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Thu, 21 Nov 2024

El ayuno en el Cristianismo y en el Islam

Originally posted 2019-05-24 02:24:00.

ayuno

El ayuno es uno de los principales actos de culto realizados por los seguidores de todas las religiones abrahámicas.

Por Redacción.

El ayuno es uno de los principales actos de culto realizados por los seguidores de todas las religiones abrahámicas. Sin embargo, los seguidores de cada religión tienen su propia forma de ayuno. Aun así, tienen muchas prácticas y creencias comunes cuando se trata del ayuno.

Por ejemplo, en lo que se refiere a la sinceridad, observamos que todas las religiones divinas hacen hincapié en la importancia de la sinceridad con respecto al ayuno. Prohíben presumir en materia del culto en general, y del ayuno en particular.

El Nuevo Testamento ordena a los cristianos ocultar su ayuno y hacerlo con la única intención de hacerlo por Dios, y les dice que recibirán una recompensa por ello. En la Biblia, leemos los siguientes versículos:

“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. (Mateo 6: 16-18)

En la escritura islámica, vemos que el ayuno es el único acto de culto que no se puede para presumir, ya que no puede ser visto ni supervisado. Ibn Shihab, transmitió que el Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo: “No hay alarde en el ayuno” (Al-Bayhaqi).

El Profeta Muhammad citó a Dios diciendo: “Todo acto del hijo de Adam es para él, excepto el ayuno, que es (exclusivamente) para mí, y yo le recompensaré por ello …” (Al-Bujari y Muslim).

En una narración de Muslim, el Profeta Muhammad continuó: “La recompensa de todos los (buenos) actos de una persona se multiplica de diez a setecientas veces. La recompensa de observar el ayuno es diferente de la recompensa de otras buenas acciones: el ayuno es para mí, y Yo solo daré su recompensa. Quien ayuna se abstiene de comer y beber solamente por Mí”.

De acuerdo a las tres religiones abrahámicas, el ayuno tiene un estatus especial, es más, solo es válido si no está asociado con la realización de otros actos de culto y de la abstinencia de ciertos actos y declaraciones prohibidas.

Por ejemplo, durante el ayuno, en particular, y en todo momento, en general, se debe evitar la maldad y la opresión. Además, se debe alimentar al hambriento, se debe acoger a los pobres y cubrir la desnudez.

El Antiguo Testamento nos dice que el ayuno durante el cual se busca el placer del hombre y los trabajadores están oprimidos no es válido. También se establece que si una persona se pelea en ayunas o pelea con los demás, él no será capaz de hacer oír su voz en el cielo y por eso su ayuno no será aceptado por Dios.

En la Biblia, leemos:

“¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores.

He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto.

¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová?

¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?

¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?”(Isaías 58: 3-7)

La escritura islámica nos hace saber que durante el ayuno el hombre no debe buscar su propio placer. Más bien, él/ella debe buscar solamente el placer de Dios y contener sus propios placeres sensuales, absteniéndose de comer, beber o mantener relaciones sexuales, como he indicado anteriormente. Durante el ayuno, a los musulmanes se les permite comer, beber y tener relaciones sexuales únicamente durante la noche: desde el amanecer hasta la puesta del sol.

En el Corán, Dios dice:

Y comed y bebed hasta que, del hilo negro (de la noche), distingáis con claridad el hilo blanco de la aurora… (Al-Baqarah 2: 187)

En lo que a la maldad, la opresión, las peleas y las luchas se refiere, el profeta Muhammad hizo evidente que una persona que ayuna no debe caer en un lenguaje obsceno ni levantar la voz. Incluso si alguien le insulta o trata de pelear con él, debe decir: “Estoy ayunando”.

El Profeta Muhammad dijo: “El ayuno es un escudo. Cuando alguno de ustedes esté ayunando, que, además de no caer en un lenguaje obsceno no levante la voz; y si alguien le insulta o trata de pelear con él, debe decir: ‘Estoy ayunando'”(Al-Bujari y Muslim).

En cuanto a compartir el pan con el hambriento, el ayuno de un musulmán no será aceptado a menos que se les dé limosna antes del final del sagrado mes del Ramadán. Hay una limosna especial, que debe darse durante el Ramadán para alimentar a los pobres, llamada “Zakat al-Fitr” (limosna para romper el ayuno).

Ibn `Umar relató que el Mensajero de Dios (la paz sea con él) estableció el Zakat al-Fitr de Ramadán en la cantidad de un Saa` (una unidad de medida que equivale a tres kilogramos) de dátiles o un Saa` de cebada tanto para el musulmán libre como para el esclavo, tanto hombres como mujeres, jóvenes y viejos, y se les ordenó que se le diera antes de que la gente saliera a orar (la Oración de la fiesta al final del Ramadán.) ”

Por otra parte, alimentar a los hambrientos sirve como expiación para los musulmanes que no pueden ayunar por romper el ayuno.

En el Corán, Dios dice:

Y los que pudiendo ayunar (no lo hagan o interrumpan su ayuno) que alimenten, como exención, a unos pobres. (Al-Baqarah 2: 184)

En cuanto a acoger a los pobres sin techo, cubrir al desnudo y cualquier otro acto de caridad, se recomienda a los musulmanes hacer tantas obras de caridad como sea posible durante el ayuno durante todo el Ramadán. Se ha transmitido de que el Profeta Muhammad (la paz sea con él) fue el más generoso de todas las personas, y acostumbraba a alcanzar la cima de la generosidad en el mes de Ramadán, cuando conoció al Ángel Gabriel. Gabriel solía encontrarse con él todas las noches de Ramadán para enseñarle el Corán. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) cuando Gabriel se reunió con él fue aún más generoso que el fuerte viento incontrolable (en la preparación y la rapidez de hacer obras de caridad) (Al-Bujari).

Sobre el mérito de las buenas obras en el Ramadán, el Profeta Muhammad dijo: “Todo aquel que intenta acercarse más a Dios mediante la realización de cualquier obra virtuosa en este mes, para él será tal la recompensa como si hubiera cumplido con todo lo obligatorio en cualquier otro momento del año. Y el que cumple con lo obligatorio, para él será la recompensa como si hubiera cumplido con setenta actos obligatorios en cualquier otro momento del año. “(Ibn Juzaymah y al-Bayhaqi)

Los musulmanes son instruidos para vestir, albergar y proteger a otros en Ramadán, en particular, y en todo momento en general. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo: “Si alguien alivia a un creyente de una de las dificultades de esta vida terrenal, Dios lo libera de una de las dificultades en el día de la Resurrección. Si alguien le da facilidad a la persona que está en deuda con él (mientras que tienen dificultades para pagar), Dios hará que sea fácil para él en esta vida y en la otra. Si alguien protege a un musulmán, Dios lo proteja en este mundo y en el otro. Dios ayuda a su esclavo, siempre y cuando él ayude a su hermano”. (Muslim)

Para concluir, aunque la forma del ayuno difiere de una religión de Abraham a otra, estas religiones todavía comparten normas de comportamiento básicas del ayuno. Por ejemplo, todas las religiones abrahámicas requieren sinceridad para el ayuno, asociarlo con ciertos actos de culto y estipulan ciertas prohibiciones.


Referencias:

1- El Corán (Sahih Internacional de la Traducción)

2- Sahih Al-Bujari

3- Sahih Muslim

4- Sunan Al-Bayhaqi

5- La Santa Biblia (Visita biblegateway.com)

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