En este post veremos cómo el Islam repeta los derechos humanos, animales y existenciales desde hace más de 14 siglos.
El califato de Abu Bakr As-Siddiq
El juramento de fidelidad a Abu Bakr
Tras la muerte del Profeta Muhammad, la paz sea con él, y después de algunas primeras desavenencias entre los musulmanes, finalmente llegaron a la conclusión de que quien era el más digno de ser el Califa era Abu Bakr.
‘A’ishah, Ibn ‘Umar, Sa’id ibn al-Musayyab y otros más relataron que se le juró fidelidad a Abu Bakr el día que murió el Mensajero de Allah, a quien Allah bendiga y conceda paz. Fue un lunes, en la noche 12 del Rabi’ al-Awwal en el año 11 de la Hégira.
Mu’awiyah ibn Qurrah dijo: “Los Compañeros del Mensajero de Allah, a quien Allah bendiga y conceda paz, nunca dudaron que Abu Bakr era el sucesor (jalifah) del Mensajero de Allah, a quien Allah bendiga y conceda paz, y jamás utilizaban otro nombre que no fuera el de jalifah del Mensajero de Allah, a quien Allah bendiga y conceda paz”.
Lo primero que hizo Abu Bakr cuando le dieron el juramento de fidelidad fue levantarse para hablar a la gente y decir
‘Se me ha hecho desempeñar esta autoridad y es algo que me desagrada.
Por Allah que me encantaría que uno de vosotros lo hiciera por mí.
Si me pedís que actúe entre vosotros con una acción similar a la del Profeta, a quien Allah bendiga y conceda paz, yo no puedo hacerlo. El Profeta, fue un siervo a quien Allah honró con la Revelación y ésta lo protegió (del error). Yo sólo soy un humano (más). No soy mejor que ninguno de vosotros.
Cuidad de mí, y si veis que voy con rectitud, seguidme, y si veis que me desvío, enderezadme”. Así era Abu Bakr.
Lo que ocurrió durante su califato
Establecimiento del Din y asunción del Estado Islámico tras la muerte del Profeta.
Combate contra las tribus renegadas y las que dejaron el zakat.
Conquistas y expansión.
Compilación del Corán.
Combate contra las tribus renegadas y las que abandonaron el zakat.
El mismo año de su instauración como Jalifa estallaron sendas revueltas tribales en dos regiones de la Península; la primera rechazaba el islam y la segunda la originó la negativa a pagar el zakat. El califa sofocó ambas revueltas.
Abu Bakr envió a Jalid y le ordenó luchar contra la gente por cinco razones, y quien abandonase una sola de ellas, debía ser combatido lo mismo que si hubiese abandonado las cinco: La shahadah que afirma que no hay dios sino Allah y que Muhammad es Su esclavo y Mensajero, el establecimiento de la Oración, el pago del Zakat, el ayuno de Ramadán y la Peregrinación a la Casa.
Jalid y sus acompañantes salieron y lucharon contra los Banu Asad y los Ghatafan. Los vencieron. Acabaron con algunos en batalla y el resto volvió al Islam.
Conquistas y expansión
Logros y conquistas
En este punto es donde veremos cómo la esencia del Islam protege a los débiles, los niños, los ancianos, las mujeres e incluso los árboles y animales.
Abu ‘Imran dijo que Abu Bakr había enviado tropas a Siria poniendo al mando de las mismas a Yazid ibn Abi Sufyan; antes de irse les había dicho:
“Quiero aconsejaros la práctica de diez cualidades:
No matéis a una mujer,
ni a un niño,
ni a un anciano débil;
no cortéis un árbol frutal;
no devastéis la tierra cultivada;
no sacrifiquéis un camello o un cordero excepto para su dueño;
no destruyáis la palmera datilera ni tampoco la queméis;
no ocultéis el botín y no actuéis con cobardía”.
En estas maravillosas instrucciones del Califa Abu Bakr a su general Yazid se refleja la misericordia que es un fundamento del Islam. Es parte de la esencia y se respeta incluso en tiempos de guerra.
Después de sofocar las dos revueltas tribales, el califa aún hubo de hacer frente en lo sucesivo a oposiciones fuertes, la más importante de las cuales fue la capitaneada por Musailma. Este fue finalmente vencido por Jalid ibn Walid, tras lo cual se puede decir que la Península Arábiga quedó definitivamente cubierta al completo por el Islam. Logrado esto, Abū Bakr dirigió a sus generales hacia la conquista de otros territorios: Irak le fue arrebatado al Imperio sasánida por Jalid ibn Walid en una sola campaña.
Compilación del Corán
Mandó recopilarlo a Zaid ibn Zabit en la época de la masacre de Al-Yamamah, aconsejado por Umar ibn Al Jattab.
Las páginas en las que se compiló el Corán estuvieron en poder de Abu Bakr hasta que Allah se lo llevó, luego estuvieron con ‘Umar hasta que Allah se lo llevó y luego con su hija Hafsa, que Allah esté complacido con ella.
‘Ali dijo: “El que tiene la mayor recompensa por las copias escritas del Corán es Abu Bakr. Abu Bakr fue el primero en compilar el Corán entre dos tablas”.