas por el Islam para mantener una buena salud tanto física como mental es el ayuno. El ayuno es bueno, de acuerdo con los hallazgos de los científicos modernos, para el tratamiento de muchas enfermedades como la obesidad y el cáncer. Dijo el Profeta Muhammad:

“Ayunad para estar sanos.” (Al Tabarani)

El ayuno también frena el deseo sexual. Es recomendable para los jóvenes que no puedan permitirse el matrimonio. Es mejor para su salud física y mental. El Profeta Muhammad dijo:

“Oh jóvenes! Aquellos de vosotros que puedan, deben casarse, ya que ayuda a bajar la mirada y preserva de la inmoralidad, y el que no sea capaz de casarse, debe ayunar, ya que el ayuno disminuye su poder sexual”. (Muslim)

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