Un vistazo a lo que estudiosos judeo-cristianos dicen respecto a la autenticidad y preservación del Antiguo Testamento.
« [La Biblia] tiene poesía noble; algunas fábulas diestras; algunos episodios sangrientos de la historia; una gran riqueza de obscenidad; y más de mil mentiras. »
Mark Twain, las Cartas de la Tierra, Vol. II
Empecemos leyendo: “…dos de cada clase (de animal) en el arca”, pero…. ¿Son “dos de cada clase”, según el Génesis 6:19, o siete de especies limpias y dos de animales sucios, según Génesis 7:2-3?
Hmm. Bien, tenemos unos 120 años para pensar sobre esto, porque ese es el límite del tiempo de vida humana, según la promesa de Dios en Génesis 6:3.
Y sin embargo, Génesis 11:11 dice: “Sem vivió quinientos años…”
Bien, olvídense de Sem. Pues, Noé… parece que vivió el doble. Génesis 9:29 enseña: “Porque todos los días de Noé eran novecientos y cincuenta años; y luego murió”. Así que veamos, ¿Génesis 6:3 prometió un tiempo de vida limitado a ciento veinte años, pero unos versos después Sem y Noé rompieron la regla?
Miremos las fechas del Antiguo Testamento desde un ángulo diferente. Aquí vamos a leer Génesis 16:16: “Abraham tenía ochenta y seis años cuando Hayar alumbró a Ismael hijo de Abraham”. Y luego, Génesis 21:5 nos dice: “Abraham tenía cien años cuando su hijo Isaac nació”. Cien menos ochenta y seis, nos da catorce. Así que Ismael tenía catorce años cuando Isaac nació.
Unos párrafos después, en Génesis 21:8, leemos: “Porque el niño (Isaac) creció y se destetó.” Ahora, destetado a los dos años, según la costumbre étnica. Así que realicemos algunas cuentas: dos más catorce, Ismael tenía dieciséis años antes de que Sarah pidiera que Abraham lo expulsara (Génesis 21:10).
Un par de versos más adelante, en Génesis 21:14-19, se retrata a Ismael de forma similar a un infante desvalido en lugar de un joven robusto de dieciséis años de edad, como sigue:
“Así que Abraham subió temprano por la mañana, y tomó el pan y una piel de agua; y poniéndolo en su hombro, dio el muchacho a Hayar, y la envió lejos. Entonces ella partió y vagó en el Desierto de Beersheba. Y el agua en la piel se agotó, y ella puso al muchacho bajo unos arbustos. Entonces ella se sentó enfrente de él a cierta distancia y dijo Señor: ‘Permíteme no ver la muerte del muchacho’. Entonces ella se sentó en dirección opuesta, y lloró”.
Y Dios oyó la voz del muchacho. Entonces el ángel de Dios instó a Hayar desde el cielo, y le dijo: “¿qué te aflige, Hayar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho. Levántate, alza al muchacho y cuida lo que tienes en tus manos, porque Yo haré de él una gran nación”.
Entonces Dios abrió sus ojos, y ella vio una fuente de agua. Y ella fue y llenó la piel del agua, y le dio bebida al muchacho”.
¿Un joven de dieciséis años descrito como un “muchacho” o un “niño”?” ¿En un tiempo y lugar en que a los dieciséis años se estaba normalmente casado y esperando a su segundo o tercer hijo, manteniendo a una familia creciente? Además, a esa edad los hombres eran cazadores, soldados y, aunque raramente, en ocasiones incluso reyes. Dieciséis años significaría la mayoría de edad de Ismael. Así que, exactamente, ¿quiere decir que su padre dio al “muchacho” de dieciséis años, Ismael, a Hayar? ¿Y cómo ella le dejó llorando (es decir, “la voz del muchacho”) como un bebé desvalido bajo un arbusto? ¿Y cómo, precisamente, su madre lo alzó y lo sostuvo con su mano? Por último, ¿se espera de verdad que nosotros creamos que Ismael era tan frágil que su madre tenía que darle una bebida, porque él era incapaz de tomarla solo?
Ah, sí, aquí hay un error evidente. Esto no es lo que se supone que nosotros creemos.
Por: Laurence B. Brown