Uno de los nombres y atributos de Dios es “el Testigo”. Aunque este atributo puede darse a un ser humano y a Dios, Dios es el testigo más creíble, cuyo testimonio es el testimonio más confiable. Sin embargo, un ser humano puede ser un testigo creíble o no creíble y su testimonio puede ser de mucha o poca confianza.
El Testigo en el Islam
A pesar de que muchas personas son descritas como “Testigo” en el Corán, esta descripción también se da a Dios (“Allah” en árabe) como uno de Sus nombres y atributos con una sola diferencia, Dios es el Testigo extremadamente creíble, cuyo testimonio sin duda es de confianza, a diferencia del de los seres humanos.
Hay muchos versículos donde Dios es descrito como “Testigo”. Por ejemplo, leemos:
Sin embargo, Allah atestigua que lo que te ha hecho descender, ha sido con Su conocimiento y los ángeles dan testimonio de ello.Y Allah basta como testigo. (An-Nisaa ‘4: 166)
También leemos:
Di: ¿Qué hay más grande como testimonio? Di: Allah, que es Testigo entre vosotros y yo. Me ha sido inspirada esta Recitación para con ella advertiros a vosotros y a quien le alcance. ¿Daréis testimonio de que hay otros dioses con Allah? Di: Yo no atestiguaré. Di: Él es un Dios Único y yo soy inocente de lo que asocieis. (Al-Anam 6:19)
El Corán cita a Jesús diciendo en el Día del Juicio:
Sólo les dije lo que me ordenaste: ¡Adorad a Allah, mi Señor y el vuestro! Y he sido testigo de ellos mientras permanecí en su compañía. Y cuando me llevaste a Ti, Tú eras Quien los observaba, Tú eres Testigo de todas las cosas. (Al-Ma’idah 5: 117)
El Testigo en el cristianismo
La Biblia hace una distinción entre Dios como testigo y un ser humano como testigo simplemente porque Dios únicamente puede ser un testigo fidedigno o dar testimonio creíble, mientras un hombre puede ser o no ser fidedigno y puede dar o no testimonio fiable.
Es por eso que el Nuevo Testamento cita a Jesús diciendo que su testimonio puede no ser cierto, pero que el de Dios (llamado “Padre” en el cristianismo) es sin duda cierto. Leemos: “Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos”. (Juan 5: 31-34)
También leemos: “También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto”. (Juan 5:37).
Leemos, además: “Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.”. (Juan 8:18).
Puesto que Jesús necesitaba el testimonio de Dios para él, no puede ser Dios porque Dios no necesita el testimonio de los demás. Más bien, es Su testimonio el que otros necesitan.
_________
Referencias:
1- El Corán Glorioso (Sahih International Translation)
2- La Santa Biblia (Visita biblegateway.com)