La virgen Maria
Thu, 21 Nov 2024

Dios (Allah) es el Viviente

Uno de los nombres y atributos de Dios es “el Viviente”. No es razonable que el Señor de este universo esté muerto. dios-el-viviente-01Más bien, Él ha de tener vida eterna. Nunca ha muerto, ni morirá más adelante. Si Dios puede morir, ¿quién puede cuidar el universo después de su muerte? Su muerte conduciría a la de todas sus criaturas. ¿Puede el creador morir mientras sus criaturas siguen existiendo?

El Viviente en el Islam

En el Corán, Dios (llamado “Allah” en árabe) se describe como el Viviente, el que no muere. Por ejemplo, leemos:

Allah, no hay dios sino Él, el Viviente, el Sustentador.

Ni la somnolencia ni el sueño Le afectan.

Suyo es cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra. (Al-Baqarah 2: 255)

También leemos:

Y confíate al Viviente, el que no muere, y glorifícalo con Su alabanza. Él se basta como Conocedor al detalle de las faltas de Sus siervos. (Al-Furqan 25:58)

Además leemos:

Él es el Viviente, no hay dios sino Él, invocadlo ofreciéndole con sinceridad, sólo a Él, la adoración.

La alabanza pertenece a Allah, el Señor de los mundos. (Ghafir 40:65)

Dios también se describe como “el Heredero”, es decir, quien permanece vivo después de la aniquilación del universo, en quien estará a todo recogido. Leemos:

Damos la vida y la muerte y somos los Herederos. (Al-Hijr 15:23)

También leemos:

¡Cuántas ciudades destruimos por no haber reconocido el favor en el que vivían! Ahí están sus moradas, sólo unas pocas volvieron a ser habitadas después de ellos y fuimos Nosotros los herederos. (Al-Qasas 28:58)

Dios también se describe como “el Eterno”, es decir, Aquel que continúa existiendo después de la extinción de todo. Leemos:

Todo cuanto en ella hay, es perecedero. Pero la faz de tu Señor, Dueño de Majestad y Honor, permanece. (Ar-Rahman 55: 26-27)

El Viviente en el cristianismo

En la Biblia, el Nuevo Testamento describe a Dios como “el Viviente”. Leemos: “Y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay”. (Hechos 14:15 )

También leemos: “El les dijo: ‘Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?’

Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. (Mateo 16: 15-16).

Aunque Jesús se refiere como “el Hijo del Dios viviente”, esta descripción no se limita sólo a Jesús, ni se da solo al pueblo de Israel, sino también para los otros pueblos. Leemos: “Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, Allí serán llamados hijos del Dios viviente”. (Romanos 9:26)

Sin embargo, por desgracia, actualmente la creencia cristiana se basa en creer en la muerte de Jesús a manos de los romanos y los judíos. Esta creencia va en contra de la misma divinidad de Jesús simplemente porque Dios se supone que es el Viviente que no muere. Si Dios muere, todas sus criaturas morirán y todo el universo perecerá. ¿Quién puede dar vida cuidar y del universo si Dios mismo muere?

En el Nuevo Testamento, sobre la muerte y asesinato de Jesús, leemos: “Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste. Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle. Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu”. (Mateo 27: 46-50)

Ahora, podemos preguntarnos: ¿cómo puede Jesús ser Dios habiendo estado muerto durante tres días y tres noches? ¿Quién sostuvo el universo durante la muerte de Jesús? Si el dios trinitario del cristianismo perdió una de sus tres personas, ¿cómo podría el mundo sobrevivir en presencia de un dios incompleto? Si se pudiera sobrevivir a la muerte de una de las persona de Dios, este mismo hecho niega la divinidad de esta supuesta persona simplemente porque el mundo funcionó sin él y no le necesitaba.

El verdadero Dios es indispensable para este universo, no puede prescindir de él, por eso está en la necesidad permanente de su sostenimiento divina.

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Referencias:

1- El Corán (Sahih Internacional de la Traducción)

2- La Santa Biblia (Visita biblegateway.com)

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