Por: Faten Sabri
El nombre de Jesús le fue dado a María para su hijo, que estaba por venir. Fue solo después de su bautismo a manos de Juan el Bautista que él, Jesús, afirmó ser el Cristo.
– “Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido.” (Lucas 2:21)
Cristo no es un nombre, es un título. Es una traducción de la palabra hebrea Mesías, que significa “ungido”. La palabra griega para “ungido” es Christos de donde se obtiene la palabra Cristo.
Los sacerdotes y reyes eran “ungidos” cuando eran consagrados a su oficio. La Santa Biblia confiere este título incluso a un rey pagano “Ciro”.
– “Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán.” (Isaías 45: 1)
Los judíos querían una prueba que mostrara que él era el Cristo.
– “Entonces respondiendo algunos de los escribas y de los Fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.” (Mateo 12:38)
Jesús respondió:
– “El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” (Mateo 12: 39-40)
Dios ordenó a Jonás que fuera a Nínive y advirtiera a los ninivitas.
– “Sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos.” (Jonás 3: 8)
Pero como Jonás dudaba de ir a advertir a los ninivitas, se fue a Joppa en lugar de Nínive, y se embarcó en un bote para escapar del mandato del Señor.
Mientras estaba en el bote, hubo una terrible tormenta. Según la superstición de los marineros de aquella época, la tormenta era un indicio de la existencia de una persona que huía del mandato de su Señor.
Entonces los marineros se dijeron:
– “Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí.” (Jonás 1: 7)
Jonás voluntariamente dijo:
– Él les respondió: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros. (Jonás 1:12)
Diferencias entre Jesús y Jonás:
• Jonás se ofreció voluntariamente para ser arrojado al mar.
• Jesús lloró mientras lo llevaban a la cruz.
Cuando Jonás fue arrojado al mar, Jonás estaba vivo. Un gran pez se lo tragó mientras aún vivía.
– “ Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo:
Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; Desde el seno del Seol clamé, Y mi voz oíste.” (Jonás 2:1)
Durante tres días y tres noches, el profeta Jonás estuvo vivo hasta que los peces lo arrojaron a la orilla del mar. Jesús profetizó sobre sí mismo diciendo: “Así como le sucedió a Jonás, así sucederá con el hijo del hombre”.
Si Jonás estuvo vivo durante tres días y tres noches, ¡entonces Jesús también debió haber estado vivo en la tumba de acuerdo con esta profecía! Pero el cristianismo se basa en que Jesús murió para obtener la salvación de la humanidad.
¡Jonás vivo, Jesús muerto! ¡Jesús es muy diferente a Jonás! Jesús dijo “como Jonás”, no como Jonás. Si esto es cierto, entonces, según su propia prueba, Jesús no es el verdadero mesías de los judíos.
Según la Biblia, los judíos tenían prisa por eliminar a Jesús. De ahí surge el juicio de medianoche para luego enviarlo a Pilato por la mañana; de Pilato a Herodes y luego de nuevo a Pilato. Temían al público en general ya que Jesús era su héroe. Por lo tanto, a pesar de que tenían prisa por colgarlo en la cruz, tenían la misma prisa por bajarlo de la cruz antes del atardecer del viernes, a causa del sábado.
El sábado comienza alrededor de las 6 de la tarde del viernes. Según la Biblia, la víctima de la crucifixión era un “maldito de Dios” y no se le permitía permanecer colgado el día de reposo.
– “no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.” (Deuteronomio 21:23)
El cuerpo fue quitado de la cruz y se le dio un baño de acuerdo a tradición del entierro judío.
– “También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras.” (Juan 19:39)
Luego el cuerpo fue colocado en la tumba antes del anochecer. Se supone que Jesús estuvo en la tumba desde la noche del viernes hasta el domingo por la mañana cuando se suponía que debía salir. Jesús era diferente a Jonás. El hecho de que Jonás estaba vivo en el vientre del pez, es exactamente lo contrario de lo que se afirmó que le sucedió a Jesús, que estuvo muerto el mismo espacio de tiempo que Jonás estuvo vivo.
Además del factor del tiempo de tres días y tres noches, según la Biblia, María Magdalena fue a la tumba de Jesús “antes del amanecer” el domingo por la mañana (el primer día de la semana), y la encontró vacía. Por lo tanto, si esto sucedió el domingo por la mañana, y restando 3 días y 3 noches, Jesús tuvo que haber muerto el miércoles y no el viernes para que esta profecía pudiera cumplirse.
Por lo tanto, esta profecía puede ser rechazada y refutada fácilmente.
Sobre la autora:
Faten Sabri (1973) es una pensadora musulmana jordana. Es conocida por su interacción frecuente con diferentes culturas y religiones ya que habla diferentes idiomas. Estudió religión comparativa, lo que que le permite hablar sobre temas controvertidos en el Islam con quienes están interesados por la verdad y los pensadores libres. Ha escrito libros sobre el mensaje del Islam, el concepto original de Dios y Jesucristo en el Islam, y escribe artículos de forma mensual en revistas internacionales. Estos libros y artículos han sido traducidos y distribuidos en más de 9 idiomas.